Confiando en Dios a Pesar del SufrimientoSample
Leer: Salmo 145
DEVOCIONAL: Salmo 145:2–3
Todos los días te alabaré. Alabaré tu nombre continuamente. El Señor es grande y ciertamente digno de alabanza. Nadie puede imaginar su grandeza.
Hay tantas cosas que experimentamos que nos causan dolor. Anhelamos sanidad, anhelamos que nuestro quebrantamiento sea restaurado y clamamos a Dios en nuestro dolor. Hemos aprendido mucho sobre la práctica del lamento en las últimas cuatro semanas. Hemos visto cómo Dios quiere escuchar nuestros gritos de dolor. Dios quiere que compartamos nuestro dolor con Él. Pero Él también desea nuestra confianza y nuestra alabanza.
Dios es digno de alabanza. Él solo nos ha salvado. Él solo nos ha redimido. Y sólo Él sigue mostrándonos Su amor leal.
La alabanza cambia nuestro enfoque de nuestra situación a nuestro Dios. La alabanza alinea nuestras mentes y corazones con la verdad sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre nuestra situación. Como dice el salmista, “nadie puede medir su grandeza” (Salmo 145:3). Podemos alabar lo que sabemos de Su carácter y lo que le hemos visto hacer. Podemos declarar Su grandeza sobre nuestras circunstancias, seguras de que no importa lo que enfrentemos, nuestro Dios siempre es soberano y tiene el control.
¿Cómo puedes alabarlo hoy? Si la alabanza parece demasiado difícil, lee en voz alta la declaración del salmista en el Salmo 145. Declara tu alabanza a Él, incluso si no tiene ganas. Alabar a Dios no es solo un acto de adoración, es un acto de fe. Cuando declaramos Su bondad sin importar lo que estemos enfrentando, aumentamos nuestra fe en Él. La alabanza eleva nuestros ojos hacia Él. Nos permite recordar los notables actos de Su fidelidad en nuestro pasado para que podamos confiar en Él para los notables actos de fidelidad en nuestro futuro.
¿Qué ha hecho Dios por ti? ¿De qué maneras específicas has visto Su fidelidad? Alábalo por estas cosas. Cree que seguirá mostrándote Su fidelidad en el futuro. Al concluir nuestro estudio, recuerda que el lamento es una práctica. Es algo que seguiremos desarrollando y descubriendo a lo largo de nuestra vida de fe. Derramar nuestro corazón a Dios es un acto de fe. Confiar en Él vuelve nuestra mirada a Su poder y carácter amoroso. Y declarando Su alabanza es como tranquilizamos nuestros corazones, creyendo que no importa lo que enfrentemos en la tierra, nada puede compararse con la gloria que vendrá cuando estemos con Él en la eternidad. ¡Que todos los que viven alaben Su santo nombre para siempre!
Scripture
About this Plan
El sufrimiento es un huésped no deseado en nuestras vidas. Irrumpe sin previo aviso, causando estragos en nuestras relaciones, salud y finanzas. Nunca sabemos cuándo se irá y nos hace dudar de la bondad de Dios y cuestionar si Él es digno de confianza o no. En este estudio de cuatro semanas, aprenderás que está bien clamar a Dios en medio del sufrimiento, como David, Jeremías y Pablo.
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