La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample
Cómo superar tus temores
La *Generación Y* (personas nacidas entre 1981 y 2000) también es conocida como *«generación del miedo».* En una de sus canciones más populares, *El temor*, Lily Allen canta: «Ya no sé lo que es correcto ni lo que es real... Porque *estoy dominada por el temor*». La palabra «temor» conlleva dos sentidos en la Biblia, uno saludable y otro que no lo es. En el buen sentido del término suele utilizarse en el contexto del respeto por Dios y, a veces, también en el respeto por la gente (en especial ante quienes están en autoridad). En el mal sentido significa estar aterrorizados. Se supone que tememos a Dios (en el buen sentido) y no nos asustamos de nadie ni de nada más. Mucha gente hoy en día vive de forma opuesta. No temen a Dios pero sus vidas están llenas del tipo equivocado de temor. ¿Cómo puedes vencer tus temores?Salmos 39:1-13
Sé sincero con respecto a tus temores
Todos experimentamos temor. Puedes tratar de suprimir y negar tus miedos o puedes ser sincero y abierto con respecto a ellos.
David se presenta ante Dios con ciertas preguntas apremiantes. Ha intentado estar en «silencio» y «callado» pero encontró que su «angustia iba en aumento» cuando no se comunicaba con Dios (v.2).
Ha comprendido cuánto de la vida humana se gasta en la ansiedad y el temor. El miedo suele ser sobre el dinero: «Ilusorias son las riquezas que amontona [el ser humano], pues no sabe quién se quedará con ellas» (v.6).
No obstante, la mayor parte de nuestros temores giran en torno al sufrimiento, la muerte y la brevedad de la vida (vv.4-5).
David está particularmente preocupado por el sufrimiento que ve a su alrededor y en su propia vida. No logra entender cómo Dios puede permitir algo así. Está tan indignado por las acciones de Dios que incluso ora del siguiente modo: «Deja ya de mirarme, dame un momento de respiro» (v.13, DHH).
En medio de la desesperación es saludable expresar tus preocupaciones y dolores ante Dios. Él entiende que el sufrimiento nos causará confusión y dolor. Pasó por lo peor de dichas experiencias por nosotros.
Este salmo ofrece la respuesta completa a estos temores sobre el sufrimiento. No obstante, justo en el núcleo del salmo, mientras David pone sus temores, angustias y frustraciones ante Dios, vemos que encuentra la respuesta en su relación con Dios. David declara al Señor: «¡Mi esperanza he puesto en ti!» (v.7). Y al final su oración es un reconocimiento de que depende completamente de Dios para obtener respuestas.
«Señor, escucha mi oración, atiende a mi clamor; no cierres tus oídos a mi llanto» (v.12).
Lucas 8:19-39
Sigue confiando en Jesús
Puede que haya momentos en tu vida cuando el temor parece abrumador. En ocasiones viene como la tormenta inesperada que experimentaron los discípulos (vv.22-25).
Esta sección comienza con una extraordinaria combinación de intimidad y asombro. Jesús dice de sus seguidores que aquellos «que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica» (v.21) tendrán una íntima relación con él y serán su «madre» y sus «hermanos» (v.21).
La intimidad y el «temor» (en el buen sentido) no son opuestos: se complementan el uno con el otro. Esto es cierto con respecto a las mejores relaciones, sea el matrimonio, las amistades íntimas o entre padres e hijos. La intimidad extraordinaria se combina con respeto saludable.
Los discípulos experimentaron dos tipos diferentes de temor cuando estuvieron en el lago con Jesús. Al desatarse una tormenta «corrían gran peligro» (v.23) y los discípulos tuvieron miedo. Despertaron a Jesús y gritaron: «¡Maestro, Maestro, nos vamos a ahogar!» (v.24a).
Jesús «se levantó y reprendió al viento y a las olas; la tormenta se apaciguó y todo quedó tranquilo» (v.24b). Preguntó a sus discípulos: «¿Dónde está la fe de ustedes?» (v.25a). De nuevo vemos el contraste entre el temor no saludable y la fe. Jesús expresó: «¿Qué pasó con su fe?» (v.25a, DHH).
La respuesta a su miedo es muy simple pero al mismo tiempo muy difícil de poner en práctica. He comprobado que se trata de una lección que he tenido que aprender una y otra vez. Por ello, en medio de tus miedos sigue confiando en Jesús, sigue poniendo tu confianza en él. En ocasiones Jesús calma la tormenta, como lo hizo aquí. Otras veces deja que la tormenta se desate y te calma a ti.
La respuesta de los discípulos a Jesús es de temor saludable: absoluto asombro (v.25b), maravilla y humildad en la presencia de Jesús. Se preguntan uno al otro: «¿Quién es este?» (v.25).
Su pregunta es contestada por el hombre poseído por demonios a quien Jesús sana. Jesús es el «Hijo del Dios Altísimo» (v.28).
Cuando aquellas personas que apacentaban cerdos vieron que el hombre recibió sanidad, «sentado a sus pies [de Jesús], vestido y en su sano juicio, tuvieron miedo» (v.35). Pidieron que Jesús se fuera «porque les había entrado mucho miedo» (v.37).
