La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2022Sample
Confía en el Señor
Uno de los mayores obstáculos para tener fe es el sufrimiento de los inocentes. Por lo general, es una de las primeras preguntas planteadas en los grupos pequeños de Alpha: «Si hay un Dios que nos ama, ¿por qué hay tanto sufrimiento en el mundo? ¿Cómo es que hay injusticia y opresión?». Estas son preguntas muy importantes y necesarias que no tienen una respuesta fácil. Sin embargo, Dios es capaz de salir a nuestro encuentro en medio de sufrimientos y luchas. De forma extraordinaria, la gente que ha pasado por un sufrimiento grande es a menudo la que tiene una fe más fuerte. Dan testimonio de la presencia de Dios con ellos, fortaleciéndolos y confortándolos en medio de su dolor. Mientras Betsie ten Boom yacía moribunda en el campo de concentración de Ravensbruck le dijo a su hermana Corrie: «Debemos decirles que no hay un hoyo tan profundo que supere a Dios en profundidad. Nos escucharán, Corrie, porque hemos estado aquí». La fe implica confiar en el Señor. En la Biblia, el pueblo de Dios tenía que lidiar con un mundo de sufrimiento, pero confiaron en el Señor a pesar de lo que vieron.Salmos 82:1-8
1. Confía en el Señor en medio de la injusticia y la opresión
¿Cómo respondemos a toda la injusticia que hay en el mundo? El salmista confía en que, en última instancia, Dios hará las cosas bien: «¡… tú eres el dueño de todas las naciones!» (v.8b, DHH).
Es una gran bendición vivir bajo un buen sistema de justicia. Es una terrible maldición vivir bajo jueces corruptos e incompetentes; pero en última instancia, Dios los llamará a rendir cuentas.
«Dios preside» sobre todas las demás expresiones de poder («dioses») (v.1). Confía en que Dios es «el presidente»: Él tiene finalmente el control.
Dios pone a todos los jueces en el banquillo. Como aparece en The Message: «¡Suficiente! Has corrompido la justicia lo suficiente» (vv.2, MSG). Pero la fe en la «presidencia» de Dios nunca debe conducir a la complacencia o a la pasividad. El salmista está apasionado por ver el mundo cambiado.
No solo debemos confiar en Dios, sino que también tenemos el deber de hacer todo lo posible para que se haga justicia. Debemos actuar en favor de los pobres: «Defiendan la causa del huérfano y del desvalido; al pobre y al oprimido háganles justicia. Salven al menesteroso y al necesitado; líbrenlos de la mano de los impíos» (vv.3-4).
Llegará el momento en que las cosas se arreglarán; la injusticia será eliminada y, por ejemplo, estaremos libres de gobiernos corruptos. El salmista ora: «Levántate, oh Dios, y juzga a la tierra» (v.8a).
Mientras también nosotros esperamos el juicio final de Dios, anticipemos esa justicia actuando ahora en favor de los pobres y oprimidos. Tenemos que plantear este mismo desafío a aquellos que están en el poder: «¿Hasta cuándo defenderán la injusticia y favorecerán a los impíos?».
Señor, gracias porque un día habrá justicia para todos y pondrás las cosas bien. Mientras tanto, ayúdame a actuar en nombre de los pobres y oprimidos de nuestro mundo.
Hechos 27:13-44
2. Confía en el Señor en medio del desastre y la agitación
Cuando las cosas van mal en tu vida, ¿estás tentado a veces de entrar en pánico? Reconozco que yo sí. Cuando todo va bien en nuestras vidas, es relativamente fácil confiar en el Señor; sin embargo, hay momentos en que afrontamos grandes desafíos en nuestra fe. Entre sus muchos desafíos, pruebas y sufrimientos, Pablo naufragó tres veces (2 Corintios 11:23b-25).
En el pasaje de hoy, leemos acerca de una de aquellas ocasiones. Al principio parecía como si Pablo hubiera estado equivocado al predecir el desastre, ya que el tiempo era perfecto para el viaje (Hechos 27:13). Pero entonces comenzó un huracán (v.14). Tuvo que ser una experiencia aterradora. Lucas escribe: «… perdimos al fin toda esperanza de salvarnos» (v.20).
Sin embargo, Pablo siguió confiando en el Señor, exhortando a los que estaban a bordo que «tuvieran fe en Dios», en que Dios todavía tenía el control y que Él había prometido rescatarlos (vv.23-25).
Hizo falta que sucediera aquel desastre para que escucharan a Pablo. Asombrosamente Pablo, el prisionero, parece estar completamente a cargo de la situación. Los amonesta: «Señores, debían haber seguido mi consejo» (v.21). Pablo es quien detiene a los marineros que intentaban escapar del barco (v.30).
Este es un gran ejemplo de liderazgo sin título ni posición. Los mejores líderes son capaces de liderar por influencia y persuasión.
Aquella confusión le dio a Pablo la oportunidad de hablar sobre su fe. Aprovechó la oportunidad, aunque tuvo que haber sufrido mucho por los efectos de la tormenta y del hambre.
