JUAN 1
1
Introducción (1,1-51)
Prólogo teológico
1En el principio ya existía la Palabra#1,1: la Palabra: Se trata del término griego logos que, como título divino, aparece tres veces en este pasaje (1,1.14) y dos veces más en otros lugares de la tradición joánica (1 Jn 1,1; Ap 19,13). Es título que la tradición cristiana ha aplicado a Jesucristo. Y hace alusión a la palabra creadora, reveladora y salvadora de Dios en el AT (ver Gn 1,1-26; Sal 33,4-6; 107,20; 119,89; Pr 8,22-31). A veces se ha traducido transcribiendo simplemente el vocablo latino: Verbo = Palabra. ;
y la Palabra estaba junto a Dios y era Dios.#17,5.24; Gn 1,1; Pr 8,30; (ver Flp 2,6; Col 1,15; Heb 1,3).
2Ya en el principio estaba junto a Dios.
3Todo fue hecho por medio de ella
y nada se hizo sin contar con ella.
Cuanto fue hecho#1,10; Col 1,16-17; Heb 1,2. 4era ya vida en ella,
y esa vida era luz para la humanidad#1,4: humanidad: Los vv. 2-4 admiten una puntuación un tanto distinta que resultaría la siguiente traducción: 2 Ya en el principio estaba junto a Dios, 3 y todo fue hecho por medio de ella. Nada de cuanto fue hecho se hizo sin contar con ella. 4 En ella estaba la vida y esa vida era luz para la humanidad.;#1,5-6; 3,19-21; 9,5; 11,9-10; 12,35-36.46; 1 Jn 1,5-7; 2,8-10.
5luz que resplandece en las tinieblas
y que las tinieblas no han podido sofocar#1,5: sofocar: Otras traducciones posibles: y que las tinieblas no comprendieron; o bien: no quisieron aceptar..#1,10-11; 3,19 (ver Sb 13,1-9; Rm 1,19-23; 1 Co 1,21).
6Vino un hombre llamado Juan#1,6: Juan: Se trata, sin duda, de Juan el Bautista. Las dos menciones de este personaje dentro del prólogo (1,6-8 y 1,15) constituyen dos paréntesis dentro del himno y preparan el relato de Jn 1,19-34., enviado por Dios.#1,15.19-34; 5,33; 10,41; Mt 3,1-12; Mc 1,4-8; Lc 1,13-17.60.67.76-80; 3,2-20. 7Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. 8No era él la luz, sino testigo de la luz. 9La verdadera luz, la que ilumina a toda la humanidad, estaba llegando al mundo#1,9: … al mundo: O bien, según otra posible traducción: La verdadera luz, la que con su venida al mundo ilumina a todos los humanos, ya existía..#1 Jn 2,8.
10En el mundo estaba [la Palabra]
y, aunque el mundo fue hecho por medio de ella,
el mundo no la reconoció#1,10: el mundo no la reconoció: En la tradición joánica la palabra mundo designa unas veces al conjunto de seres distintos de Dios (12,25; 17,57), otras a la humanidad (3,16-17) y otras, en fin, al conjunto tanto de personas como de cosas que oponen resistencia a Dios (7,7; 12,31; 15,18-19; 17,10.14-16; 1 Jn 2,15-17; etc.). Juan la utiliza con frecuencia en este tercer sentido, si bien en el presente pasaje juega un poco con los distintos sentidos señalados..#17,25.
11Vino a los suyos
y los suyos no la recibieron;
12pero a cuantos la recibieron y creyeron en ella,#11,52; Ga 3,26; Stg 1,18; 1 Pe 1,23; 1 Jn 3,1-2.9-10; 5,2.4.18.
les concedió el llegar a ser hijos de Dios.
13Estos son los que nacen no por generación natural,
por impulso pasional o porque el ser humano lo desee,
sino que tienen por Padre a Dios.
14Y la Palabra se encarnó
y habitó entre nosotros;
y vimos su gloria, la que le corresponde
como Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad#1,14: habitó: El vocablo empleado en el texto griego sugiere la idea de una tienda de campaña que se planta en un determinado lugar; en este caso concreto evoca la Morada o Tienda del encuentro que constituía el santuario israelita durante la época del desierto (ver Ex 26; 36,40; Ap 21,3).— lleno de gracia y de verdad: Si se relaciona este pasaje con Ex 34,6-7, se observa en seguida que las palabras gracia y verdad se corresponden con amor y fidelidad que, según el autor del Éxodo, son prerrogativa de la divinidad..#2,11; 13,31; 17,2-5.22; Rm 1,3; Ga 4,4; Flp 2,7; 1 Tm 3,16; Heb 2,14; 1 Jn 4,2; Lc 9,32.
