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Segunda parte: Un camino difícil - Un espíritu fuerte

«El espíritu fuerte de un hombre lo sostiene en el dolor corporal o en un problema, pero ¿podrá levantarse o sostenerse un espíritu débil y quebrantado?» (Prov. 18:14; Biblia amplificada). La Biblia MSG lo expresa de esta manera: «Un espíritu sano vence la adversidad, pero ¿qué puedes hacer cuando tu espíritu está aplastado?».

Es en los momentos de dolor y dificultad que descubrirás la condición de tu espíritu. La diferencia entre un espíritu fuerte y uno débil radica en cómo lo alimentas. Si alimentas tu espíritu con miedo, duda e incredulidad, cuando llegan los problemas o el dolor serás vencido. Por el contrario, si tienes una vida espiritual saludable en la Palabra de Dios, en Su casa y regularmente en Su presencia, tendrás fe y confianza en Él, a pesar de las circunstancias. Eso no significa que no experimentarás angustia y decepción, pero sí significa que tendrás fe para soportar y esperanza para el futuro. Sin esperanza, tu vida al final se desviará de su curso hacia las «rocas» de la desesperación y la desesperanza. Esa no es una buena forma de vivir.

Recuerda que lidiar con el dolor es un proceso, un viaje hacia un destino. Muchas veces solo queremos que el viaje termine, como los niños en el asiento trasero del auto que continuamente preguntan: «¿Falta mucho para llegar?». Nuestras tribulaciones son similares. No retrases lo que debe ser tratado al comienzo del proceso, con la esperanza de poder evitarlo o de alguna manera reducir al mínimo el sufrimiento. Por insoportable que sientas el dolor en el momento, hacer lo correcto y ser obediente a Dios te permite moverte más rápido a través del proceso.

No importa quién seas o cuántos años hayas sido cristiano, los tiempos de desafíos y pruebas vendrán. Tales contratiempos sin duda pasan factura, y buscamos consuelo tanto en Dios como en la gente, pero la Biblia nos dice que no permitamos que los problemas de este mundo nos devasten. Debes tomar decisiones correctas si quieres un espíritu fuerte; aquello en lo que te enfocas en la vida determina si vas a experimentar o no la paz en tu corazón. Recuerda, en estos momentos es cuando descubres que la fortaleza de tu espíritu y la salud de tu alma provienen de Dios.

Oración: Reconozco que debo asumir la responsabilidad de mi espíritu y hoy tomo la decisión de hacerlo. Espíritu de Dios, guíame y fortaléceme para caminar con sabiduría ante los problemas, para que desarrolle un espíritu fuerte en el Nombre de Jesús.