Romanos: Teología Para Todos (12-16)Sample

Todo lo que Dios construye, Satanás trata de quebrar.

La división comenzó en el cielo mucho antes de que llegara a la tierra en la iglesia. Satanás tuvo una visión diferente a la de Dios. Los ángeles santos se pusieron del lado de Dios y los ángeles impíos crearon una facción, poniéndose del lado de Satanás y apoyando su división. Hoy hay una visión y no hay división en el cielo. La facción de la división demoníaca está ahora presente en toda la tierra mientras Satanás falsifica lo que Dios crea para crear confusión y división.

La Biblia usa la metáfora de Jesús como nuestro Pastor Principal o Buen Pastor, con líderes cristianos como pastores, personas como ovejas vulnerables y la presencia de lobos trabajando para Satanás, quien es su alfa, liderando toda la manada. Así como el diablo y sus demonios atacaron en el cielo, también continúan su ataque en la tierra. Las personas que ignoran o subestiman la presencia de lobos espirituales se ponen en peligro, razón por la cual la Biblia da repetidas advertencias sobre las personas malvadas. Cientos de veces la Biblia habla de personas malvadas como “los inicuos”.

Las personas malvadas son peligrosas y causan daño intencionalmente. A menudo, han sufrido abusos o traumas que contribuyen a la amargura y los abrieron a la influencia demoníaca. Si no son sanados del dolor, el mal que se les ha hecho puede residir en ellos y obrar a través de ellos. Las personas malvadas responden a su propio dolor hiriendo a los demás. Son atormentados y por eso atormentan a los demás. Viven según los valores demoníacos del miedo y el castigo y pueden ser amenazantes, controladores, exigentes y dominantes. Con una persona malvada, es una guerra en la que todos ganan, y quieren ganar y hacer que todos los demás pierdan. Las personas malvadas tienen poca o ninguna compasión por nadie más que por sí mismas y, a menudo, no se preocupan por el dolor y el daño que infligen a los demás. Los sabios viven por el Espíritu, los necios viven por la carne y los malvados viven por el poder de las fuerzas demoníacas.

Las personas malvadas tienen tres tipos de relaciones. Cuando te encuentres con una persona malvada, debes elegir qué tipo de relación tendrás.

1. Dos personas malvadas forman una relación peligrosa como los lobos forman una manada.

2. Una persona malvada y una persona necia tienen una relación abusiva como un lobo con una oveja.

3. Una persona malvada y una persona sabia tienen una relación distante como un lobo con un pastor de ovejas.

Para cerrar Romanos, Pablo actúa como el pastor de las ovejas advirtiéndoles sobre los lobos. Los cristianos piensan en el pecado en términos de lo que hacemos en la vida, hacer algo malo o no hacer algo bueno, pero el pecado también incluye (y a menudo comienza) con quién vivimos. Satanás tiene una larga historia de trabajar a través de personas malvadas para tratar de construir relaciones con el pueblo de Dios.

Este patrón comienza cuando Satanás aparece sin ser invitado en el jardín pidiendo a nuestros primeros padres que coman juntos, que es como se forman las amistades. El diablo hizo lo mismo con el Señor Jesús, pidiendo partir el pan después de 40 días de ayuno. Satanás también llevó a Judas a la Última Cena y Jesús supo cuándo liberar al malvado Judas. “Satanás entró en él. Jesús le dijo: ‘Lo que vas a hacer, hazlo pronto’” (Juan 13:27).

A veces tenemos que liberar a una persona malvada y simplemente mantenernos a distancia de ella, sin tener más relación con ella. Nadie está fuera del alcance de la ayuda de Dios, pero algunas personas están más allá de nuestra ayuda. Hasta que se dirijan a Dios en busca de Su ayuda y posiblemente se reúnan con un profesional autorizado, no hay mucho que podamos hacer para ayudarlos. Pablo advierte contra algunas personas por la misma razón por la que un padre les dice a sus hijos que no hablen con extraños, porque está obligado por el amor y la sabiduría. Como cualquier familia, la iglesia necesita tener una puerta de entrada que esté abierta para amigos e invitados, pero cerrada para enemigos y alborotadores.

 

Preguntas:

1. ¿Eres una persona propensa a la división, el chisme, el drama, el conflicto o la desconfianza? Se honesto y si hay algo en ti que se inclina en esta dirección, dedica algún tiempo a arrepentirte ante Dios e invita al Espíritu Santo a cambiar tu corazón y tu vida.

2. ¿Hay alguien a quien estés escuchando, con quién te estés poniendo de su lado, estés tolerando o siendo influenciado por alguien negativo, divisivo o no saludable? Si es así, ¿Cómo se ve un límite claro y saludable con ellos? ¿Cómo puedes “evitarlos”?