[Serie Salmos] Quédate quieto y conoceSample

Quédate quieto

La quietud profundiza nuestros corazones y nuestras vidas. Las personas profundas siguen siendo personas. De todos modos, cuando llegue la mañana del lunes, vamos a correr por la acera porque tenemos mucho trabajo por hacer. Hay un ritmo en nuestras vidas, un decaimiento y un fluir. Hay un “pisar el acelerador” y un “pisar el freno”. Hay un punto neutro, estacionar, retroceder y conducir en nuestras vidas.

Muchos de nosotros estamos atrapados con el pedal presionado en el “conducir” y nunca descansamos ni nos detenemos. No estoy hablando de un correo electrónico, sino de un centenar de correos electrónicos. No se trata de un proyecto en el trabajo, sino cien proyectos en el trabajo. No hablo de un día ocupado, sino cien días seguidos, uno tras otro. No es una llamada telefónica o mensaje de texto, sino una vida llena de llamadas telefónicas y mensajes de texto.

Necesitamos quietud, porque necesitamos ir hondo en nuestros corazones para profundizar en nuestras vidas. Cuando realmente nos quedamos quietos, finalmente empezamos a entender quiénes somos y lo que realmente estamos sintiendo.

Una de las razones por las que no queremos estar quietos es porque en el fondo, no queremos enfrentar lo que sentimos por dentro. Tal vez nuestra ira, nuestro dolor, nuestras heridas y nuestros temores sean demasiado profundos. Si disminuimos la velocidad o nos quedamos realmente quietos, entonces tenemos que mirar ese amanecer que nos sale al encuentro y no solo vamos a ver su belleza, sino también su brillo. El brillo de la quietud revela en nuestros corazones lo que estamos pensando, sintiendo y atravesando.

Muchas veces, nos encontramos tan ocupados, que mantenemos el ruido y la adrenalina fluyendo porque realmente no queremos lidiar con lo que sucede en nuestra vida. Si nos mantenemos avanzando y avanzando, entonces no tenemos que lidiar con “eso”. No tenemos que ver el brillo del sol. Podemos mirar hacia arriba y ver la belleza de vez en cuando, pero no el brillo.

¿Qué piensas realmente sobre las cosas de Dios? ¿De qué tratan tus pensamientos sobre tu propósito en la vida? La premura y la preocupación nos mantienen alejados, para no reconocer los pensamientos de Dios hacia nosotros. 

Las personas profundas permiten que suceda la quietud, así ellas verdaderamente pueden ver lo que sienten y piensan, entonces entienden quiénes son. Aprendamos a estar quietos.