15Juan#1,15: Juan: Ver nota a 1,6. dio testimonio de él proclamando: “Este es aquel de quien yo dije: el que viene después de mí es superior a mí porque existía antes que yo”.#1,27; Mt 3,11; Mc 1,7.
16En efecto, de su plenitud
todos hemos recibido bendición tras bendición#1,16: bendición tras bendición: Lit. gracia sobre gracia. Otra posible traducción: un amor (lealtad) como corresponde a su amor (lealtad), que tendría el sentido del dicho castellano: “a tal señor, tal honor”. Y aun otra: una bendición (la de la nueva alianza) en lugar de otra bendición (la de la antigua alianza)..#Col 2,9-10.
17Porque la ley fue dada por medio de Moisés,
pero la gracia y la verdad
nos vinieron por medio de Jesucristo.#7,19; Ex 31,18; 34,27-28.
18A Dios nadie lo vio jamás;
el Hijo único, que es Dios#1,18: el Hijo único, que es Dios: Varios mss., alguno de importancia, dicen simplemente: el Hijo unigénito.
y vive en íntima unión con el Padre,
nos lo ha dado a conocer.#6,46; Ex 33,20; 1 Tm 6,16; 1 Jn 4,12; (ver Mt 11,27; Lc 10,22).
Testimonio de Juan el Bautista
19Los judíos#1,19: los judíos: Aquí, como a menudo en Juan, esta expresión designa a los jefes religiosos del Israel contemporáneo de Jesús (ver 2,18; 5,10-18; 7,1.13; 9,22; 18,12; 20,19). de Jerusalén enviaron una comisión de sacerdotes y levitas para preguntar a Juan quién era él. Y este fue su testimonio, 20un testimonio tajante y sin reservas:
— Yo no soy el Mesías.
21Ellos le preguntaron:
— Entonces, ¿qué? ¿Eres acaso Elías?
Juan respondió:
— Tampoco soy Elías.
— ¿Eres, entonces, el profeta que esperamos#1,21: Elías: Ver nota a Mc 6,15.— el profeta que esperamos: Apoyándose en Dt 18,15, muchos judíos contemporáneos de Jesús esperaban la aparición de un profeta singular que inauguraría los tiempos mesiánicos.?
Contestó:
— No.
22Ellos le insistieron:
— Pues, ¿quién eres? Debemos dar una respuesta a los que nos han enviado. Dinos algo sobre ti.
23Juan, aplicándose las palabras del profeta Isaías, contestó:
— Yo soy la voz del que proclama en el desierto: “¡Allanad el camino del Señor!”.#Is 40,3; (ver Mt 3,3; Mc 1,3; Lc 3,4).
24Los miembros de la comisión, que eran fariseos, 25lo interpelaron diciendo:
— Si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta esperado, ¿qué títulos tienes para bautizar?#10,40; Mt 3,6-7.11-13; Mc 1,4-8; Lc 3,7.16; Hch 13,24-25.
26Juan les respondió:
— Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros hay uno a quien no conocéis; 27uno que viene después de mí, aunque yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de su calzado.
28Esto ocurrió en Betania#1,28: Betania: Población situada al este del Jordán, pero sin que podamos precisar el lugar exacto. No debe confundirse con el pueblo del mismo nombre que era la patria chica de Lázaro, Marta y María, y que estaba situado a unos dos kilómetros y medio de Jerusalén (ver 11,1.18). Por lo demás, según variante de bastantes mss., aunque no de gran valor, esta Betania de 1,28 se denominaría más bien Betabara., al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Jesús, Cordero de Dios
29Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo:
— Ahí tenéis al Cordero de Dios#1,29: Cordero de Dios: Imagen y título que de forma más o menos explícita se aplica a Jesús en otros lugares del NT (19,36; Hch 8,32; 1 Co 5,7; 1 Pe 1,19), sobre todo en el libro de Apocalipsis donde se constituye en el título emblemático de Jesucristo resucitado (Ap 5,6—8,1; 13,8; 14,1.4.10; 15,3; 17,14; 19,7-9; 21,9.14.22-23.27; 22,1.3). Es más que probable la alusión a los corderos que se sacrificaban en la fiesta judía de la Pascua (Ex 12,1-24), y al siervo sufriente de Is 53,4-7. que quita el pecado del mundo. 30A él me refería yo cuando dije: “Después de mí viene uno que es superior a mí, porque él ya existía antes que yo”. 31Ni yo mismo sabía quién era, pero Dios me encomendó bautizar con agua precisamente para que él tenga ocasión de darse a conocer a Israel.
