¿Para Qué Estamos en La Tierra?Sample
DIA 2 - POR AMOR
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”.Juan 3:16 NVI
En uno de mis primeros paseos por la ciudad de València, España, recuerdo que, caminando por una de las calles de esta hermosa ciudad, vi un cartel con este versículo, escrito con letras gigantes, de manera que nadie pudiera pasar despistado por él sin leerlo. Confieso que mi primera reacción fue una mezcla de asombro y gratitud; y luego pensé: ¡Hay amor en València!
Jesús es la mayor expresión del amor de Dios por Su creación.
Quizá lo que te voy a decir seguramente lo habrás escuchado una y otra vez en alguna prédica y puede ser que hasta hayas hecho un esfuerzo en el intento de imaginar tal situación leyendo este versículo, pero los que somos padres, ni se nos ocurriría entregar a uno de nuestros hijos o a nuestro único hijo, en favor de otros. Sobrepasa toda y cualquier capacidad humana, el intento de entender tremendo acto de amor, simplemente porque ¡somos limitados!
Solemos pensar que el amor es un sentimiento, pero nos equivocamos si así pensamos. Dios ha enseñado por medio del sacrificio de su único Hijo en favor de nuestros pecados, que el amor es una cuestión de elección, y ¿por qué no sacrificio?
Dios, que nos creó y nos conoce mejor que a nadie, sabe que el amor es parte fundamental en el desarrollo humano, porque trae seguridad, afirmación, aceptación, identidad, integridad, dignidad y hasta confrontación. Es sabido que las personas que crecen en un hogar donde hay amor, son emocionalmente más seguras y consiguen hacer mejores elecciones. Quizá esta puede no ser la realidad de muchos de nosotros, pero tampoco una historia diferente de lo que sería lo ideal, sirve como excusa, porque es justo ahí donde el sacrificio de Jesús entra para cambiar nuestra historia. Este amor está siempre disponible para los que deciden recibirlo.
Mira lo que dice 1 Juan 3:1 “¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que senos llame hijos de Dios!”¡Y lo somos!
Cuando recibimos este amor, inmediatamente pasamos a pertenecer a la familia de Dios con todos los privilegios de un hijo legítimo. Y aquí quiero decirte algo, no es lo mismo aceptar que recibir. Podemos decir que aceptamos a Jesús como nuestro salvador y hasta estar asistiendo y sirviendo en una iglesia local, y, aun así, seguir igual que antes. Solamente cuando nos entregamos verdaderamente, abriendo nuestro corazón para este amor, es que nuestra vida cambia y recibimos sanación para cada área lastimada de nuestra vida, pasando a vivir como un hijo amado de Dios.
Si esta es tu condición hoy, quiero decirte que hay amor para tu vida, fuiste amado desde antes de tu nacimiento, independientemente de tu historia, Dios no se ha equivocado en nada. Recuerda que el amor es una elección tanto para darlo como para recibirlo.
Te invito a que ores renunciando todo pensamiento de orfandad que hay en tu mente, recibiendo ahora tu filiación legítima como hijo de Dios. Nada puede cambiar esta verdad en tu vida.
Oramos: Por nuestros proyectos misioneros en África - Guinea Bisau (Escuelas esperanza, escuela de deportes, audio biblias).
Scripture
About this Plan
Fuimos creados para ser parte de algo más grande que vivir para uno mismo; llamados a establecer el Reino de Dios en la tierra, por medio de la Gran Comisión. A lo largo de este devocional con enfoque en misiones, seremos despertados por el Espíritu Santo para ser sus testigos tanto en Jerusalén, como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
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