YouVersion Logo
Search Icon

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

DAY 188 OF 365

Los peligros del orgullo

Cuando estaba aún trabajando como abogado, recuerdo un caso que estaba seguro que iba a ganar. Estaba tan confiado que decidí que no valía la pena ni siquiera molestarse orando por ello o confiárselo al Señor. Tan pronto me disponía a hablar, el juez me preguntó si estaba al tanto de un caso que había sentado jurisprudencia muy recientemente, y yo no tenía ni idea de él. El resultado fue una derrota muy humillante. Como el pasaje de Proverbios de hoy advierte, tras el orgullo viene el fracaso. Avergonzado, pedí ayuda a Dios; leí aquel caso que el juez citó y escribí un dictamen diciendo que pensaba que la sentencia estaba equivocada y que habría de ser anulada en apelación. ¡Afortunadamente así fue! Pudimos repetir el juicio de primera instancia y ganar el caso. El abogado que me refirió el caso en lugar de juzgarme por mi error, quedó tan impresionado por el dictamen que había escrito que me envió muchos más casos. Aquello se convirtió en una doble lección: sobre los peligros del orgullo y también sobre la gracia extraordinaria de Dios y cómo «prosperarán; los que confían en el Señor» (Proverbios 16:20). Cada vez que me levanto para hablar en público, trato de no olvidar la lección que aprendí acerca de los peligros del orgullo y la autosuficiencia. Me gustaría decir que nunca he vuelto a cometer ese mismo error, pero es una lección que he tenido que volver a aprender varias veces. En inglés, la palabra «orgullo» puede tener un buen sentido. Por ejemplo, no diríamos que es malo que una persona se sienta orgullosa de sus hijos, o que se sienta orgullosa de su trabajo; sin embargo, cuando la Biblia habla de orgullo significa algo totalmente diferente y tiene connotaciones muy negativas.

Proverbios 16:18-27

1. Cultiva la humildad

Dios quiere que aprendas a caminar con humildad y bondad, no con arrogancia y orgullo. El orgullo precede al fracaso, en palabras de The Message: «El orgullo va delante de la destrucción; cuanto más grande es el ego, más dura es la caída» (v.18, MSG).

Se nos recuerda que «es mejor vivir humildemente con los pobres, que compartir el botín con los orgullosos» (v.19, NTV).

A veces, la falta de poder es muy frustrante cuando pensamos que sabemos cómo hacer avanzar mejor el reino de Dios. Sin embargo, Jesús tenía muy poco poder desde el punto de vista humano. Él era «humilde entre los humildes» (v.19, RVA-2015).

Lo contrario al orgullo es «la humildad de espíritu», la cual trae:

  • Prosperidad

La humildad significa estar dispuesto a aprender: «Los que están atentos a la instrucción prosperarán» (v.20a, NTV).

  • Felicidad

Es la humilde confianza en Dios: «El que atiende a la palabra prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor!» (v.20b).

  • Sanación

A diferencia de las palabras arrogantes de los orgullosos («el perverso hace planes malvados; en sus labios hay un fuego devorador», v.27), el humilde usa palabras agradables, («las palabras agradables son persuasivas», v.21b). «Las palabras amables son como la miel: dulces al alma y saludables para el cuerpo» (v.24, NTV).

Señor, ayúdame a permanecer siempre dependiente de Ti y a confiar en Ti.

Hechos 25:23-26:23

2. Sirve y testifica

¿Qué debes hacer si tienes la oportunidad de dar testimonio acerca de Jesús? ¿Cómo deberías contar tu historia? Vemos en este pasaje un gran ejemplo de qué hacer.

En su juicio, Pablo le cuenta al tribunal que Jesús le dio una comisión para servir: «Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo» (26:16). Así como Jesús «tampoco vino para ser servido sino para servir» (Marcos 10:45), todos somos llamados a ser siervos y testigos. Un testigo apunta humildemente más allá de sí mismo, Pablo humildemente señala a Jesús. Aquí vemos cómo cumple este llamado.

Pablo, en prisión y sometido a juicio, se encuentra cara a cara con el orgullo y «la gran pompa» cuando lo llevan ante Agripa y Berenice (Hechos 25:23). Tuvo que ser una experiencia muy desalentadora.

Pablo, una vez más, da su testimonio de manera simple y humilde. Es educado y respetuoso con el rey Agripa (26:2-3); se adapta a las costumbres y las convenciones sociales, y elige hábilmente las partes de su historia que son relevantes para su audiencia.

En la primera parte de su testimonio, Pablo usa mensajes en primera persona («yo») apuntando a sí mismo en contraposición a mensajes en segunda persona («usted»). Mientras que los mensajes de «usted» pueden parecer arrogantes y condescendientes, los mensajes de «yo» son a veces más efectivos, además de ser una forma menos amenazadora y más bondadosa de exponer algo.

