El Buen Pastor, inspirado en el Salmo 23Sample
Dios hace la obra:
Una invitación al descanso
Mary Jo Pierce
“Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar”. Mateo 11:28, TLA
Estaba sentada, impaciente, en la clínica, fría y solemne del doctor. Lo único que me consolaba eran las escrituras en la pared. Con seguridad, el millar de análisis que me habían hecho darían finalmente algunas respuestas a la inexplicable fatiga, la preocupación, las palpitaciones, la falta de sueño y otros síntomas con los que había estado lidiando durante demasiado tiempo ya. Me sorprendió, pero sentí alivio cuando el médico me dijo que todos mis exámenes habían salido negativos. No había nada malo físicamente en mí. Después de hacer algunas preguntas, el médico sacó un bloc de recetas y dibujó un rectángulo con muchas líneas que se alargaban de un borde del papel al otro. Me dijo que el rectángulo me representaba a mí. Su diagnóstico: “Estás viviendo sin márgenes”.
Las palabras del médico me abrieron los ojos a la realidad, y yo estaba muy agradecida por esta receta tan oportuna. Mi cansancio físico era producto de servir a Dios con una pasión que se estaba anticipando a sus planes y propósitos. Mi patrón de decir “sí” a todo no estaba santificado, era justo eso: un patrón sin bendición. Lo incesante del calendario que regía mi vida tenía que detenerse. Yo sabía que estaba lidiando con un problema espiritual que podía ser sanado en la presencia de Dios.
Empecé a estudiar las Escrituras en busca de respuesta concretas al caos en el que me había metido. “En lugares de verdes pastos me hace descansar” (Salmo 23:2). Mi dirección espiritual no estaba en “Verdes Pastos”; yo vivía en la Calle del Quemado y Exhausto”.
Así que mi sillón de oración se volvió un lugar de descanso en vez de un lugar de lucha. Mis oraciones pasaron de una preocupación injustificada a una carga justificada. Luego, el Espíritu Santo me mostró un patrón de tres pasos para reunirme con Él.
- Estar totalmente presente: hacer a un lado las distracciones, las decepciones y las angustias; yo hacía una pausa hasta estar completamente presente.
- Estar completamente en su Presencia: yo descansaba y acogía su presencia antes de leer las Escrituras, orar o escribir en mi diario.
- Estar completamente satisfecha: no me iba hasta sentir un “amén” en mi espíritu. No siempre recibía respuestas, indicaciones o momentos reveladores, pero sí había una sensación de habernos reunido cara a cara.
Este modelo de tres pasos podía darse en cinco minutos o en tres horas. Y aprendí que se podía repetir a lo largo del día, en cualquier momento y en cualquier lugar. ¡Mi tiempo con Dios se convirtió en un proceso continuo de descansar en verdes pastos!
Fue poco después de haber empezado mi búsqueda de las respuestas de Dios para mi vida sin límites cuando Él interrumpió mis pensamientos: Yo reclamo tus noches. Esta santa interrupción creó de inmediato una sensación de paz y ubicación en mi corazón. Dios deseaba hablar acerca de algo más importante para Él, y a la larga, también para mí: mí día a día, o más bien, mi rutina del día a la noche. Verás, yo soy lo que el diccionario, y todo el mundo, describe como nocturna. Yo cobro vida a las diez de la noche. Me gusta la paz y la quietud de una casa donde todos, incluso mis perros, están dormidos. A decir verdad, yo atesoro mi tiempo nocturno. Es en esas horas de tarde en la noche que mi listado de cosas por hacer, pero sin terminar, se desvanece en “pensaré en eso mañana”. Después de todo, mañana será otro día. Así que cuando me volví más intencional acerca de ese momento, lentamente pero a paso firme, mis noches a solas tomaron una paz que yo no había conocido. Empecé a llenar esas últimas horas con cosas que me avivaban: hacer caligrafía, hornear, leer y escribir.
A medida que continuaba mi conversación con Dios, no me sorprendí cuando Él quiso hablar del Sabat. Tampoco cuando tuve que corregir el rumbo para poder obedecer este mandamiento. La sorpresa llegó al investigar la manera de pensar judía sobre el Sabat. Aprendí que este día especial, apartado, se celebra desde el viernes por la noche hasta el sábado por la noche, pero la emoción continúa a lo largo de la semana. De miércoles a viernes, uno planifica y anticipa. Luego, de domingo a martes, asimila el gozo y las bendiciones de este día especial y santificado (Éxodo 20:8).
Con la ayuda de Dios cambié mi domicilio espiritual de donde no había margen a uno que tenía espacio para que Él marcara el ritmo. “Ven a mí. Apártate conmigo y recuperarás tu vida. Te mostraré cómo tomar un descanso verdadero” (Mateo 11:28, The Message, traducción libre). Esta invitación es para ti y para mí. Es una invitación a estar igualmente unidos a Él y para encontrar el descanso sustentable que solo Él provee. Sus caminos son, sin duda alguna, los pastos más verdes.
ORACIÓN
Abba, qué Padre tan bueno eres. Jesús, qué Pastor tan bueno eres. Espíritu Santo, qué Maestro tan bueno eres. A ti te importa mi cuerpo, mi alma y mi espíritu; es muy evidente. Por favor, perdóname por no administrar mi cuerpo como debiera. Estoy comprometida a escuchar y aceptar tu invitación a descansar diariamente en verdes pastos. En el nombre de Jesús, amén.
PARA MEDITAR
- ¿Tu calendario refleja el ritmo que Dios diseñó para un cuerpo, una mente y un espíritu sanos?
- Pídele a Dios que te hable sobre las áreas de tu vida y de tus relaciones que están fuera de orden.
- Busca la dirección de Dios para tener el punto de vista del Sabat, que es un descanso diario en Él.
- Agradece a Dios por el cuidado que tiene de ti y por estar atento a cada detalle de tu vida.
Espíritu Santo, ¿qué es lo que me estás diciendo hoy?
VERSÍCULOS PARA MEMORIZAR
En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de Su nombre. Salmo 23:2-3
About this Plan
Jesús es el Buen Pastor, quien provee todo lo que necesitamos. Este devocional de 31 días está centrado en un pasaje de la Escritura que ha sido una fuente de fortaleza, paz y consuelo: el Salmo 23. En cada día del recorrido a través de este salmo tan preciado, tendrás la oportunidad de reflexionar sobre las muchas maneras en que Jesús demuestra su amor y su bondad en nuestra vida.
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