La esperanza aún está vivaSample
“Comparte tu historia”
Compartir tu testimonio personal es una de las formas más naturales de iniciar una conversación acerca de Dios. También es una de las maneras más efectivas, porque tu experiencia personal es más difícil de desestimar porque nadie te puede discutir lo que te paso a ti.
Seamos honestos, a todo el mundo le encanta una buena historia, y no hay muchas historias mejores que aquellas en las que Dios interviene. Piensa un poco y recuerda algún momento en el que Dios respondió tus oraciones o te mostró que Él es real o hizo algo milagroso.
Es muy útil tener a mano esas historias, ya que podemos usarlas cuando la oportunidad se presente. Recuerda que el gran propósito de compartir tu testimonio es crear en el otro el deseo de: “yo quiero eso”. De esta manera, ellos comienzan a creer que así como Dios obró en nuestras vidas, también puede hacerlo con ellos.
Es importante enfocarse en lo que Dios ha hecho y en lo que puede hacer, trata de evitar un lenguaje demasiado religioso. No uses lenguaje “de iglesia”, mas bien mantenlo sencillo como algo propio de una conversación cotidiana.
Se sensible a las señales que te den, ya sea mostrando o no interés en lo que compartes. Utiliza buenos modales y haz preguntas que pudieran ayudar a tener una conversación mas profunda. Recuerda el encuentro de Jesús con la mujer samaritana, que vimos en la escritura de ayer. Hay muchas enseñanzas para imitar en la manera en que Jesús llevó la conversación de cuestiones cotidianas a los problemas mas profundos que ella tenía. Tu historia personal, lo que Dios hizo en tu vida, puede ser de gran importancia para sembrar esperanza en otros y cambiar la dirección de sus vidas.
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About this Plan
Muchas veces sentimos que nuestra fe no influye en quienes no rodean. Te preguntaste alguna vez ¿cómo puedes compartir la esperanza que tu tienes? Este plan te dará pasos prácticos para que puedas vivir cumpliendo con la misión de compartir tu fe.
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