Cordón De Tres DoblecesSample

Autoridad espiritual y lenguajes de amor (Parte 1)

En este tercer día, repasaremos cuáles fueron las pautas de Dios para el papel de hombres y mujeres en un matrimonio. ¿Qué espera él de cada uno? ¿Cuáles son sus estándares? Por lo tanto, lo invito a mirar dentro de usted, juzgar sus propias actitudes y comportamientos y buscar en diferentes lenguajes de amor, conocerse mejor a sí mismo y a su cónyuge, para llevar la relación a niveles más profundos de intimidad, respeto y compañía.

El plan original de Dios para el hombre y la mujer: 

• Es Dios quien establece la autoridad sobre nuestras vidas – Romanos 13:1-2;
• Depende del esposo estar bajo la autoridad de Cristo y de la Iglesia para tener autoridad sobre su familia; solo aquellos que están sujetos a autoridad tienen autoridad – Mateo 8:9;
• Depende de la mujer someterse a la autoridad de su esposo, así como al Señor; ser sumisa significa estar bajo la misma misión – Colosenses 3:18.

El plan original de Dios para el hombre y la mujer fue pervertido a causa del pecado: 

• Ella recibió una capacidad de percepción interna de Dios para ayudar a su esposo, a fin de discernir el mundo espiritual y advertirlo, como un "radar";
• Él recibió las habilidades de un "guerrero", un deseo de vencer a su enemigo que, al acercarse, despertaría esta calidad en él y lo criaría con autoridad, seguro de la derrota de su enemigo;
• El pecado hizo que el "radar" perdiera su discernimiento, la misión, el objetivo, quedó sin dirección. El pecado hizo que el "guerrero" perdiera su fuerza, su fe, su valentía, se quedó sin autoridad.

A través de Jesús, Dios establece un nuevo estándar para la relación del hombre y la mujer, basado en Cristo (el Novio) y Su Iglesia (la Novia); Podemos entender las funciones de cada cónyuge observando la interacción de Jesús y Su Novia:

• Jesús para la iglesia:
  • Siempre dejó en claro que su   relación más fuerte era con la Iglesia. Se lo dije a tus padres – Mateo 12:49;
  • Dejó a su padre y estableció una   alianza con la Iglesia, pero permaneció sumiso al Padre – Mateo 26:39;
  • En su alianza con la Iglesia, Jesús   amó, cuidó, alimentó y dio su vida por ella, entregó su gloria como Dios para   establecer una relación con ella – Efesios 5:25.
•   La Iglesia para Jesús
  • Abandona todo para seguirlo – Lucas 14:33;
  • Dale obediencia incondicional, haciendo   su voluntad como el Espíritu Santo lo dirige – Hechos   2:1-12;
  • Le ama, honra, respeta y venera – Mateo 22:37.