Hombres a prueba de tormentas IIISample
Las tormentas son normales
Las tormentas son una parte del clima. Durante años, viví en Louisiana, un estado golpeado por dos huracanes en 2005. El primero, Katrina, inundó Nueva Orleans y causó daños incalculables a lo largo de las costas de Louisiana y Mississippi. Unos meses después de Katrina, Rita golpeó la costa cerca de Lake Charles. Ninguno de los residentes afectados por los dos huracanes quería que estas tormentas los golpearan. Simplemente vinieron. Sin embargo, con el beneficio de la tecnología moderna, las personas saben que las tormentas vienen y pueden prepararse. La mejor opción para aquellos que viven directamente en la costa o en áreas bajas, es huir de las tormentas en lugar de arriesgarse. Quienes eligieron esa opción reunieron sus objetos de valor, hicieron lo que pudieron para proteger sus hogares y se dirigieron hacia el interior del país. Algunos no hicieron caso de las advertencias y perdieron sus vidas. Ya sea frente a un huracán o cualquier otra tormenta, la preparación influye en cómo nos afecta.
Así como las tormentas son una parte normal del clima, también las tentaciones sexuales son una parte regular de la vida. Las tentaciones sexuales y las tormentas naturales difieren en un aspecto significativo. Cuando enfrentamos las tormentas de la naturaleza, simplemente esperamos minimizar cualquier daño que pueda suceder. No se nos promete alivio de la tormenta, a veces, a pesar de nuestras mejores acciones preventivas, sufrimos daños en la propiedad.
Pero podemos ser hombres a prueba de tormentas cuando enfrentamos la tentación sexual. No estamos limitados a minimizar el daño, como en las tormentas naturales. Más bien, Dios nos da lo que necesitamos para enfrentar la tentación con éxito y prevenir el daño. Él promete una «manera de escapar». Él promete que al caminar con el Espíritu, no caeremos en el deseo de la carne. Podemos resistir el poder de la tentación.
Cuando la Biblia habla de tentación, en esencia, se refiere a algo que nos incita a pecar o hacer el mal. Primero debemos entender que Dios nunca es la fuente de esta tentación. Segundo, las tentaciones pueden referirse a tentaciones "externas" e "internas".
Fuentes externas que intentan atraernos a pecar o hacer el mal, simplemente existen. Aparecen en nuestro mundo sin invitación. Incluyen esas tentaciones externas a nuestros cuerpos (como un correo electrónico provocativo y no solicitado); esos pensamientos aleatorios que parecen surgir en nuestra mente sin causa alguna. Internalizamos la tentación y comenzamos a dejarnos llevar por su seducción. Por ejemplo, la tentación sexual pasa de ser externa a interna, cuando comenzamos a detenernos en el pensamiento que surgió en nuestra cabeza, quizás fantaseando con eso o comenzando a planear cómo llevarlo a cabo. Las tentaciones "externas" están fuera de nuestro control; las tentaciones "internas", sin embargo, son una historia diferente. Nuestra experiencia de pureza depende de mantener las tentaciones "externas" en el exterior y de tratar las tentaciones "internas" de manera saludable.
Para obtener más recursos e información sobre el libro Stormproof Men, Sexual Purity for Christian Men in a Sex-Saturated World, http://www.gsot.edu/stormproof/
About this Plan
Dado que la Escritura es verdadera, que Dios es fiel, y como Él prometió que no nos dejaría ser tentados más allá de lo que podemos soportar, tenemos una esperanza real de éxito y una ayuda de parte del Señor. El objetivo de Hombres a prueba de tormentas III , es continuar ayudando a descubrir esa esperanza y ayuda, para comprender y experimentar la pureza sexual. Recuerda, las tormentas y tentaciones sexuales, son inevitables. Estas tormentas pueden destruir nuestra pureza sexual. Ser sexualmente puro va más allá de "no hacer" ciertas actividades. Uno experimenta la pureza en la medida en que toma decisiones piadosas.
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