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«Conforme al corazón de Dios»

Para ser un líder conforme al corazón de Dios, para seguir Sus preceptos y cumplir Sus propósitos es menester anhelar y encontrar una relación personal con nuestro Padre Celestial. Esa es la única manera en la que se puede ministrar eficazmente.

En la Biblia hallamos al personaje de David, quien fue llamado por Dios mismo un hombre conforme a su corazón. David no era perfecto, era un hombre imperfecto como tú y como yo, pero a pesar de sus faltas y fracasos, él amaba a Dios verdaderamente. Dios miró más allá de sus limitaciones, sus imperfecciones y miró con su corazón y vio un corazón humilde y entregado a Su voluntad.

Dios busca personas como David, con un corazón humilde y entregado a Su voluntad. David no era perfecto, cometió errores y le falló a Dios, pero siempre fue humilde en reconocer su error y pedir perdón, y siempre fue genuino en su arrepentimiento y en su amor por Dios. Nosotros tampoco somos perfectos, y en esta tierra nunca lo seremos, pero Dios no nos pide que seamos perfectos, nos pide que seamos obedientes y que verdaderamente le amemos. Y eso es lo que la iglesia, la sociedad y cada hogar necesita —líderes conforme al corazón de Dios.