La decisión: “Cómo tomar la decisión de seguir a Jesús y entregarse a Él”

Jesús siempre pedía una decisión de las personas que querían estar con Él. Empezó su ministerio llamando a unos pescadores, e inmediatamente les pidió que tomaran una decisión: la de seguirle. Durante su ministerio, hacía la misma llamada a los que se le acercaban. Hoy día es igual, Jesús nos pide una decisión. 

La pregunta es: ¿Cuál es la decisión que tenemos que tomar para poder participar en el Reino de Jesús, ser hijos de Dios y alcanzar la vida eterna? ¿Cuál es la decisión que Jesús nos pide?

En el mundo religioso, normalmente pedimos que alguien que quiere ser salvo haga un rito, por ejemplo: decir una oración, levantar su mano, venir al frente de la congregación, o ser bautizado. Como veremos, sí hay algo que hacemos cuando tomamos la decisión de seguir a Jesús, pero si no definimos cuál es la decisión que estamos tomando en este momento, nuestro acto físico se convierte en un rito mágico que esperamos que nos salve, pero en realidad no es la decisión que Jesús nos pide. Entonces, ¿Cuál es la decisión que Jesús pide que nosotros tomemos?

Seguirle

La decisión que Jesús pide de nosotros hoy día es la decisión que vamos a seguir a Jesús con todo nuestro ser y por todo el resto de nuestra vida; que Él será nuestro Jefe.

Cómo tomar esta decisión

¿Cómo tomamos esta decisión de seguir a Cristo? En la Biblia, después de la resurrección y ascensión de Jesús, siempre tomaban la decisión de seguirle por arrepentirse y ser bautizado.

El arrepentimiento es tomar una decisión mental y de corazón — es decidir que rendiremos nuestra vida y voluntad completamente al señorío de Jesús. 

Ser bautizado es ser sumergido en agua, y tomar la decisión de seguir a Jesús con todo el cuerpo. Lo que nos salva cuando nos bautizamos no es el acto físico en sí, sino la decisión interna que estamos tomando en ese momento.

Implícito en tomar esta decisión es tener fe — o sea, confianza en Dios. Para seguir a Jesús tenemos que creer en Él, y esta fe es lo que nos hace tomar la decisión de seguirle. Por nuestra fe en Jesús, le invocamos cuando nos arrepentimos y nos bautizamos.

La decisión que Dios pide es la de seguir a Cristo — de hacer que Él sea nuestro Señor o Jefe —, y la tomamos por arrepentirnos y bautizarnos. Cuando tomamos la decisión de esta manera, recibimos el perdón completo, Dios nos hace sus hijos y recibimos su Espíritu.