El miedo es un mentirosoSample
El miedo es un mentiroso
A veces suena como como si fuera mi conciencia cuidándome, y otras simplemente lanza sus palabras certeras y oportunas para helarme, para dejarme sin respuesta, para generar una brecha en mi fe.
Hay comentarios que suele usar y muy probablemente escuchaste alguna vez. “No eres lo suficientemente bueno”, “estas solo, así será siempre”, “nunca lo haces bien” “no le importas a nadie” “Dios está ocupado con cosas más importantes” “no eres tan fuerte como crees”.
Son solo cuñas que intenta poner en el momento justo para generar una brecha, una duda, con eso tendrá suficiente para derrotarnos en una batalla que tenemos ganada.
El es un mentiroso. No puede hacer las cosas que dice, solo se ocupa de que le creamos y entonces seremos nosotros los que caminemos hacia su mentira. Nunca fue verdad, pero vivimos como si lo fuera.
Este pasaje dice lo contrario. Y es una de las armas para desbaratar la mentira del miedo. El perfecto amor, echa fuera el temor, y acá está claro que Jesús es mucho más grande que cualquier temor.
¿Escuchaste alguno de sus comentarios últimamente? El temor no descansa, necesita fieles que crean en él.
Parados en este pasaje, hoy te invito a que destronemos al temor y le demos espacio a aquel que es mucho más grande que nuestros pensamientos, y quien además, como si fuera poco, venció al temor una vez y para siempre en la cruz.
El temor está vencido. Por eso necesita mentir. Nosotros le creemos a la Verdad, a aquel que otra vez vuelve a decirnos: “yo se los pensamientos que tengo acerca de vosotros, pensamientos de bien y no de mal”.
No existe nada que pueda alejarte del amor de Dios. Menos una mentira.
Dios te ama. Esa es la verdad
Scripture
About this Plan
¿Qué serias capaz de hacer si no tuvieras miedo? Leí esta frase en un libro hace varios años, y sigo pensando en el impacto que tiene el miedo en nuestras acciones y resultados. Solo necesita un poco de nuestra atención, y entonces, logrará debilitar nuestras fuerzas, aflojar nuestras piernas y desviar nuestra mirada. Pero, ¿y si no fuera cierto? ¿y si sus palabras estuvieran vacías y la realidad fuera otra?
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