Comenta que solía ser como ellos: «Pues bien, yo mismo estaba convencido de que debía hacer todo lo posible por combatir el nombre de Jesús de Nazaret. Eso es precisamente lo que hice en Jerusalén. […] metí en la cárcel a muchos de los santos y, cuando los mataban, yo manifestaba mi aprobación» (vv.9-10).

El mensaje implícito es: «Yo era como usted. Estaba lleno de orgullo, poder y pompa. Hice lo que usted está haciendo ahora. Perseguí a los cristianos como ahora usted me persigue».

Luego les cuenta cómo Jesús se le apareció y le señaló que al perseguir a los cristianos, en realidad estaba persiguiendo a Jesús. «Yo soy Jesús, a quien tú persigues» (v.15).

Jesús le dijo: «Te envío a estos para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados» (vv.17-18). A través de este poderoso mensaje en primera persona («yo») de su testimonio, Pablo está diciéndoles en realidad que viven en tinieblas, bajo el poder de Satanás y están necesitados de perdón por sus pecados.

No solo subraya sus necesidades, sino que también señala el camino hacia el perdón: «Prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras» (v.20). En efecto, les está diciendo a aquellas personas orgullosas y poderosas que «tienen que arrepentirse y volverse a Dios».

Y continúa diciendo: «Pero Dios me ha ayudado hasta hoy, y así me mantengo firme, testificando a grandes y pequeños» (v.22). Pablo estaba dispuesto a hablar a todos, a los poderosos y a los débiles.

El mensaje de Pablo estaba siempre centrado en Jesús, quien se le había aparecido en el camino a Damasco. Testifica que «el Cristo había de padecer, y […] ser el primero de la resurrección de los muertos» (v.23, RVA-2015).

Señor, ayúdame a aprovechar todas las oportunidades para hablarle a la gente acerca de Jesús y seguir su ejemplo de humilde servicio.

2 Reyes 14:23-15:38

3. Resiste el orgullo

Si por ejemplo tienes a alguien trabajando para ti, o si eres padre, o si estás en cualquier posición de liderar como voluntario; estás en una posición de poder.

El orgullo es una tentación que sufre en particular cualquier persona en una posición de poder, ya sea que el poder provenga del estatus, el éxito, la fama o la riqueza.

La historia de los reyes de Israel y Judá demuestra que es extremadamente difícil hacerse poderoso y resistir la tentación del orgullo. Durante este período, los reyes de Judá están mejor que los reyes de Israel. En Israel, rey tras rey hizo lo que ofende al Señor (14:24; 15:18, 24, 28), mientras que en Judá, Azarías y su hijo Jotán hicieron «lo que agrada al Señor» (15:3, 34).

Azarías es también conocido como Uzías (v.32). Conocemos algo más sobre él por otras partes del Antiguo Testamento (por ejemplo, Amós 1:1, Isaías 6:1 y 2 Crónicas 26:16-23).

Aquí leemos que aunque «hizo lo que agrada al Señor, […] pero no […] quitaron los altares paganos, […], el Señor castigó al rey con lepra hasta el día de su muerte» (2 Reyes 15:3-5). ¿Por qué su vida terminó en un caos tan grande?

El libro de Crónicas da la respuesta: «Con la poderosa ayuda de Dios, Uzías llegó a ser muy poderoso y su fama se extendió hasta muy lejos. Sin embargo, cuando aumentó su poder, Uzías se volvió arrogante, lo cual lo llevó a la desgracia. Se rebeló contra el Señor» (2 Crónicas 26:15-16).

Esto nos advierte que si Dios nos ha bendecido con éxito siempre hay una tentación de sentirnos orgullosos.

Señor, gracias por todas las advertencias de la Biblia, así como por todas las palabras de aliento que contiene. Ayúdame siempre a prestar atención a estas advertencias. Señor, soy totalmente dependiente de Ti. Ayúdame a mantener mis ojos siempre fijos en Jesús que era todopoderoso y sin embargo se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo (Filipenses 2:6-8).

Pippa Adds

Proverbios 16:18 (DHH)

Una vez me las arreglé para parquear en un pequeño espacio tras hacer una maniobra. Estaba bastante complacida conmigo misma, tanto que le dije a mi madre —quien estaba conmigo en el automóvil—, que yo era la que mejor parqueaba de nuestra familia e hice ciertos comentarios resentidos acerca de que las mujeres no son buenas parqueando. Más tarde, alguien me preguntó si podía ir a recoger algo. Me subí al auto —esta vez con un amigo— y regresamos a aquel lugar. El mismo espacio estaba libre. ¿Pero podría entrar allí? Me tomó cinco maniobras ¡y al final mi amigo se ofreció a ayudarme! Esto me sirvió mucho. ¡Tras el orgullo viene el fracaso!

References

Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, Inc

About this Plan

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022

¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.

More