El Poder De La OracionSample
Pidamos
La oración es el camino de acceso a lo divino, a lo sobrenatural; es la forma de alcanzar respuesta a las necesidades más profundas. La oración aquieta el alma en las circunstancias más difíciles y adversas que el ser humano pueda atravesar. No es una habilidad, sino, más bien, es aprender a depositar mi confianza en las manos de Dios, quien puede convertir lo imposible en algo posible, más allá de mi comprensión o de mi razonamiento.
Jesús, luego de enseñar la oración del Padrenuestro en el capítulo 6 del evangelio de Mateo, en el siguiente, les habla a los que lo oían en ese monte acerca de tres acciones diferentes relacionadas a la oración: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá». El primer nivel de la oración del que Jesús habla es: «pedir» y es el más básico: es el llamado a suplir una necesidad, es decir: «¡YO NECESITO!».
Dios, más que nadie, conoce nuestra naturaleza y sabe que muchas veces nos acercamos a Él porque lo necesitamos, porque estamos en medio de una crisis (problemas personales, adicciones, peleas o conflictos matrimoniales, crisis económicas, pérdida de trabajo, etc.) y Él espera que, como hijos suyos, acudamos a su Presencia. Los hijos saben pedir. Saben cómo tocar el corazón de los padres. Es parte de su naturaleza. La esencia de Dios Padre es dar. Si nos dio a Cristo, nos dio con Él todas las cosas.
Nuestros requerimientos pueden ser muchos y abarcar varias áreas de nuestra vida: espiritual, económica, física, afectiva, de propósito. Pero si no ponemos nuestra necesidad en Dios, esta puede ser una mala consejera. Debemos tener la certeza de que en Dios están suplidas todas nuestras necesidades. Él es proveedor y sanador; nos da paz, seguridad, fortaleza, gozo y todo lo que podamos precisar. Pero algo importante al pedir es hacerlo en el nombre de Jesús. La maravillosa herencia de ser hijos de Dios nos permite orar en el nombre de Su Hijo.
También debemos pedir con fe, esa es la clave. Porque la fe mueve la mano de Dios, nuestro Padre. Él está atento a nuestro clamor. Pidamos con fe, pidamos en el nombre de Jesús y veremos milagros extraordinarios.
Osvaldo Carnival
Scripture
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Orar es una acción de fe que nos conecta con el Dios que no vemos, pero que creemos que está y que nos oye al clamar. La Palabra de Dios nos desafía a orar en todo tiempo, y no solo a orar, sino a perseverar al hacerlo. Naveguemos juntos la maravillosa experiencia del poder que tiene la oración.
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