La Biblia en un AñoSample

Reflexión: NO HAY ACEPCIÓN DE PERSONAS

"Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre" (2 Crónicas 14:11).

Vivimos en un mundo en el que es tan clara y evidente la acepción de personas, constantemente vemos la diferencia que se hace entre una persona y otra. Aun la indiferencia se hace manifiesta frente a aquel que es distinto o no “encaja” en ciertos estándares. Esta sociedad les entrega valor a las personas no por lo que son, sino por lo que tienen. La persona famosa o adinerada muchas veces es favorecida por su condición.

Cuando llegamos al camino del Señor descubrimos que Dios nos ama a todos por igual y que en Jesús todos somos uno, sin diferencia entre el poderoso y el que no lo es. Todos estamos en el mismo nivel, sea cual sea nuestra condición. Esto nos permite buscar a Dios sabiendo que Él no nos mira como el mundo nos ve, sino de acuerdo con sus propios parámetros. Cada persona, según su condición, tiene necesidades diferentes. Pero la necesidad, lo que aflige al alma, es lo que nos lleva a buscar la ayuda divina. Cada uno de nosotros somos importantes para Él.

Desafío: Por más que el mundo no te valore, ¡para Dios significas mucho! No te menosprecies por tu condición, entrégale a Él tu necesidad y pídele que haga un milagro.