Rapsodia de Realidades (Diciembre de 2018)Sample

  

5   Pastor Chris

No Eres Un Hombre Natural

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura… (1 Corintios 2:14).

El hombre natural es el hombre que no ha nacido de nuevo. Su vida es la vida humana ordinaria; eso es lo que hace que sea un hombre natural. Sin embargo, cuando naces de nuevo, dejas de ser un hombre natural; porque tu vida humana es reemplazada por la vida eterna y divina de Dios. Jesús dijo en Juan 3:6: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es".

El que ha nacido del Espíritu es el hombre que ha nacido de nuevo. Tal persona nace del Espíritu por la Palabra: "Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre" (1 Pedro 1:23). Tú has nacido de la Palabra, y la vida que hay en ti es la vida de la Palabra. Ésta es la razón por la que eres indestructible. Acabamos de leerlo: la simiente por la cual naciste de nuevo es la Palabra de Dios, que es incorruptible, y que vive y permanece para siempre.

Al nacer de nuevo, te conviertes en un hombre celestial: un hombre con la vida eterna y divina del cielo - la vida de Cristo. Niégate a verte a ti mismo como un humano, pues eres divino. Como Jesús es, así eres tú en este mundo (1 Juan 4:17). Alguien se preguntará: “¿no estamos yendo demasiado lejos?”. En absoluto. ¡Ésta es la realidad!

Salmos 82:6 dice: “Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo”. Mientras que no dejes de verte a ti mismo como un ser humano, y comiences a contemplarte como un dios en la tierra, sufrirás lo que sufren los seres humanos. El Señor Jesús citó las mismas escrituras en Juan 10:34-36: “¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?”.

No eres una persona ordinaria. Recuerda las palabras de Jesús en Marcos 16:17-18: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán".

Cualquiera que pueda hacer las cosas que Jesús enumera en la parte subrayada de la escritura anterior, no es humano; y ese eres tú. Tú eres ese creyente. Eres una personalidad divina, con la vida y naturaleza divinas.

Confesión

¡Bendito Padre, cuán grande y glorioso eres! ¡Yo celebro tu vida en mí, que me ha concedido la naturaleza de justicia y potestad sobre este mundo! Como Jesús es, así soy yo, lleno de tu gloria, poder y amor. ¡Aleluya!

Estudio Más Amplio

Juan 1:12-13 

Juan 10:34-36