La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample
Tu llamado es irrevocable
Mi padre —como muchos judíos— nunca vivió en Israel. El pueblo judío estaba esparcido por todo el mundo. En 1947 se restableció el estado de Israel y hoy en día, alrededor de 7,5 millones de personas viven en Israel, de los cuales aproximadamente 6 millones son judíos. Hay muchos otros judíos todavía hoy dispersos alrededor del mundo. Me gusta la forma en que Eugene Peterson traduce el pasaje del Nuevo Testamento para hoy usando el término «conocedores» para el pueblo judío y «extranjeros» para el pueblo no judío. A lo largo de los años, muchas personas judías se han hecho cristianas. En realidad, todos los primeros cristianos eran judíos «conocedores». Pero ahora la inmensa mayoría de los cristianos son «extranjeros» no judíos. ¿Qué le depara el futuro a los «conocedores»? La clave de la comprensión que Pablo tenía del asunto está en Romanos 11:29 (NTV): «Pues los dones de Dios y su llamado son irrevocables». Como vemos en los pasajes de hoy, este es un tema que recorre toda la Biblia.Salmos 89:19-29
1. El pacto de Dios con Su pueblo durará para siempre
Vemos en el pacto con David que los dones de Dios y Su llamado son irrevocables.
Dios llamó «al mejor hombre» de Su pueblo (v.19c). Le dio regalos. Le brindó Su ayuda (v.19b). Lo ungió (v.20b). Le prometió que Su amor estaría con él (v.24a) y que él mantendría ese amor para siempre: «… mi pacto con él se mantendrá fiel. Afirmaré su dinastía y su trono para siempre, mientras el cielo exista» (vv.28b-29).
Esta promesa fue dada originalmente a David (2 Samuel 7:12-16) y repetida muchas veces. Luego, en el libro de Isaías, aquello que se le prometió a David, fue prometido a Israel: «Haré con ustedes un pacto eterno, conforme a mi constante amor por David» (Isaías 55:3b).
Pablo demuestra claramente que todo esto se ha cumplido en Jesús. Escribe: «Nosotros les anunciamos a ustedes las buenas nuevas respecto a la promesa hecha a nuestros antepasados. Dios nos la ha cumplido plenamente a nosotros, los descendientes de ellos, al resucitar a Jesús» (Hechos 13:32-33). A continuación cita Isaías 55: «Yo te daré las bendiciones santas y seguras prometidas a David» (Hechos 13:34).
Dios promete que mantendrá Su amor por ti para siempre y que —por medio de Jesús—, heredarás todas las bendiciones prometidas a David. Eres amado, eres ungido, Dios te dará fuerza y tu llamado es irrevocable.
Padre, gracias por Tu fiel amor. Hoy clamo a Ti: «Tú eres mi Padre, mi Dios, la roca de mi salvación» (Salmos 89:26).
Romanos 11:11-32
2. Las promesas de Dios a Israel prevalecerán
Como veíamos ayer en Romanos 11, Pablo responde a la pregunta: «¿Acaso rechazó Dios a su pueblo?», «¡De ninguna manera!»: «… porque las dádivas de Dios son irrevocables, como lo es también su llamamiento» (v.29). En palabras de The Message: «Los dones de Dios y el llamado de Dios están bajo garantía total: nunca cancelados, nunca rescindidos» (v.29, MSG).
Sin embargo, Pablo aún tiene que lidiar con la aparente realidad de que la mayoría no ha aceptado a Jesús. Habla de aquellos que «tropezaron» (v.11) y se han «endurecido» (v.25). Ahora son como ramas de olivo que han sido «desgajadas» (v.17). ¿Cómo puede encajar esto en las promesas inquebrantables que Dios ha hecho a los judíos?
- Primero, este endurecimiento fue solo parcial. Siempre ha habido un remanente, un resto, elegido por la gracia (vv.11-16).
- En segundo lugar, el endurecimiento fue fructífero, ya que trajo la riqueza a los gentiles. Como lo indica The Message: «Cuando salieron, dejaron la puerta abierta y los “extranjeros” entraron» (v.11, MSG).
- En tercer lugar, el endurecimiento fue temporal. «¿Acaso tropezaron para no volver a levantarse? ¡De ninguna manera!» (v.11). «Esta dureza por parte de los “conocedores” de Israel es algo temporal» (v.25, MSG). «Ahora bien, si su salida ha provocado esta llegada mundial de “extranjeros” no judíos al reino de Dios, ¡imaginen el efecto de su regreso! ¡Qué regreso a casa!» (v.12, MSG).
Este último punto es particularmente importante para Pablo, quien se preocupa apasionadamente por su gente. Con entusiasmo, anticipa la plena inclusión del pueblo de Israel (v.12). Continúa diciendo que «todo Israel será salvo» (v.26), aquí no nos dice «si esto sucede» sino «cuando esto suceda» (DHH). Utiliza un olivo como imagen de la nación judía (vv.17, 24). Cristo vino y la nación lo rechazó. El árbol fue cortado pero quedaron las raíces que el jardinero injertó en los gentiles (v.17).
