Héroes: Devociones de Tiempo de GraciaMuestra

Humildad: Pablo ¿Cómo podría haber sido usted un apóstol del calibre de san Pablo, y no haber sido vanidoso? ¿Cómo podría no ser arrogante después de haber recibido revelaciones personales del Señor Jesucristo, después de haber recibido autoridad apostólica para proclamar directamente las palabras de Dios, después de haber recibido la facultad de obrar milagros asombrosos, la autorización para escribir 13 libros del Nuevo Testamento, e incluso después de que se le permitió resucitar un joven de entre los muertos? Fue así: “Esto es muy cierto, y todos deben creerlo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero Dios tuvo misericordia de mí” (1 Timoteo 1:15,16). Pablo tenía dolorosos recuerdos de su vida anterior: cuando era joven había perseguido con saña a los creyentes en Cristo; había aprobado con su presencia la lapidación de Esteban, el primer mártir; había visto personalmente la detención y encarcelamiento de muchos cristianos. Por eso siempre estuvo consciente de que todo lo bueno en su vida fue obrado en él por la misericordia de Dios. ¿Puede usted decir conmigo "Todo lo bueno en mi vida es obra de la misericordia de Dios"?