Adoración de AdvientoMuestra
Paz.
La palabra hebrea para “Paz” es “Shalom.” Que significa “estar seguro, sano, perfecto, completo, nada falta.” Shalom quiere decir la presencia de bienestar y armonía, por dentro y por fuera. También quiere decir la ausencia de ansiedad o estrés. Bíblicamente, es una palabra orientada al futuro.
Uno pensaría que el nacimiento del príncipe de “Shalom” debió ser pacífico.
Uno podría pensar.
Mateo 1:18-25
El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública, resolvió divorciarse de ella en secreto.
Sabemos muy poco acerca de José, el Padre terrenal de Jesús. Él es un carpintero. Él es un artesano de cuello azul que trabaja con sus manos. Él no es un académico, no es un hombre de negocios, y no es un sacerdote. Él es el tipo de “persona que trabaja honestamente por un salario honesto.”
Cuando su prometida queda embarazada (por el Espíritu Santo, aunque él todavía no lo sabe), su respuesta es ejemplar. A pesar de que probablemente fue un dolor profundo, él “no está dispuesto a avergonzarla” y decide tratar la situación silenciosamente, sin problemas. Él quiere protegerla de la vergüenza que sabe que podría venir. José es tranquilo, y devuelve lo que supone que es mal con bien. En otras palabras, es un buen hombre.
En este punto de la historia, él definitivamente no está en paz.
Mateo 1:20a
Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños, un ángel del Señor.
Jesé “está considerando estas cosas” hasta bien entrada la noche. Incluso en sus sueños están dominadas por la situación. Él está en medio de sueño cuando un ángel se le aparece, con un trabajo.
Mateo 1:20b-25
José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel” (que significa «Dios con nosotros»).
Los ángeles ocupan un lugar destacado en la historia del nacimiento de Jesús. Ellos vienen con un brillo deslumbrante y son conocidos por traer “buenas noticias de gran alegría!” Pero para José, si bien estas noticias eran buenas, las implicaciones para él aquí y ahora son fuertes.
José debe proceder con el matrimonio. Ella y su hijo son muy importantes. María es de quien el profeta declara. Jesús salvaría a las personas de sus pecados. Esos son destinos gigantescos.
Pero ¿qué hay acerca de José? De manera interesante, no hay nada sobre su propia vida, su propio impacto. Es como si su legado estuviera ligado a la vida de ellos dos: la virgen y su hijo.
”No seas un héroe, José” - Puedo imaginar a sus amigos diciendo. “Fue solo un tonto sueño.”
Mateo 1:24-25
Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a María por esposa. Pero no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre Jesús.
Dios ordena a José a hacer algo, y él tiene la intención de hacerlo. A través de la incomodidad, juicio, ansiedad, desafío y vergüenza (léase: no paz), él criará al Príncipe de la Paz.
Si yo hubiese sido José, tendría algunas preguntas, luego de esto. Pero José no preguntó nada. Él confía en Dios y obedece.
De hecho, de todos los personajes en la primera parte de la vida de Jesús, José tiene el mayor cara a cara con mensajes celestiales. En repetidas ocasiones, ángeles se aparecen con un trabajo difícil. En repetidas ocasiones, José confía y obedece. Ver por sí mismo…
Mateo 2:13-14
Cuando ya se habían ido, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». Así que se levantó cuando todavía era de noche, tomó al niño y a su madre, y partió para Egipto.
Mateo 2:19-20
Después de que murió Herodes, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, que ya murieron los que amenazaban con quitarle la vida al niño». Así que se levantó José, tomó al niño y a su madre, y regresó a la tierra de Israel.
Nos esforzamos mucho por gestionar nuestro propio impacto, nuestros propios legados, nuestra propia paz. Tanta ansiedad, tanto estrés, tan poca paz viene de tratar de conjurar algo eternamente significativo a partir de nuestra fuerza. Dios no nos pide que partamos el mar, sino que lo atravesemos. Dios no le pide a José que explique su matrimonio y su familia al mundo; le pide a José que confíe y obedezca.
La confianza y la obediencia son las formas en que permitimos que Dios cumpla Su promesa. Al hacerlo, como lo hizo José, encontramos paz.
Filipenses 3:13-14; 4:7
Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Esta Navidad, decide confiar tu destino a Dios, y como José, ata tu legado con el Príncipe de la Paz.
...
Oración:
Señor, dame tu Paz. Ayúdame a tener fe y obedecer
Práctica:
¿Cuáles son las formas en que has tratado de obtener el máximo significado eterno de la fuerza personal?
¿En qué áreas Dios te está llamando a confiar y obedecer, a pesar de que es difícil?
Acerca de este Plan
Esperanza, amor, paz y gozo. Estas palabras se repiten mucho durante la época festiva, pero ¿nos acordamos por qué? La historia de Navidad cuenta cómo Dios intervino en nuestra Historia a través del nacimiento de Jesús. Las vidas de María, José y los pastores fueron intrínsecamente modificadas por este evento. Ellos encontraron esperanza, amor, paz y gozo; vamos a recordar todos juntos como, a través de Jesús, también nosotros los podemos encontrar.
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