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Antes de que un ejército luche con un enemigo, primero debe saber a quién se va a enfrentar y contra qué tipo de armas luchará. Si ignora las capacidades y el armamento de su enemigo, lo único que conseguirá es perder la batalla. Por esta razón se gasta tanto dinero en espiar al adversario. Fallar en esto puede resultar muy costoso.

Sin embargo, muchas veces los creyentes ignoran al diablo pensando que, al hacerlo, no serán atacados, o que es algo por lo que ellos no deben preocuparse. Pero él es nuestro adversario, y debemos saber cuáles son las armas que utiliza en su guerra.

Nuestra batalla es contra el diablo y su ejército. Él es nuestro enemigo. ¿Debemos entonces hablar de él? ¡Por supuesto!

El diablo es un enemigo derrotado, pero es importante que la Iglesia entienda ciertas cosas sobre el adversario. Una cosa es glorificarlo viendo demonios por todas partes, y otra muy distinta es ignorarlo. Es muy peligroso creer que somos totalmente inmunes a sus ataques. Suponer que Satanás no puede tocarnos es un riesgo. Él no puede afectarnos si estamos plantados en la Palabra.

Debemos vivir en santidad, firmes en la Palabra de Dios, porque el diablo puede vencernos si vivimos despreocupadamente.

Una de sus principales armas es inculcar temor en los que tenemos la intención de exponerlo o confrontarlo. Pero todo aquel que le resiste, debería saber que está autorizado por Dios para darle órdenes en el nombre de Jesús. Quizá él presente temor en muchos aspectos y manifestaciones con la intención de amedrentarnos, pero el diablo es un mentiroso y no puede ignorar o desobedecer la autoridad en el nombre de Jesús.

Muchas veces, el diablo interviene e intenta intimidarme diciendo: “Tú no puedes conmigo”. En ocasiones, se cruza por la plataforma mientras estoy predicando u orando, para gritarme que no puedo ir contra él. Mi respuesta es siempre la misma: “Yo no puedo, pero el que está conmigo sí puede, Él puede. ¡Aleluya! En el nombre de Jesús, ¡vete, Satanás!”. Esta es la autoridad que Dios nos ha dado para hacer Su obra.