[Serie #vida] Cómo ser padres | Parte 2Sample

Confía en el Señor

¿Qué estamos tratando de hacer en nuestra propia vida? ¿Qué necesitamos estar enseñándole a nuestros hijos? En el tercer capítulo del libro de Proverbios en la Biblia, encontramos a un hombre sabio instruyendo a su hijo. ¡Le dice que confíe en el Señor con todo su corazón! Este es nuestro siguiente principio de paternidad: «Enséñales a tus hijos a confiar en el Señor con todo su corazón». 

Como la paternidad se trata de nuestro corazón, y no solo de nuestro comportamiento —se trata de quiénes somos, y no solo de lo que hacemos—, queremos que nuestros hijos confíen en el Señor con todo su corazón y que no se apoyen en su propia prudencia.

Hay cosas que nunca vamos a comprender en la vida. Simplemente así será. Por ejemplo, algunos de nosotros no entendemos por qué suceden cosas malas. Por qué hay pruebas en nuestra vida. Por qué Dios no nos protegió de esto o de aquello.

Pero la mayoría de nosotros tampoco entendemos por qué nos suceden cosas buenas. ¿Por qué soy tan bendecido? ¿Por qué nací donde vivo? ¿Por qué puedo hacer todo lo que hago? ¿Por qué soy parte de una iglesia tan buena? ¿Por qué tengo tantos buenos amigos? ¿Tantas grandes bendiciones? ¿Por qué? No entendemos las cargas, y así es, pero tampoco entendemos las bendiciones.

Cuando servimos a nuestros hijos de la mejor manera es cuando confiamos en el Señor con todo nuestro corazón y no nos apoyamos en nuestra propia prudencia en las bendiciones de nuestra vida. Si pensamos que las bendiciones que tenemos han venido por nuestro duro trabajo, vamos a intentar toda nuestra vida de mantener el ritmo y vamos a sentir una gran presión sobre nosotros, además de que no estaremos recibiendo la gracia del Señor. 

Considera también que si no formamos el hábito de confiar en el Señor cuando no entendemos las cargas en nuestra vida, pensaremos que nosotros las hemos causado y que de alguna manera Dios se está vengando de nosotros. En lugar de eso, es mejor confiar en él incluso cuando no entendamos lo que está pasando. 

Reconócelo en todos tus caminos y busca conocerlo en todo lo que haces a medida que andas en tu fe y creces en ella. Eso te ayudará a simplemente decir: «Señor, no entiendo tus bendiciones, tampoco entiendo las cargas, pero quiero confiar en ti con todo mi corazón».