Pablo se veía a sí mismo como perteneciente a Dios («del Dios a quien pertenezco») y como su siervo («y a quien sirvo»). Pero Dios no era solo Su amo y maestro; Pablo confiaba en Dios y tenía una profunda seguridad en Su amor. Él sabía que Dios quería lo mejor para él, así como lo quiere hoy para ti.
Pablo les aseguró: «Ninguno de ustedes perderá ni un solo cabello de la cabeza» (v.34). Y, «dicho esto, tomó pan y dio gracias a Dios delante de todos. Luego lo partió y comenzó a comer» (v.35).
Dios tenía el control final a pesar del desastre: «Los soldados pensaron matar a los presos para que ninguno escapara a nado. Pero el centurión quería salvarle la vida a Pablo, y les impidió llevar a cabo el plan» (vv.42-43a).
Dios le dio a Pablo favor, tanto ante los ojos de la gente como ante los ojos del mismo Dios. Como resultado «todos llega[ron] sanos y salvos a tierra» (v.44).
Nada podía impedir que Dios salvara a Pablo y lo usara para trabajar en Sus propósitos y salvar vidas.
Señor, gracias por protegerme aun cuando ocurre un desastre. Ayúdame a no tener miedo cuando las cosas salen mal sino más bien, a mantener mi coraje y a tener fe en Ti.
2 Reyes 18:1-19:13
3. Confía en el Señor en medio del mal y de la angustia
Es un alivio leer por fin acerca de un hombre que «puso su confianza en el Señor» (18:5). Ezequías «puso su esperanza en el Señor Dios de Israel» (v.5, RVA-2015). «Puso toda su confianza en el Dios de Israel [...]. Y Dios, por su parte, lo sostenía con firmeza a través de todas sus aventuras» (vv.5-6, MSG).
Una de las primeras acciones de Ezequías cuando se hizo rey, fue destruir todas las cosas que impedían al pueblo obedecer a Dios (vv.1-4). Quizás haya cosas en tu vida que son una barrera para que obedezcas a Dios. Aunque parezcan vitales, no hay nada tan vital como la obediencia a Dios. Dios quiere ayudarnos a obedecerle; pregúntale y Él te honrará como lo hizo con Ezequías: «El Señor estaba con Ezequías, y por tanto este tuvo éxito en todas sus empresas» (v.7).
En el año 701 a. C., Ezequías se enfrentó a un enemigo muy poderoso encarnado en el rey de Asiria, que se burlaba de él y lo ridiculizaba. Leemos sobre estos acontecimientos históricos no solo en la Biblia sino también en otros relatos antiguos. En el relato de Senaquerib acerca de estos acontecimientos, está escrito: «En cuanto a Ezequías, el judío, no se sometió a mi yugo». Él habla de Ezequías de forma arrogante sintiéndose abrumado por «el terror que inspira el esplendor de mi señorío».
Senaquerib despreciaba la dependencia de Ezequías en el Señor (vv.20,22): «No dejen que Ezequías los persuada a confiar en el Señor, diciendo: “Sin duda el Señor nos librará…”» (vv.30).
De alguna manera, Ezequías tuvo que haberse ganado el respeto de su pueblo porque siguieron sus instrucciones: «Pero el pueblo permaneció en silencio y no respondió ni una sola palabra, porque el rey había ordenado: “No le respondan”» (v.36).
Ezequías oró ante su poderoso enemigo: «Se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y fue al templo del Señor» (19:1). Una delegación se dirigió al profeta Isaías y le manifestaron: «Así dice Ezequías: “Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, […]. Eleva, pues, una oración por el remanente del pueblo que aún sobrevive”» (vv.3-4).
La respuesta de Isaías fue: «… así dice el Señor: “No temas por las blasfemias que has oído…”» (v.6). No solo el mismo Ezequías confió en el Señor; también persuadió al pueblo para que confiara en el Señor.
A lo largo de los años, he anotado al lado de este pasaje una lista de los desafíos que hemos enfrentado. Es increíble mirar en retrospectiva y ver la manera en la que Dios nos ha librado en tantas áreas.
Sin importar cuáles sean los desafíos que afrontas hoy, anótalos, pon tu confianza en Dios, cree que Él estará contigo y que te dará éxito en todo lo que te pida hacer.
Señor, gracias porque podemos confiar en Ti en todas las circunstancias. Hoy, te entrego todos los desafíos que enfrento... Confío en Ti.
Pippa Adds
Confía en Dios cuando las cosas no parezcan ir bien:
2 Reyes 18
Hechos 27:33–34
References
Nueva Versión Inernacional (NVI) Copyright © 1999 by Biblica, IncAbout this Plan
¿Abrumado por la idea de leer la Biblia? Dedique un tiempo cada día a escuchar a Nicky y Pippa Gumbel mientras le explican toda la Biblia en 365 días. Cada día, se explora un tema diferente a través de una selección de escrituras tomadas del libro de Salmos o Proverbios, así como del Nuevo y Antiguo Testamento. Nicky y Pippa brindan comentarios sobre estos extractos para brindar información y aplicación práctica.
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