Inmune Al Temor – Semana 5Sample
El refugio de Su presencia
Incluso en circunstancias extremas, en medio de la confusión y el caos, puede permanecer escondido en Cristo, protegido y a salvo en una fortaleza impenetrable con muros de miles de kilómetros de grosor. Él es un jardín tranquilo y privado en medio del caos que se produce afuera. Él mantendrá su espíritu estable como si realmente no estuviera bajo condiciones tan extremas. “No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá a manantiales de aguas” (Isaías 49:10). ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo es posible que nuestro momento de más vulnerabilidad sea también nuestro momento de más protección y prosperidad? Porque Dios “es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmos 46:1).
“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada” (Salmos 91:1-10).
Piénselo. ¿Cuándo fue la primera vez que Dios prometió que estaría con Su pueblo? ¿Cuándo estableció Su presencia en medio de ellos? ¿Cuándo dio instrucciones específicas para construir Su tabernáculo en medio del campamento? ¡En el desierto! Fue allí donde inauguró el despliegue de Su presencia, personal y permanente, con Israel. Hasta el día de hoy, los judíos celebran la “Fiesta de las Cabañas”: un festival en el que celebran la temporada en la que vivieron en tiendas de campaña en el desierto y Dios vivía en una tienda en medio de ellos. El desierto no es un lugar en el que Dios está ausente; es un lugar en el que Él establece Su presencia de una manera fresca y nueva. ¡El lugar de Su presencia es con usted! Donde usted está, ¡Él es Su refugio y fortaleza!
La gente a menudo dice que la presencia de Dios es más real en su alma en medio de momentos de dificultad que cuando todo es normal. En medio de mucho dolor y sufrimiento, llegan a conocer la presencia de Jesús de manera más profunda, poderosa y personal de lo que habían experimentado hasta entonces. Sin importar cuán desanimado pueda sentirse, levántese y busque al Señor. Haga de Su fidelidad su escudo y refugio, y envuélvase en Su verdad y Su amor. Pase tiempo en Su presencia y en Su Palabra, y sepa que está escondido en una poderosa fortaleza a la que la oscuridad no puede acceder.
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmos 23:4-6).
Scripture
About this Plan
El temor siempre parece justificado en el momento. Pero, cuando miramos atrás a lo largo de nuestras vidas a las cosas que solían preocuparnos, se hace evidente rápidamente que teníamos que haber tomado más riesgos por el Señor. El temor nunca es una buena excusa para no hacer la voluntad de Dios.
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