Plan de Devocionales Olímpicos: Lucha y TriunfoSample

”Trabaja como para el Señor"

Para Chad Hedrick, quién creció en la pista de patinaje de su padre, el patinaje se convirtió en una segunda naturaleza. Comenzó a patinar a los dos años, compitiendo a los cinco, y ganando competiciones nacionales con tan sólo ocho años. Empezó con el patinaje en línea cuando era adolescente y se clasificó para el equipo nacional de EE.UU. a los 16 años. Fue campeón mundial durante una década, ganando 50 medallas de oro en competiciones mundiales. Después, cambió el pavimento por el hielo mientras fijaba su objetivo hacia el oro olímpico en una nueva aventura – carrera de patinaje sobre hielo.

"En el entrenamiento para los Juegos Olímpicos, yo era ese tipo intenso y muy competitivo de Texas y pretendía comerme el mundo. Sentía que todo el mundo estaba en mi contra y que tenía algo que demostrar", dice. "Yo era conocido como el tipo que trabajó duro y juegó duro."

Antes de sus segundos Juegos Olímpicos, como resultado de su relación con Jesús, Chad tenía un enfoque totalmente diferente. Le dijo a la gente de los medios de comunicación, "Si salgo ahí, doy el 100% y no es suficiente, sé que Dios tiene un camino para mí, y ese es el camino que voy a seguir. Ellos interpretan: que soy débil, que he perdido la competitividad, que no tengo confianza. Pero en realidad no lo entienden; espero que a lo largo de los Juegos Olímpicos vean que estoy siendo muy competitivo, y que puedes ser cristiano y seguir siendo una persona competitiva. Es una oportunidad para salir y dejar que la gente vea a Dios en mí.”

Chad fue a demostrar que todavía era muy competitivo como cristiano, y ganó la medalla de oro en los 5.000 metros, la medalla de plata en los 10.000 metros y el bronce en el 1.500 metros en los Juegos Olímpicos de 2006.

Dar el 100% y dejar los resultados a Dios no garantiza la competitividad o el éxito en el deporte, pero va a darte a ti y a los demás la oportunidad de ver a Dios trabajando en ti.

Preguntas: ¿Estás jugando como si estuvieras jugando para el Señor, en lugar de para las personas o para tí mismo? ¿Cómo estás sirviendo a Cristo a través de tus esfuerzos en tu deporte?

Oración: Señor, Tu eres mucho más valioso de lo que podría darte. Ayúdame a ofrecer todo el trabajo que hago como un regalo a Ti en gratitud por todo lo que me has dado.