Mujeres De FortalezaSample
Canastas que Preservan Destinos
“Cuando ya no pudo ocultarlo más, tomó una canasta de juncos de papiro y la recubrió con brea y resina para hacerla resistente al agua. Después puso al niño en la canasta y la acomodó entre los juncos, a la orilla del río Nilo” (Éxodo 2:3 NTV).
Este relato de la Palabra toca profundamente mi corazón porque soy madre. Me conmueve cómo pudo sentirse esta mujer obedeciendo el mandato de Faraón de lanzar a su propio hijo al río. Entre la desesperación y el profundo amor por su bebé, esta osada mujer preparó la mejor canasta. La recubrió para que fuera resistente al agua y preservara con vida a su hermoso hijo, sin saber que estaba preservando el destino de un libertador.
Esta canasta llegó hasta el lugar donde estaba la hija de Faraón y ella al verlo tuvo compasión de él. Mientras tanto, la hermana de este bebé, quien estuvo observando que acontecería, propuso buscar una nodriza que criara este bebé y de pronto nuevamente este niño estaba en los brazos de su madre siendo pagada por la hija de Faraón para criar a Moisés.
Estoy segura de que la madre de Moisés jamás pensó que su hijo llegaría nuevamente a sus brazos. La canasta, que con lágrimas preparó, fue un instrumento divino para preservar la vida de quien sería un gran líder y libertador para el pueblo de Israel.
Aquellas que somos madres, tenemos la gran responsabilidad de preparar canastas que guarden el destino de nuestros hijos en medio de una sociedad que busca que lancemos a nuestros hijos en las corrientes de este mundo. La madre de Moisés procuró preparar esta canasta de tal forma que el agua no penetró, cubrió con brea las rendijas por donde podía penetrar el agua y mantuvo a su hijo flotando en medio del peligro
Tú y yo estamos llamadas a formar canastas y cubrir las rendijas para preservar una generación que ame a Dios por sobre todas las cosas. En medio de las corrientes de este mundo, si no estamos consientes de cubrir las rendijas, el agua de este mundo va a hundir nuestra heredad.
La tarea de preparar canastas es una tarea diaria, constante, e incluso agotadora. Te animo a no dejar de cubrir las rendijas para guardar de la herencia que Dios te ha entregado. Con la ayuda del Espíritu Santo, instruyendo con la sabiduría que viene de la Palabra de Dios y la oración, levantaremos hombres y mujeres que amen a Dios, con un carácter probado, dispuestos a desafiar la cultura de este mundo y establecer la cultura del Reino de Dios.
En este día, es mi oración que seas fortalecida para esta tarea diaria. Muchas veces nos podemos sentir frustradas, cansadas e inseguras de cómo estamos haciendo nuestra labor como madres. En tus manos está la muestra de amor más grande que Dios nos pudo otorgar como mujeres. Si Dios lo ha colocado en tus manos, es porque tienes la capacidad para hacerlo en Su nombre. Confía en que Dios te dará la ayuda y la sabiduría que necesitas. Has sido llamada a preparar una hermosa canasta que preserva un gran destino. Busca la brea y preserva tu generación.
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About this Plan
Este plan pretende fortalecer a la mujer a través de las historias de estas mujeres en la Palabra de Dios. Cuando indaguemos sus vidas y cómo manejaron sus problemas, encontraremos sabiduría para enfrentar situaciones cotidianas y descubriremos que sus vidas son muy similares a las nuestras. Dios desea que cada mujer se vista de Su fortaleza, una mujer de carácter, que mantiene su dignidad y enfrenta confiada el futuro.
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