Confiando en Dios a Pesar del SufrimientoSample
Leer: Salmo 106
DEVOCIONAL: Salmo 106:48
El Señor Dios de Israel merece alabanza, en el futuro y para siempre. Que toda la gente diga: “¡Estamos de acuerdo! ¡Alabado sea el Señor!”
El Salmo 106 es un hermoso ejemplo de alabanza y confianza en Dios. El salmista incluye un registro largo y detallado de los tratos de Dios con Israel. Recuerda la forma en que Dios salvó a su pueblo en el desierto. Reconoce el cuidado de Dios por ellos cuando tenían hambre y sed y clamaban a Él en angustia. Recuerda las formas en que Dios satisfizo su hambre y los libró de sus enemigos. Cuando el pueblo pecó, enfrentó las consecuencias de su pecado y experimentó la ira de Dios. Pero Dios nunca los dejó. Siempre estaba haciendo actos asombrosos en Su nombre, rescatándolos cada vez que necesitaban ayuda desesperadamente.
Hay momentos en que nuestro dolor es el resultado de nuestro pecado. Hay momentos en que nuestro dolor es causado por el pecado de otra persona. Y hay momentos en que el dolor es el resultado de nuestro mundo roto.
El arrepentimiento es un aspecto crucial del lamento. Si bien nuestra situación inmediata puede no ser el resultado de actos pecaminosos, todas somos pecadoras que necesitamos la gracia de Dios. Cuando nos arrepentimos, recordamos nuestra propia impotencia así como el poder de Dios para salvarnos. Sin Él, estaríamos perdidas en la oscuridad total, tragadas por nuestro pecado y esperando nada más que la muerte. Sin embargo, si estamos en Cristo, ¡tenemos una esperanza increíble! El arrepentimiento nos recuerda nuestro estado caído y pecaminoso, nuestro Salvador misericordioso y nuestra esperanza eterna en Él. Nos lleva a ofrecer alabanza porque recordamos la bondad, la fidelidad, el poder y la misericordia de nuestro gran Dios.
Nuestro Dios es bueno. Su amor leal perdura. Él es poderoso y todas sus obras son dignas de alabanza. Él recuerda a Su pueblo. Incluso en nuestro pecado, Él se acuerda de nosotros.
Él escucha nuestros gritos de ayuda. Y Él nos asiste.
Sólo Él es lo que esperamos. Sólo Él nos da todo lo que necesitamos. Mientras buscamos en Él el perdón y la redención, nuestra esperanza está en Su obra consumada en la cruz, no en nuestras propias buenas obras o en la falta de sufrimiento.
Nuestro lamento incluye arrepentimiento, confianza y alabanza: reconocer nuestro pecado, confiar en el sacrificio de Jesús y alabar a Dios por la vida eterna que tenemos en Cristo. Sólo Él es digno de alabanza. Al recordar Sus obras poderosas y Su carácter fiel, que nuestras vidas lo alaben continuamente.
Scripture
About this Plan
El sufrimiento es un huésped no deseado en nuestras vidas. Irrumpe sin previo aviso, causando estragos en nuestras relaciones, salud y finanzas. Nunca sabemos cuándo se irá y nos hace dudar de la bondad de Dios y cuestionar si Él es digno de confianza o no. En este estudio de cuatro semanas, aprenderás que está bien clamar a Dios en medio del sufrimiento, como David, Jeremías y Pablo.
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