32Y Juan prosiguió su testimonio diciendo:
— He visto que el Espíritu bajaba del cielo como una paloma y permanecía sobre él.#Mt 3,16; Mc 1,10; Lc 3,22; (ver Is 11,2; 61,1). 33Ni yo mismo sabía quién era, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y permanece sobre él, ese es quien ha de bautizar con Espíritu Santo”. 34Y, puesto que yo lo he visto, testifico que este es el Hijo de Dios#1,34: el Hijo de Dios: Varios mss., alguno de valor, dicen: el elegido de Dios..
Los primeros discípulos
35Al día siguiente, de nuevo estaba Juan con dos de sus discípulos 36y, al ver a Jesús que pasaba por allí, dijo:
— Ahí tenéis al Cordero de Dios.
37Los dos discípulos, que se lo oyeron decir, fueron en pos de Jesús, 38quien al ver que lo seguían, les preguntó:
— ¿Qué buscáis?
Ellos contestaron:
— Rabí#1,38: Rabí: Vocablo arameo que significa “mi maestro” y que era el apelativo que recibían los judíos peritos en el arte de enseñar e interpretar las Sagradas Escrituras. En castellano ha dado origen a la palabra rabino. (que significa “Maestro”), ¿dónde vives?
Él les respondió:
39— Venid a verlo.
Se fueron, pues, con él, vieron dónde vivía y pasaron con él el resto de aquel día. Eran como las cuatro de la tarde.
40Uno de los dos que habían escuchado a Juan y habían seguido a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro.#Mt 4,18 y par.; 16,17-18; Mc 3,16; 1 Co 1,12; Ga 2,14. 41Lo primero que hizo Andrés fue ir en busca de su hermano Simón para decirle:
— Hemos hallado al Mesías (palabra que quiere decir “Cristo”).
42Y se lo presentó a Jesús, quien, fijando en él la mirada, le dijo:
— Tú eres Simón, hijo de Juan; en adelante te llamarás Cefas (es decir, Pedro#1,42: hijo de Juan: Numerosos mss., algunos de valor, dicen: hijo de Jonás.— Cefas… Pedro: Formas aramea y griega respectivamente del mismo nombre; las dos significan “piedra”.).
Felipe y Natanael
43Al día siguiente, Jesús decidió partir para Galilea. Encontró a Felipe y le dijo:
— Sígueme.
44Felipe, que era de Betsaida#1,44: Betsaida: Población situada al noroeste del lago de Tiberíades. El vocablo significa “lugar de pesca”. Jesús debió pasar con frecuencia por esta población., el pueblo de Andrés y Pedro, 45se encontró con Natanael y le dijo:
— Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en el Libro de la Ley y del que hablaron también los profetas: Jesús, hijo de José y natural de Nazaret#1,45: Nazaret: Ver nota a Mt 2,23..#Dt 18,18.
46Natanael exclamó:
¿Es que puede salir algo bueno de Nazaret?
Felipe le contestó:
— Ven y verás.
47Al ver Jesús que Natanael venía a su encuentro, comentó:
— Ahí tenéis a un verdadero israelita en quien no cabe falsedad.
48Natanael le preguntó:
— ¿De qué me conoces?
Jesús respondió:
— Antes que Felipe te llamara, ya te había visto yo cuando estabas debajo de la higuera#1,48: debajo de la higuera: Según ciertos relatos de los rabinos, la sombra de la higuera, símbolo de paz y seguridad (ver Mi 4,4), era un buen lugar para leer y meditar las Escrituras..
49Natanael exclamó:
— Maestro#1,49: Maestro. Lit. Rabí. Ver nota a 1,38., tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel.#11,4.27; 12,13 (ver 19,7); 20,31; Mt 14,33 (ver 4,3; 8,29); 16,16; 26,63-64; 27,54; Mc 1,1; 14,61-62; 15,39; Lc 1,32; 22,70; Hch 9,20; Rm 1,4; 2 Co 1,19; Ga 2,20; Heb 4,14; 6,6; 7,3 (ver So 3,15; Mt 27,42; Mc 15,32).
50Jesús le dijo:
— ¿Te basta para creer el haberte dicho que te vi debajo de la higuera? ¡Cosas mucho más grandes has de ver!
51Y añadió:
— Os aseguro que veréis cómo se abren los cielos y los ángeles de Dios suben y bajan sobre el Hijo del hombre#1,51: Hijo del hombre: Para el título mismo, ver nota a Mt 8,20. En cuanto al episodio al que se alude, se trata del sueño de Jacob relatado en Gn 28,10-17..#Gn 28,12; (ver Mt 3,16).
Nke Ahọpụtara Ugbu A:
JUAN 1: BTI
Mee ka ọ bụrụ isi
Kesaa
Mapịa
Ịchọrọ ka echekwaara gị ihe ndị gasị ị mere ka ha pụta ìhè ná ngwaọrụ gị niile? Debanye aha gị ma ọ bụ mee mbanye
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