Este, de nuevo, era un tipo incorrecto de miedo. Tenían temor porque habían perdido cerdos valiosos. ¿Qué vendría a continuación? No podían ver el inmenso valor de la vida de una persona. Rechazaban a Jesús por miedo, pero él no tenía miedo de ellos ni de nadie.
Jesús tenía un enfoque interesante con respecto al seguimiento. El hombre que había estado poseído por demonios «le rogaba que le permitiera acompañarlo» (v.38). No obstante, el enfoque de Jesús fue invitarlo a contarle a los demás de forma directa lo que había sucedido con él. Jesús dice: «“Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti”. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él» (v.39).
Al encontrarse con Jesús se había encontrado con Dios. Lucas combina las expresiones «todo lo que Dios ha hecho por ti» (v.39a) y «lo mucho que Jesús había hecho por él» (v.39b). Jesús es Dios. Esta es la razón por la que en última instancia Jesús es la respuesta a todos nuestros temores no saludables. No te abrumes por el temor sino vence tu temor con Jesús.
Señor, dame un temor saludable: asombro, maravilla y humildad en la presencia de Jesús y una fe en Él que me libre de todos mis temores no saludables.
Números 29:12-31:24
Teme a Dios y a nada ni nadie más
Los episodios en este pasaje del Antiguo Testamento son profundamente impactantes para nuestros oídos modernos. Algunas partes del Antiguo Testamento parecen ser tan difíciles (por ejemplo, Números 31:15-18). No hay respuestas fáciles para estas cuestiones. A veces todo lo que podemos hacer es aferrarnos a lo que conocemos sobre el amor y la bondad de Dios, y confiar en que hay una respuesta aunque no la entendamos en plenitud.
Lo que podemos ver en estos episodios es que el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento tenía un temor de Dios muy saludable. No daban por sentado el acceso a su presencia. Sabían que su Dios de amor era un Dios de justicia que toma con seriedad el pecado y la rebelión (Números 31).
La clave para nosotros, como cristianos, es interpretar todo esto a la luz de Jesús:
- Jesús es el único sacrificio perfecto
El número decreciente de novillos sacrificados cada día (Números 29), de trece a siete y luego a uno, señala hacia el tiempo donde ya no se precisaría ningún sacrificio adicional. Jesús, el único sacrificio perfecto, abolió la necesidad de cualquier sacrificio suplementario.
- En Jesús no hay desigualdades
Estas regulaciones sobre los votos (Números 30) parecen tratar de proteger a las mujeres y evitar la discriminación en su contra. Debemos recordar que las sociedades más antiguas eran patriarcales y los hombres eran considerados los líderes de la familia. Por ello, estas regulaciones estaban probablemente diseñadas para proteger a las mujeres en situaciones donde se les impedía cumplir un voto que hubieran hecho.
No obstante, debemos leer esto con la lente del Nuevo Testamento, y en particular a través de las palabras del apóstol Pablo, quien afirma que en Cristo no hay desigualdades (Gálatas 3:28). Este pasaje en Números da respuesta a un contexto cultural; no establece un principio sobre cuestiones de género.
- Jesús dijo «ama a tus enemigos»
Al leer sobre la venganza de los madianitas se nos recuerda con cuánta seriedad Dios examina a quienes intentan apartar al pueblo del camino y evitar que siga a Dios. Parece que los madianitas habían tratado de hacer eso de forma deliberada, primero por medio del sexo y luego a través de la oposición militar (Números 31:16; ver también v.18).
Sin embargo, también debemos leer este acto de juicio con la lente de lo que dijo Jesús: «Amen a sus enemigos» (Mateo 5:44). La clave para todo esto es la cruz. En la cruz vemos nuevamente lo en serio que Dios se toma el pecado y el amplio alcance de su juicio. Pero también vemos que su mayor deseo es bendecirnos y redimirnos a todos.
Esto transforma nuestra respuesta ante pasajes como estos. Pablo enseña: «No tomen venganza» (Romanos 12:19). Hemos de llevar vidas de amor. Como señala San Juan: «Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el amor perfecto echa fuera el miedo» (1 Juan 4:18, DHH). Esta es la forma de vencer nuestros temores.
Señor, gracias porque no hay temor en el amor sino que el perfecto amor hecha fuera todo miedo. Ayúdame a amarte y a no tener miedo de nadie ni de nada.
Pippa Adds
Pippa añade:
Salmo 39:4
No quisiera orar como David oró pidiendo que Dios le mostrara el final de su vida y el número de sus días. Preferiría confiar en Dios sabiendo que cuando me llegue el momento de irme con Él será en el tiempo indicado. Pero soy consciente de cuán pasajera es la vida y cuán rápido transcurre. Esto hace que me pregunte: ¿Hago todo lo que debería hacer cada día?
References
**Notas:** Lily Allen, “The Fear” del álbum *It’s Not Me, It’s You* (2008), Compositores: Allen, Lily Rose / Kurstin, Greg. Lyrics © Universal Music Publishing Group, EMI Music PublishingAbout this Plan
¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.
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