La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel 2021Sample

Los cinco aspectos de la fe cristiana

La vida cristiana es polifacética. En cualquier momento me encuentro con que hay una serie de cosas diferentes sucediendo al mismo tiempo. En los pasajes de hoy vemos cinco de estos aspectos.

Salmos 127:1-5

1. La confianza

 

La vida cristiana no está destinada a ser una vida de esfuerzos autodependientes, sino una vida de una confianza dependiente. Con la confianza viene la paz y el reposo.

 

«Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados» (vv.1-2). Como escribió Víctor Hugo: «Cuando hayas […] completado tus tareas diarias, vete a dormir en paz que Dios estará despierto».

 

Es fácil quedar atrapado en nuestros propios planes para nuestras vidas, familias y ministerios. Este salmo es un maravilloso recordatorio de que en última instancia dependen totalmente del Señor.

 

Este es un mensaje de gran consuelo, pero también es un desafío. ¿Es Dios parte de todo lo que haces? ¿Hay áreas de tu vida en las que andas por tu cuenta y en las que, por lo tanto, «trabajas en vano»?

 

Dios quiere estar presente en todas las áreas de tu vida. Si quieres que tu trabajo tenga un valor duradero, debes asegurarte de estar asociándote con el Señor y no ir solo. Confía también a Dios tus hijos; los niños son una bendición (vv.3-5) y tienes que confiárselos a Dios y confiarle su futuro.

 

Señor, entrego en Tus manos mi vida, mi familia, nuestra iglesia, y todo aquello de lo que hago parte. Confío en Ti.

Santiago 1:1-27

2. Las pruebas

 

Una de las cosas que tienes en común con los cristianos de todos los lugares, es que todos enfrentamos «diversas pruebas» (v.2b). La epístola de Santiago se escribe para las doce tribus dispersas entre las naciones (es decir, para los cristianos de todos los lugares).

 

En uno de los versículos más extraños del Nuevo Testamento, Santiago dice: «… considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas» (v.2). Alégrate en las situaciones difíciles. Esto da la vuelta a la visión del mundo. Las «pruebas» son los desafíos de la vida que ponen a prueba tu fe y producen perseverancia (vv.3-4).

 

Como Lance Watson escribió, «Cada tormenta es una escuela, cada juicio es una prueba, cada experiencia es educación, cada dificultad ayuda tu desarrollo».

 

Joyce Meyer escribe: «Finalmente, me di cuenta de que Dios no iba a hacer las cosas a mi manera. Puso personas y situaciones en mi vida que me hicieron querer renunciar a todo este proceso, y Él no quiso réplica de mi parte. Solo quería oír: “Sí, Señor. Hágase tu voluntad”».

 

En medio de tus pruebas necesitas sabiduría. Como dice Eugene Peterson: «La sabiduría no consiste primordialmente en conocer la verdad, aunque ciertamente incluye eso; es vivir con destreza». Santiago nos dice: «Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie» (v.5).

 

Hay dos maneras de manejar un problema. Uno es manejarlo por cuenta propia, que es la forma natural; y la otra es pedirle a Dios la sabiduría divina que te ayude a saber qué hacer.

 

Santiago habla de «la prueba de su fe» (v.3). «Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman» (v.12). Es casi como si Santiago dijera que toda la vida es una prueba. Después de haber resistido la prueba, recibirás la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman.

 

Señor, te pido que me des sabiduría para todas las decisiones que tengo que tomar y todas las pruebas que enfrento.

 

3. La tentación

 

Alguien dijo una vez: «Puede que la oportunidad llame al timbre de la puerta solo una vez, pero la tentación está apoyada del timbre permanentemente». Como escribió William Shakespeare, la tentación, es «el demonio que llevo en mi codo». La tentación es sentir ganas de hacer algo incorrecto, no es un pecado en sí, sino más bien un llamado a la batalla.

 

¿De dónde viene la tentación? Ciertamente no de Dios. Santiago dice: «Que nadie, al ser tentado, diga: “Es Dios quien me tienta”. Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie» (v.13).

 

A menudo, en la Biblia la tentación es vista como proveniente del demonio. Adán y Eva fueron tentados por la serpiente. Job fue atacado por Satanás. Jesús fue tentado por el demonio.

 

Sin embargo, el demonio trabaja sobre nuestros propios malos deseos: «…   cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte» (vv.14-15).

 

El pecado es siempre un engaño. Santiago escribe: «Mis queridos hermanos, no se engañen» (v.16). Las cosas buenas vienen de Dios: «Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras» (v.17).

