No Sé Si DeboSample
¿ME ESCLAVIZA O LO VIVO EN LIBERTAD?
Nuestros ídolos hoy no tienen el aspecto de imágenes representando a alguna divinidad. Eso pasó a la historia en buena parte, y por eso hoy seguimos pensando que somos tremendamente libres y no estamos sujetos a nada ni a nadie. Sin embargo, en pocas o ninguna época eso ha sido más falso que ahora.
Como psicóloga, no dejo de sorprenderme a diario (quizá no debería) de cuántas formas tenemos de agarrarnos dependientemente de todo, también personas. Atrás quedó la concepción clásica de las adicciones, por las que hacía falta fumar, inyectarse o beber lo que fuera para engancharse a ello. Hoy sabemos que LITERALMENTE CUALQUIER COSA tiene poder adictivo sobre nosotros, y eso debería cambiar completamente la visión que tenemos sobre lo que nos gobierna y, por extensión, lo que adoramos.
Piensa en lo que te gusta. Ahora detente en lo que, además, te encanta, deseas... o incluso crees que necesitas. La línea separadora es verdaderamente fina y difusa, y mientras las dos primeras acciones se pueden mover en lo lícito, o incluso en lo conveniente y edificante, lo que necesitamos más allá de Dios está ya inserto en terreno idolátrico. Es la delgada línea roja entre la dosis terapéutica de algo –aunque como en medicina, de algunas cuestiones no hay tal cosa– y la dosis tóxica, peligrosa o mortal.
Si somos honestos, hemos convertido en necesidad mucho de lo que disfrutamos. Tanto es así que, si los perdiéramos o tuviéramos que prescindir de ello, no sabríamos muy bien cómo vivir. Tal es nuestra dependencia y sujeción a tales cosas. Entretenimiento, comodidades, salud, nuestra visión del mundo, personas... e incluso mucho que, siendo legítimo, conveniente y constructivo, termina ocupando un lugar que no le corresponde.
Cuando lo creado invade el trono del Creador, estamos en terreno de ídolos, y el paso de lo uno a lo otro es francamente sutil. De ahí el poder que tiene: no nos damos cuenta de que incluso la iglesia, la propia Biblia, la obra del Señor o el ministerio tienen el poder, si se lo permitimos, de ocupar un espacio que no es suyo. Igual sucede con la familia, tu ocupación, o esas cosas que anhelas y que no entiendes por qué el Señor no te da.
¿Lícito? ¿Conveniente? ¿Edificante? ¿Esclavizante?
Nos queda una pregunta más: ¿Es esta mi mejor ofrenda? La vemos el próximo día.
Scripture
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¿Tienes problemas para tomar decisiones? ¿Te cuesta elegir, en general, y especialmente porque quieres tomar un camino que esté alineado con la voluntad de Dios? En este plan devocional de 7 días vamos a explorar juntos algunas ideas prácticas que pueden ayudarte a tomar mejores decisiones que honren al Dios a quien servimos.
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