Llegará el tiempo en que las ramas judías sean injertadas de vuelta (vv.23-24), entonces todo el árbol estará completo. Los gentiles crecen fuera del muñón: no apoyan la raíz (los judíos) pero la raíz los sostiene (v.18). Hay tres etapas sucesivas en el cumplimiento del plan divino de salvación:
- En primer lugar, la incredulidad de la mayor parte de Israel: «Algunas de las ramas han sido desgajadas» (v.17)
- En segundo lugar, la inclusión de muchos «extranjeros» a través de la fe en Jesús: «… tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado» (v.17)
- Tercero, la salvación de «todo Israel» (v.26)
Pero, ¿qué significa «todo Israel será salvo»? Algunos han argumentado que significa que Israel todavía puede ser salvo aparte de Cristo. Sin embargo, esta posición no es plausible. Pablo ha sostenido a lo largo de la epístola que Jesús es el camino de la salvación.
Otros han argumentado que significaba que toda la nación de Israel, incluyendo cada miembro, pondría su fe en Jesús. Sin embargo, «todo Israel» es una expresión recurrente en el Antiguo Testamento y en la literatura judía, la cual no necesariamente significa «todos los judíos sin excepción alguna», sino «Israel como un todo» (por ejemplo, 1 Samuel 7:5, 28:1; 1 Reyes 12:1; Daniel 9:11). Esto también encaja con el contexto de lo que Pablo está diciendo aquí en Romanos.
Pablo está considerando el trato de Dios con la nación como un todo. Así, «su plena restauración» (Romanos 11:12) debe entenderse en el mismo sentido que la plena restauración para los gentiles. La conversión a gran escala del mundo gentil tiene que seguir a la conversión a gran escala de Israel.
Pablo concluye: «De hecho, en otro tiempo ustedes fueron desobedientes a Dios; pero ahora, por la desobediencia de los israelitas, han sido objeto de su misericordia. Así mismo, estos que han desobedecido recibirán misericordia ahora, como resultado de la misericordia de Dios hacia ustedes. En fin, Dios ha sujetado a todos a la desobediencia, con el fin de tener misericordia de todos» (vv.30-32).
Gracias Señor, porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables. Ruego para que veamos pronto no solo una conversión a gran escala del mundo gentil sino también una conversión a gran escala del pueblo de Israel.
1 Crónicas 4:9-5:26
3. El carácter generoso de Dios y Sus bendiciones son inmutables
Dios tiene el control definitivo de la historia, Su llamado y Sus dones son irrevocables. En el Nuevo testamento se cumplió aquello que comenzó en el Antiguo. El cronista traza la historia de Israel desde sus comienzos, Dios es soberano: «la guerra era de Dios» (5:22, RVA-2015).
¿Significa esto que somos simples peones de un juego de ajedrez? ¿Somos simplemente piezas movidas alrededor del tablero de ajedrez de Dios sin ninguna opción o libre albedrío? De ningún modo.
Dios te incluye en Sus planes. Tus acciones marcan la diferencia ya sea para bien o para mal.
- Actos que deshonran
Nuestras acciones pueden hacer que perdamos la bendición de Dios: «Rubén era el primogénito, pero en la genealogía no fue reconocido como tal por haber profanado el lecho de su padre. Su derecho de primogenitura pasó a los hijos de José hijo de Israel» (v.1). Perdió una gran herencia porque no pudo controlar sus deseos.
Joyce Meyer escribe acerca de estos versículos: «Pídele a Dios que te ayude a percibir lo que es verdaderamente valioso y a no permitir que la lujuria de la carne o tus emociones te hagan perder una bendición».
- Persona de honor
Jabés, por otra parte, era un hombre honorable (4:9, NTV). La oración de Jabés marcó la diferencia: «… oró al Dios de Israel diciendo: «¡Ay, si tú me bendijeras y extendieras mi territorio! ¡Te ruego que estés conmigo en todo lo que haga, y líbrame de toda dificultad que me cause dolor!»; y Dios le concedió lo que pidió» (v.10, NTV).
Esta no es la oración más altruista de la Biblia; sin embargo, Dios la respondió. Jesús nos enseñó a orar, entre otras cosas para que nos diera «hoy nuestro pan cotidiano» (Mateo 6:11). Nuestra primera preocupación debe ser la gloria de Dios, Su reino y Su voluntad. Pero no está mal también pedir la bendición, la presencia, la protección y la sanación de Dios en nuestras propias vidas.
Del mismo modo, Dios le dio a su pueblo la victoria: «Por cuanto confiaban en Dios, clamaron a él en medio del combate, y Dios los ayudó» (1 Crónicas 5:20).
La batalla era de Dios (v.22) y Él tenía el control definitivo; pero, sus oraciones marcaron la diferencia.
Señor, gracias porque mi llamado es irrevocable. Gracias porque la batalla es Tuya. Gracias porque mis oraciones hacen y marcan la diferencia. Señor, te pido hoy por las batallas que enfrento...
Pippa Adds
1 Crónicas 4:9–10 (La oración de Jabés)
Probablemente hago demasiadas oraciones por mi familia y por mí. La oración de Jabés también suena egocéntrica; sin embargo, Dios parece haberla respondido.
References
Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, IncAbout this Plan
¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.
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