Creciendo en nuestra fe a través de la ansiedadSample

Usa el ancla 

David escribió un salmo que dice que buscó a Dios, y Él lo libró de todos sus miedos. ¡Es increíble! Jesús rescata las mentes y renueva las vidas. Es el tipo de empresa en el que está Jesús. Algunos creen que Él está en el negocio de recibir gente perfecta, pero eso es totalmente incorrecto. Dios envió a Jesús, a rescatarte por medio de su salvación y para crecerte en tu fe. La ansiedad es una oportunidad para el crecimiento espiritual. Crecemos cuando confiamos en Jesús quien es nuestra ancla.

¿Sabes utilizar el ancla? Hay algunas cosas que puedes hacer con tu ancla para ayudar a aliviar las tensiones que llevas. En primer lugar, desarrolla nuevos hábitos y haz cambios de estilo de vida. La ansiedad es psicológica y fisiológica, sin embargo, también viene de una raíz espiritual. La ansiedad afecta a nuestro cuerpo. Tu estilo de vida, ¿es propicio para la vida? ¿Tu horario está lleno todo el tiempo? ¿Comes, en su mayoría, alimentos que son saludables? ¿Te ejercitas? ¿Duermes suficientes horas, o sobrevives con cafeína? Haz cambios de estilo de vida que te ayudarán a crecer en tu fe, no en tus miedos.

En segundo lugar, encuentra amistades y buena consejería. Hay un proverbio que dice: «La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra». Participa en un estudio bíblico. Conéctate con gente que te anime. Pide consejería en tu iglesia. No hay nada malo con necesitar consejería. Cualquier persona que tenga un alto nivel de liderazgo va a tener que hablar con alguien en algún momento. Cualquiera puede necesitar ese tipo de ayuda.

Por último, procesa la temporada con tu corazón. El trabajo del corazón es obra del alma. Permite que Dios trabaje en tu corazón, pues si no se lo permites, reprimirás toda tu ansiedad. Eventualmente todo ese estrés saldrá y afectará todas tus relaciones. ¿Has estado tan abrumado que llegas a casa y te desquitas con tus hijos? Ellos solo están siendo niños, pero tú tienes un escape de ira y enojo. Entrégale a Dios toda tu ansiedad y Él limpiará tu corazón de ella.  

Hice un búsqueda en internet, de versículos que hablan de la ansiedad y los he estado leyendo frase por frase. No estoy haciendo esto porque estoy en un lugar horrible, realmente estoy en un lugar mejor, debido a esta práctica. La lectura y meditación de la Palabra son muy importantes para el alma y el corazón.

Vamos a usar la ansiedad como una oportunidad de crecer nuestra fe, para que podamos elevarnos, ministrar a los demás y caminar en poder con Él. Este poder no es tu fuerza de voluntad, es el poder de Dios a través de ti.