[Apocalipsis] En el trono Sample

La adoración es la actividad principal en el cielo

Una de las primeras preguntas que se hace la gente sobre el cielo es: ¿qué vamos a hacer allí arriba durante toda la eternidad? La respuesta es bastante sencilla: adoraremos. La adoración no es sólo cantar y levantar las manos en la iglesia. La adoración es la forma activa que elegimos para vivir nuestra vida cotidiana. La vida en la tierra es esencialmente una rueda de práctica para el cielo. En el cielo, nos sentiremos realizados porque podremos adorar libremente, sin ninguna restricción terrenal... ¡Eso sí que es una fiesta!

Sin embargo, no estaremos solos en nuestra adoración. Apocalipsis nos dice que habrá 24 ancianos en tronos adorando con nosotros. Hay diferentes teorías teológicas sobre quiénes son estos ancianos. Una teoría es que los 12 apóstoles del Nuevo Testamento y las 12 tribus del Antiguo Testamento forman esos 24 apóstoles, representando una iglesia totalmente redimida. Otros creen que estos 24 son el orden angelical exaltado o las 24 divisiones de los sacerdotes levíticos. Independientemente de cuál de estas teorías sea cierta, sabemos que nos uniremos a todos los ángeles y a la creación adorando a Dios por la eternidad.

 También hay criaturas angelicales que adoran en el cielo. Entre ellas hay un león, un buey, un hombre y un águila. Se cree que estas representan los atributos de Dios: el león representa su majestuosidad, el buey su fiel labor, el hombre la inteligencia de Dios y el águila su suprema soberanía. Imagina lo que nos espera en el cielo. Consuélate adorando a un Dios santo que posee estas increíbles características y es plenamente digno de nuestra adoración. Él no sólo es santo en el cielo, sino también en la tierra. Incluso en nuestros momentos de pena y dolor, él es un Dios santo, que conoce el resultado y tiene todas las respuestas mientras reina en el cielo. Él está siempre en el trono, es la joya del cielo y es digno de nuestra adoración ahora y siempre.

Oración: Padre, te damos las gracias por permitirnos reflexionar hoy sobre tu Palabra. Estamos emocionados por lo que nos espera en el cielo. Prepara nuestros corazones y ayúdanos a adorarte en espíritu y en verdad hoy, y durante todos los días de nuestra vida. Recuérdanos que tú eres soberano y santo. Podemos confiar en que tú sabes lo que es mejor. En el nombre de Jesús, amén.

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