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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DAY 216 OF 365

Unidad

Hace algunos años tuve una conversación con un amigo mío que no es cristiano, el cual me decía: «No lo entiendo. Ustedes protestantes y católicos me parecen exactamente iguales. Ambos tienen unos edificios que llaman iglesias que parecen iguales; ambos dicen la oración del Señor y hacen “cosas” con el vino y el pan. No tengo ni idea de en qué consiste su desacuerdo, pero sea lo que sea, es algo que no tiene nada que ver con mi vida. Mientras sigan peleando entre ustedes, no me interesa lo que tengan que ofrecer». Me di cuenta de lo dañina que es la falta de unidad para la iglesia y nuestro testimonio para el mundo. No es de extrañar que Jesús orara pidiendo «la perfección en la unidad» (Juan 17:23) y el apóstol Pablo sintiera apasionadamente que deberíamos estar «completamente unidos » (1 Corintios 1:10, RVA-2015). La unidad está en el núcleo de nuestra fe. Creemos en un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Hay unidad en la Trinidad. Por otro lado, la desunión ha sido la maldición de la humanidad desde que Adán y Eva cayeron en el pecado. Jesús murió para traer reconciliación y unidad. Gracias a Dios que hoy, en todo el mundo, estamos viendo una disminución de las barreras denominacionales y una gran unidad en la iglesia.

Proverbios 19:3-12

1. La unidad en las relaciones

En este pasaje se encuentra un proverbio que tiene una importancia máxima para la unidad en nuestras relaciones: «El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa» (v.11).

Este versículo me ha desafiado en muchos momentos de mi vida. Es fácil ofenderse y guardar cuenta del mal, así como buscar venganza. Si una ofensa es respondida así, puede llevar a la ruptura de una relación y acabar con una amistad.

Por otro lado, hay algo grandioso en el hecho de pasar por alto una ofensa, lo cual significa negarse a sentirse ofendido. Significa negarse a guardar cuenta del mal y a tomar venganza. Es difícil hacerlo, pero es crucial si queremos mantener la unidad en nuestras relaciones.

Señor, perdóname cuando me siento ofendido demasiado fácilmente. Gracias porque por medio de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, pasaste por alto mis ofensas. Ayúdame, por medio de ese mismo poder, a pasar por alto las ofensas de los demás.

1 Corintios 1:1-17

2. Unidad en torno a Jesús

Corinto era una gran ciudad cosmopolita que atraía gente de todas las naciones, culturas y religiones. En muchos sentidos, era similar a una ciudad como Londres. Era un centro para el comercio, las artes, el ocio, la literatura y la arquitectura. Era un lugar lleno de museos y teatros.

La gente de Corinto era rica, bebía abundantemente; eran libertinos sexualmente, por lo que la ciudad era famosa por su inmoralidad.

El año 50 d.C., Pablo fue a Corinto para plantar una iglesia. Se quedó donde sus amigos Priscila y Aquila. Consiguió un trabajo y comenzó a predicar el evangelio. Empezó una iglesia en una casa y se quedó por 18 meses, hasta la primavera del 52 d.C., momento en que dejó la iglesia a cargo de Apolo y se fue a plantar más iglesias.

Algún tiempo más tarde, Pablo recibió un informe que decía que en su ausencia habían estallado todo tipo de problemas, incluyendo la división en la iglesia. Unos cinco años más tarde, escribió esta epístola para intentar lidiar con algunos de aquellos problemas.

Las peleas y la desunión comenzaron muy pronto en la historia de la iglesia. En Corinto, parece que las diferentes facciones estaban divididas no tanto por la doctrina como por la disposición mental que tenían. En vez de estar unidos en Cristo, estaban divididos en facciones basadas simplemente en quién era el líder que más respetaban, ya fuera Pablo, Apolo o Pedro (Cefas) (vv.11–13).

Incluso antes de que Pablo comience su apelación a la unidad y el amor, podemos ver en su introducción y en los saludos cómo el tema de la unidad es algo que corre en lo profundo del pensamiento de Pablo. La base para la unidad es la persona de Jesús:

  • La relación con Jesús

Pablo escribe a «los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros» (v.2).

Todo cristiano que hay en el mundo es alguien que es santificado en Jesús y que invoca el nombre de nuestro Señor Jesús. Cristo no está dividido (v.13) y tampoco nosotros debemos estar divididos. Compartimos un mismo Señor. Estás llamados a la «fraternidad» (koinonia) con Jesús (v.9). Pasa tiempo hoy disfrutando su amistad; es la más profunda y e íntima relación posible. Koinonia es la palabra usada para la relación matrimonial. Todos amamos a Jesús profunda e íntimamente.

