¿Quién es Jesús?Muestra

Jesús es el amigo de los pecadores

La cafetería a la hora de comer no siempre es el lugar más acogedor.

Las comidas pueden ser una oportunidad para incluir o excluir personas. Las comidas pueden crear barreras o derribarlas. La persona o personas con las que te sientas y comes a la hora del almuerzo a menudo les dicen a los espectadores a quién aceptas y abrazas.

Las comidas en los días de Jesús contaban un tipo de historia similar.

Los líderes religiosos a menudo criticaban a Jesús por las personas con las que comía, porque en esa cultura las comidas eran un símbolo de amistad y aceptación, y lo que sorprendía a otros era que Jesús comía con personas que estaban en mal estado, pecadoras y parecían alejadas de Dios.

“Cuando los maestros de la ley, que eran fariseos, lo vieron comer con los “pecadores” y publicanos, preguntaron a sus discípulos: “¿Por qué come con publicanos y pecadores?”. (vs. 16).

Pero Jesús responde diciendo: “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (vs. 17).

Parte de la identidad de Jesús era su reputación de ser "amigo de los pecadores".

Si imaginas el reino de Dios como una fiesta, los fariseos solo quieren invitar a aquellos que son socialmente aceptables, los ciudadanos moralmente rectos del día que guardan las reglas y parecen muy religiosos.

Jesús, en cambio, invita a todos. No importa lo que hayas hecho o lo mal que lo hayas hecho, estás invitado a la fiesta de Dios a través de una relación con Él. Hay lugar en Su mesa para rebeldes y transgresores de la ley.

Esto enfurece a los fariseos porque pensaban que la santidad, la pureza moral o el comportamiento correcto conducían a una relación con Dios. Pero Jesús sabía y actuaba como que la santidad, o el vivir correctamente, resultaba de una relación con Dios.

Para decirlo de otra manera: en lugar de cambiar antes de que Dios pueda amarte, Jesús nos invita a creer, Dios te ama y Su amor puede cambiarte. Jesús no comienza con el estilo de vida; Comienza con el amor de Dios, sabiendo que el amor de Dios, con el tiempo, cambiará nuestro carácter y nuestras vidas.

A través de Jesús, Dios nos invita a pertenecer antes de creer e incluso antes de comportarnos, porque nuestra invitación a la fiesta de Dios no se basa en nuestra bondad, se basa en Su gracia.

La mesa de Jesús estaba contando una historia sobre la aceptación misericordiosa de Dios de todos los diferentes tipos de personas.

Me pregunto qué tipo de historia cuentan nuestras mesas.