Perdoné a mi padreSample
El día de su partida
Nos subimos al carro y pasó algo muy fuerte, mi padre puso la mano cerca de mí. Entonces pensé: «Voy a agarrar su mano, ¿será que lo hago?» Me demoré mucho en reaccionar, pero se la agarré fuerte temiendo que la fuera a soltar, y me empezó a acariciar. Pensaba: «De lo que te has perdido. Te has perdido de conocerme, porque sé que como hijo hubiera sido excelente. Te has perdido de conocer a mi esposa e hijos. Te has perdido de ser abuelo». Me di cuenta que perdoné a mi papá.
Mientras estaba en Costa Rica en un concierto, mi padre estaba agonizando. Mi pastor me ayudó a conseguir los vuelos para ir a su entierro; pues mi papá ya había partido al cielo. No me cuesta ver a Dios como mi pastor, porque lo hemos conocido como proveedor, que nos guarda, guía, da alimento, liberta, redime, etc. Pero algo que había oído por años es verlo como mi amigo. Eso nunca lo había vivido.
Menciono esto porque Dios, como Padre, diseña la familia. Su Hijo Jesucristo siempre dependía de Su Padre, había una intimidad fuerte. Cuando Dios diseñó la familia, fue para que tu padre, y tú como hijo, sean los mejores amigos. El padre no deja de ser padre, ni pierde su autoridad, por el hecho de que lo saludemos como amigo.
Tenía mucha inseguridad de demostrar afecto con mi padre, pero cuando veo en la Biblia que el Señor habla a Abraham para que sea amigo de Dios, porque vendría paz y bien para su vida, entonces cambió mi mente. Hay una serie de consecuencias cuando te haces amigo de Dios. Sí, la Biblia sugiere que Él es nuestro pastor, redentor, etc., pero también sugiere que es nuestro amigo, y debemos ver a fondo esa área y disfrutar esa amistad para que Jesucristo pueda darnos el consejo que necesitamos.
Cuando alguien nos rechaza o no quiere darnos la mano, hay alguien que no falla, y es Jesús. Esa es la garantía y lo que sostiene nuestra vida. Nuestra vida no es sostenida porque Dios conteste una petición. Detrás de la petición, Él forma el carácter. A veces nos desesperamos porque no llega la respuesta como queremos, pero Dios nos está formando.
Scripture
About this Plan
Este Plan devocional de seis días es el testimonio de vida de Miguel Cassina con su padre, quien lo abandonó en su niñez en medio de una terrible enfermedad y diagnóstico de muerte. Vemos cómo se manifiesta el amor de Dios, que transforma cualquier situación: trae salvación, restauración y perdón, aunque humanamente parecería imposible.
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