El Regalo Más GrandeSample

Semana 4 - Día 1

El Propósito de la Fe

Lectura: Hebreos 11

DEVOCIONAL: Hebreos 11:1, 6

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.”

El diccionario define la fe como “la esperanza o la confianza en una persona o cosa; una creencia que no se basa en pruebas." La Biblia define la fe como “estar seguras de lo que esperamos, estar convencidas de lo que no vemos” (Hebreos 11:1). 

El regalo de la fe que Dios nos ha dado es diferente de la versión que el mundo entiende, porque si bien podríamos tener esperanza en lo que no hemos visto, ¡sí tenemos pruebas! La Palabra de Dios es nuestra prueba de que Dios nos ama, que tiene un buen plan para nosotras y tiene un lugar para nosotras en Su familia. Hebreos 11 es un buen lugar para comenzar, ya que el autor nos da ejemplo tras ejemplo de hombres y mujeres que demostraron una gran fe en Dios y el resultado de su fe.

Por la fe, Abel ofreció a Dios un gran sacrificio, y por la fe Dios lo alabó como justo. La fe de Enoc agradó a Dios y, como resultado, Enoc no enfrentó una muerte natural. Por fe, Noé construyó el arca que Dios diseñó, y por fe Dios liberó a la familia de Noé. La fe de Abraham y Sara resistió la prueba del tiempo, y aunque no vieron todas las promesas de Dios hacerse realidad durante su vida, su fe fue recompensada por muchas generaciones.

Cuando nuestra fe es depositada en las personas o las circunstancias, el resultado suele ser la desilusión. Cuando nuestra fe está puesta en Dios, Él nunca nos defraudará. De hecho, nuestra lectura de hoy dice que Dios recompensa a quienes lo buscan y creen en Él. Solo la fe en Dios da como resultado un derramamiento continuo de regalos, más allá de lo que podríamos pedir o imaginar, y a veces más allá de lo que viviremos para experimentar. ¡Nuestra fe en Dios dejará un legado que impactará a generaciones!

Oración

Padre Celestial, es asombroso que diseñes esta relación de una manera tan hermosa, que mi fe en Ti se convierte en una bendición. Gracias por los ejemplos de hombres y mujeres en Tu Palabra que me animan a seguir creyendo y esperando en lo que todavía no puedo ver. Amén.