  • La gracia de Jesús

Pablo escribe: «Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. Siempre doy gracias a Dios por ustedes, pues él, en Cristo Jesús, les ha dado su gracia» (vv.3–4). Ser cristiano es experimentar la gracia de Dios que se te es dada en Jesucristo. ¡Eres amado! La gracia significa un amor inmerecido, el cual se muestra primordialmente y se hace posible por medio de la muerte de Jesucristo por cada uno de nosotros. Cada cristiano del mundo, de cada iglesia y denominación, es alguien por quien Cristo murió. Su gracia es la base de nuestra unidad.

  • El Espíritu de Jesús

Pablo escribe a los Corintos: «De modo que no les falta ningún don espiritual» (v.7a). El Espíritu de Jesucristo vive en todo cristiano. Pablo prosigue exponiendo en su carta cómo cada uno de nosotros tiene dones espirituales, porque tenemos el Espíritu Santo que vive en nosotros. Todo cristiano en el mundo tiene el Espíritu Santo viviendo en él igual que vive en ti.

  • La esperanza en Jesús

Pablo continua diciendo: «Mientras esperan con ansias que se manifieste nuestro Señor Jesucristo. Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de nuestro Señor Jesucristo» (vv.7b–8). Todos esperamos el regreso de Jesús. Un día, seremos unidos por completo en él. Entre tanto, tenemos una esperanza común.

Pablo tiene pasión por esta unidad. Escribe: «Los exhorto, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que se pongan de acuerdo y que no haya más disensiones entre ustedes, sino que estén perfectamente unidos en la misma mente y en el mismo parecer» (v.10).

No se contenta con una unidad superficial, sino que llama a la unidad perfecta. Puede que no veamos la unidad completa de la iglesia en el tiempo de nuestra vida, pero no debemos conformarnos con menos. Ora por ello y busca hacer todo lo que puedas para hacerla posible. Jesús oró para que seamos llevados a la unidad completa (Juan 17:20–21).

Señor, oro por la unidad en nuestra iglesia local y en la iglesia alrededor del mundo. Gracias porque vemos signos visibles de una mayor unidad. Que seamos llevados a la unidad completa para que el mundo crea en ti.

1 Crónicas 16:37-18:17

3. La unidad bajo un Rey

El deseo de Dios ha sido siempre la unidad entre Su pueblo. Igual que vemos Su deseo de unidad para Su pueblo en el Nuevo Testamento, también vemos en el Antiguo Testamento cómo deseó la unidad para el pueblo de Dios.

Por desgracia, la historia del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento es una historia de desunión. Solo hubo un período en la historia de Israel en el que se diera lo que parecía una unión real. Era el periodo del que ahora leemos en el libro de Crónicas. David unió a «todo Israel» (18:14).

Aquel fue un periodo de gran bendición para el pueblo de Dios. Natán le dijo a David: «Haga Su Majestad lo que su corazón le dicte, pues Dios está con usted» (17:2). «En todas las campañas de David, el Señor le daba la victoria» (18:6b). «David reinó sobre todo Israel, gobernando al pueblo entero con justicia y rectitud» (v.14).

Esta unidad continuó en el reino de Salomón. El cronista ve la unidad de este período como el ideal. Al escribir cientos de años después, no veía con ingenuidad las caídas del rey David y tampoco fue lento en señalar las tentaciones de Salomón que aceleraron el final de aquella época dorada: tentaciones de oro, caballos y muchas mujeres (ver Deuteronomio 17).

Después de cientos de años de desunión, espera que Israel tenga un día un rey que pueda hacer lo que ni siquiera David y Salomón pudieron hacer completamente. Anhela un rey que traiga, entre otras cosas, una unidad total y permanente para el pueblo de Dios. El cumplimiento llegó, pero no mediante un rey terrenal sino mediante uno celestial.

Señor Jesús, eres el Rey Ungido, que cumpliste con creces las expectativas de Israel. Gracias porque tienes el poder para unir a toda la raza humana bajo tu señorío. Gracias porque un día veremos esa unidad.

Pippa Adds

1 Corintios 1:8

«Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de nuestro Señor Jesucristo».

Tiendo a ponerme un poco nerviosa al pensar en el día del juicio final. Pero me da mucho ánimo saber que Jesús nos mantendrá «fuertes hasta el final».

References

Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, Inc

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La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.

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