 

Cuando piensas que necesitas cosas que no son buenas te engañas. El engaño en el Jardín del Edén fue que Adán y Eva pensaron que necesitaban experimentar tanto el mal como el bien. Dios solo quiere que experimentes el bien. Cada vez que sientes ganas de hacer algo incorrecto y eliges hacer lo correcto, creces en madurez, fuerza y ​​sabiduría.

 

Señor, gracias porque toda buena dádiva y todo don perfecto viene de Ti. Oro para no dejarme engañar al querer experimentar cosas que no son buenas.

 

4. La lengua

 

Una de las pruebas de tu carácter es tu propia lengua. Santiago tiene mucho que decir sobre el tema de la lengua. Refrena tu lengua, pon tu boca bajo control (v.26).

 

Escribe: «Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida» (vv.19-21).

 

La palabra de Dios tiene el poder de transformarte. Necesitas tiempo para que la palabra de Dios se enraíce firmemente en ti, para escucharla y luego ponerla en práctica. En lugar de hablar demasiado, escucha la palabra de Dios y deshazte de todas las cosas malas de tu vida.

 

Escucharla en sí misma no es suficiente. «No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica» (v.22). Si haces lo que dice, recibirás «bendición» (v.25). Esto incluye cuidar a los huérfanos y a las viudas y mantenerse a sí mismo limpio de la corrupción del mundo (v.27).

 

Señor, ayúdame hoy a refrenar mi lengua. Ayúdame a escuchar, especialmente la palabra de Dios.

Ezequiel 32:1-33:20

5. El cambio

 

La voluntad de Dios es «que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad» (1 Timoteo 2:4).

 

El verbo «convertir» aparece seis veces conjugado en Ezequiel capítulo 33. Dios designó a Ezequiel como guardián y debía rendir cuentas. Dios le dijo: «… advierte al malvado que cambie su mala conducta» (Ezequiel 33:9).

 

Siempre y cuando anuncies el mensaje que Dios te da, no eres responsable de los resultados. Ezequiel solo era responsable si no les daba la advertencia (v.8-8).

 

Este es un recordatorio importante sobre la familia, los amigos y aquellos que sabes que no son seguidores de Jesús; por ejemplo los invitados a Alpha. Tu responsabilidad es amarlos, animarlos y darles la oportunidad de escuchar el Evangelio. Es enormemente decepcionante cuando no responden de forma positiva; sin embargo, no tomes la carga de sus decisiones sobre tus propios hombros.

 

El mensaje dado a Ezequiel fue este: si una persona justa deja el camino y se convierte a la maldad, la justicia dada anteriormente no le ayudará. Sin embargo, aunque haya sido una persona «impía», si se convierte al Señor, serán perdonado (v.12).

 

Dios dice: «… no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva. ¡Conviértete, […]; conviértete de tu conducta perversa! (V.11).

 

Dios quiere que se arrepientan de sus pecados si «”… devuelve lo que tomó en prenda y restituye lo que robó, y obedece los preceptos de vida, sin cometer ninguna iniquidad, […] vivirá por haber actuado con justicia y rectitud”. […] actúa con justicia y rectitud [y] vivirá» (vv.15-19).

 

Señor, ayúdame a alejarme del mal y a encontrar vida, para después ver a otros haciendo eso mismo en sus vidas; en Alpha, en nuestra iglesia y en las iglesias de todo el mundo. Oro para que mucha gente recurra a Ti y encuentre la vida.

Pippa Adds

Pippa añade

 

Santiago 1:27

 

«… conservarse limpio de la corrupción del mundo».

 

Alguien me dijo una vez que se tarda dos semanas en sacar la contaminación de nuestros pulmones.

 

Es aún más importante mantener limpios nuestros pulmones espirituales. Esto no significa que no puedas trabajar en un área contaminada, sino que tienes que tener más cuidado de no contaminarte. Necesitamos mucho aire fresco espiritual.

References

otas:

 

Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida al español, se parafrasea.

 

Joyce Meyer, La Biblia de la vida diaria, (Casa Creación, 2013)

 

Eugene Peterson, The Message, 'Introduction to James', (NavPress, 1993) p.1669. Se parafrasea

 

Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.

 

Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org)

 

Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group. 

 

 

 

 

Notes for 2012

‘Wisdom is not primarily knowing the truth, although it certainly includes that; it is skill in living.’  Eugene Peterson, Introduction to James in The Message, page 1669,