Más Que OrarSample

Manos A La Obra

Si lees un poco sobre la historia del pueblo de Israel, te darás cuenta que su gran problema radicaba en su incredulidad y en el deseo de ser como las demás naciones. Elías se encuentra en esta ocasión con un mandato de parte de Dios de edificar un altar, y en ese altar Él mismo haría descender fuego del cielo. La historia es para una película de superhéroes o para un cineasta como Steven Spielberg porque es sencillamente asombroso todo lo que ocurre. La encuentras en 1 Reyes 18:19-40.

Los profetas de Baal.

El pueblo estaba desviado, estaban en malos caminos, y eran guiados por esos malos caminos por hombres que adoraban a dioses falsos. Estos trabajaban día y noche para desviar el corazón de todo un pueblo.

Elías les propone un desafío (lo hizo por encargo de Dios): “El Dios que haga descender fuego del cielo, será proclamado Dios sobre Israel".

El dios de los profetas falsos no respondió… Ahora Elías desarrolla una serie de actividades o ceremonia, de donde tomamos principios espirituales para nuestras vidas, presta atención:

1. El altar estaba arruinado. Nos pasa en el día a día que los ídolos de nuestro corazón nos quieren desviar, y nuestro altar llega muchas veces a estar destruído porque seguimos esas voces.

2.Tuvo que arreglarlo. Esto representaba la restauración de Dios para con Su pueblo, la comunicación volvería a fluir. El altar representa una vida consagrada a Dios, una comunicación sin límites.

3. Puso 12 piedras, una en representación de cada tribu de Israel. ¿A quién o quienes llevas a tus tiempos de oración? Es bueno pensar en los demás. La gente está esperando por hombres y mujeres que se pongan en la brecha y clamen por ellos delante de Dios.

4. Cavó una zanja. Los otros eran 450, Elías estaba solo, pero este hombre iba a ir una milla más e iba a dar a Dios algo costoso.

No tenía asistentes, ESTABA SOLO ante este desafío y debía arremangarse y trabajar por aquello que Dios le dijo que le daría. ¿Te sientes solo? Pues bien, ¿qué vas a hacer? ¿Te quedarás ahí sin hacer nada? ¡Vamos!! ¡Manos a la obra que veremos la gloria de Dios!

5. Pidió que derramen litros de agua. La zanja la cavo el mismo, pero el agua debían traerla los del pueblo, el agua representaba la vida misma de Israel. Elías había clamado que no llueva y no llovió por 3 años y 6 meses.
Entonces, ¿qué crees que representaba el agua para los israelitas? Entonces el profeta les hace derramar el agua, como diciendo: “Despréndanse de lo que piensan que es su tesoro y encuentren el verdadero hoy mismo”. “… no le daré algo que no me cueste”.

6. Comenzó a orar con reverencia, buscando que Dios sea glorificado y que el pueblo sea restaurado. Nuestras oraciones deben tener como objetivo la gloria de Dios. No se trata de nosotros sino de Su gloria. Vivimos para Él, todo es de Él. Sal de ti mismo, muere a ti mismo, toma tu cruz, trabaja en tu día a día y sostente de tu Señor para glorificar Su nombre.

Orar es un trabajo que te costará todos los días de tu vida. Todo se confabula para que no llegues al lugar de oración, pero pelea la buena batalla de la fe y vence con el bien y el mal. Eso sí, te lo afirmo. Cuando llegues a ese lugar de oración, entrarás de una manera y saldrás resplandeciendo la gracia de Dios y te alegrarás y encontrarás la satisfacción suprema: Hablar con el Rey de Reyes y Señor de Señores.

Ora conmigo.

“Padre mío, me comprometo a cuidar el altar de oración. Me comprometo a pelear por cuidar nuestra comunicación día a día. Recibo Tu gracia el día de hoy, esa porción gloriosa de Tu bondad que me hará caminar en santidad, en integridad y entendimiento el día de hoy, en el nombre de Jesús, amén".

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