El Corazón De OracíonSample
Hablándole al Dios que escucha
Por Danny Saavedra
“Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal”—1 Pedro 3:12 (NVI)
“El Dios de toda gracia” Así es como el apóstol Pedro lo llama. Esa palabra gracia, del griego charis, quiere decir favor extendido. Implica un don o una bendición, misericordia; de allí viene nuestra palabra en español caridad. Por lo tanto, Dios es el dador de todas las bendiciones, todos los dones, toda la misericordia y todo favor. Él es el dador de TODO lo que es bueno. Y uno de los medios principales a través del cual Él extiende toda gracia a nosotros es a través de la oración.
Entonces, ¿qué es la oración? En los términos más sencillos posibles, orar es hablar con Dios; es una conversación entre nosotros y Dios. Sin embargo, como un autor cristiano dijo: “orar no es simplemente hablar con Dios, sino responder a Aquel que ha iniciado la conversación con nosotros. Él ha hablado primero. Esta no es una conversación que nosotros comenzamos, sino una relación en la que nosotros hemos sido atraídos. Su voz rompe el silencio”.
Cuando oramos, estamos hablando con Aquel que nos ha hablado a nosotros a través de la creación misma. (Romanos 1:20, Salmos 19: 1-4). Aquel que ha hablado gracia (2 Corintios 12:9) y paz (Salmos 46:10) y amor (Juan 3:16) sobre nosotros, Aquel que ha hablado palabras de verdad (Juan 6:68) y de vida (Juan 10:10), quien nos ha mostrado el camino (Juan 14:6). Considerando todo esto, la oración es pues una respuesta, un reflejo de la gracia que Él nos da.
Cuando nosotros nos presentamos delante de Él en oración, para hablar con Él, podemos estar seguros de que Él ya ha hablado con nosotros. 2 Corintios 1:20 (NTV) declara: “Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!», y por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria”.
La oración es nuestra línea de vida bidireccional, una línea de vida que está disponible para nosotros a través de la persona y el trabajo del hijo de Dios, Jesucristo y la presencia del Espíritu Santo en nosotros.
Bien, entonces… orar es una conversación que Dios inició: es nuestra respuesta al Dios que nos oye, nos escucha y acepta mi oración (Salmos 6: 9 NVI) … Pero ¿cuál es el gran propósito de la oración? Dios sabe lo que voy a orar antes de hacerlo, Él conoce mi corazón mejor que yo, Él conoce mis necesidades, mis deseos, mis sueños, mis miedos y las áreas donde más lo necesito. Entonces, ¿por qué oramos? No es porque obtengamos nada de Dios, sino porque obtenemos a Dios. John Piper escribió una vez. “No está mal querer y pedir los dones de Dios. La mayoría de las oraciones en la Biblia son por los dones de Dios. Pero en última instancia, todo don debe ser deseado porque nos muestra y nos trae más de Él”. Amigos, en los términos más simples que puedo reunir, el propósito de nuestras oraciones es que experimentemos más de Dios. En cada petición, cada expresión, cada pregunta, cada súplica, cada confesión y revelación, todo lo que pedimos o declaramos en oración, el objetivo final es conocer en el nivel más profundo posible al Dios que salva, sostiene y redime y restaura.
Quiero cerrar hoy con este simple recordatorio: Dios quiere oír de ti. De hecho, Dios está más listo para oír de nosotros, que nosotros listos para orar. Piensa en esto… Él quiere interactuar contigo. Él desea algo más que un conocimiento de la cabeza, una relación superficial e hipotética. El Dios de toda gracia quiere llenarte de toda Su Gracia más allá de tu habilidad para medir.
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About this Plan
¿Qué es la oración? ¡Es una conversación con Dios! En este plan de lectura de 14 días, descubriremos el corazón de la oración y el cómo de la oración. Exploraremos cómo es un estilo de vida de oración y profundizaremos en algunos de los diferentes aspectos y prácticas de esta poderosa disciplina espiritual.
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