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Héroes De La Fe - Parte 2

Lectura Diaria de la Biblia de Diciembre de 2024. La guiadora palabra de Dios: Alegría

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch29" data-usfm="DEU.29">
 <div class="label">29</div><div class="s">Pacto de Jehov&#225; con Israel en Moab</div><div class="p"> 1Estas son las palabras del pacto que Jehov&#225; mand&#243; a Mois&#233;s que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, adem&#225;s del pacto que concert&#243; con ellos en Horeb.</div><div class="p"> 2Mois&#233;s, pues, llam&#243; a todo Israel, y les dijo: Vosotros hab&#233;is visto todo lo que Jehov&#225; ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Fara&#243;n y a todos sus siervos, y a toda su tierra, 3las grandes pruebas que vieron vuestros ojos, las se&#241;ales y las grandes maravillas. 4Pero hasta hoy Jehov&#225; no os ha dado coraz&#243;n para entender, ni ojos para ver, ni o&#237;dos para o&#237;r. 5Y yo os he tra&#237;do cuarenta a&#241;os en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie. 6No hab&#233;is comido pan, ni bebisteis vino ni sidra; para que supierais que yo soy Jehov&#225; vuestro Dios. 7Y llegasteis a este lugar, y salieron Seh&#243;n rey de Hesb&#243;n#Nm. 21.21-30. y Og rey de Bas&#225;n#Nm. 21.31-35. delante de nosotros para pelear, y los derrotamos; 8y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Rub&#233;n y a Gad y a la media tribu de Manas&#233;s.#Nm. 32.33. 9Guardar&#233;is, pues, las palabras de este pacto, y las pondr&#233;is por obra, para que prosper&#233;is en todo lo que hiciereis.</div><div class="p"> 10Vosotros todos est&#225;is hoy en presencia de Jehov&#225; vuestro Dios; los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel; 11vuestros ni&#241;os, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu le&#241;a hasta el que saca tu agua; 12para que entres en el pacto de Jehov&#225; tu Dios, y en su juramento, que Jehov&#225; tu Dios concierta hoy contigo, 13para confirmarte hoy como su pueblo, y para que &#233;l te sea a ti por Dios, de la manera que &#233;l te ha dicho, y como lo jur&#243; a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. 14Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, 15sino con los que est&#225;n aqu&#237; presentes hoy con nosotros delante de Jehov&#225; nuestro Dios, y con los que no est&#225;n aqu&#237; hoy con nosotros.</div><div class="p"> 16Porque vosotros sab&#233;is c&#243;mo habitamos en la tierra de Egipto, y c&#243;mo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales hab&#233;is pasado; 17y hab&#233;is visto sus abominaciones y sus &#237;dolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo. 18No sea que haya entre vosotros var&#243;n o mujer, o familia o tribu, cuyo coraz&#243;n se aparte hoy de Jehov&#225; nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros ra&#237;z que produzca hiel y ajenjo,#He. 12.15. 19y suceda que al o&#237;r las palabras de esta maldici&#243;n, &#233;l se bendiga en su coraz&#243;n, diciendo: Tendr&#233; paz, aunque ande en la dureza de mi coraz&#243;n, a fin de que con la embriaguez quite la sed. 20No querr&#225; Jehov&#225; perdonarlo, sino que entonces humear&#225; la ira de Jehov&#225; y su celo sobre el tal hombre, y se asentar&#225; sobre &#233;l toda maldici&#243;n escrita en este libro, y Jehov&#225; borrar&#225; su nombre de debajo del cielo; 21y lo apartar&#225; Jehov&#225; de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley. 22Y dir&#225;n las generaciones venideras, vuestros hijos que se levanten despu&#233;s de vosotros, y el extranjero que vendr&#225; de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Jehov&#225; la habr&#225; hecho enfermar 23(azufre y sal, abrasada toda su tierra; no ser&#225; sembrada, ni producir&#225;, ni crecer&#225; en ella hierba alguna, como sucedi&#243; en la destrucci&#243;n de Sodoma y de Gomorra,#Gn. 19.24-25. de Adma y de Zeboim, las cuales Jehov&#225; destruy&#243; en su furor y en su ira); 24m&#225;s a&#250;n, todas las naciones dir&#225;n: &#191;Por qu&#233; hizo esto Jehov&#225; a esta tierra? &#191;Qu&#233; significa el ardor de esta gran ira? 25Y responder&#225;n: Por cuanto dejaron el pacto de Jehov&#225; el Dios de sus padres, que &#233;l concert&#243; con ellos cuando los sac&#243; de la tierra de Egipto, 26y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conoc&#237;an, y que ninguna cosa les hab&#237;an dado. 27Por tanto, se encendi&#243; la ira de Jehov&#225; contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro; 28y Jehov&#225; los desarraig&#243; de su tierra con ira, con furor y con grande indignaci&#243;n, y los arroj&#243; a otra tierra, como hoy se ve.</div><div class="p"> 29Las cosas secretas pertenecen a Jehov&#225; nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="chapter ch30" data-usfm="DEU.30">
 <div class="label">30</div><div class="s">Condiciones para la restauraci&#243;n y la bendici&#243;n</div><div class="p"> 1Suceder&#225; que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendici&#243;n y la maldici&#243;n que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehov&#225; tu Dios, 2y te convirtieres a Jehov&#225; tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, t&#250; y tus hijos, con todo tu coraz&#243;n y con toda tu alma, 3entonces Jehov&#225; har&#225; volver a tus cautivos, y tendr&#225; misericordia de ti, y volver&#225; a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehov&#225; tu Dios. 4Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes m&#225;s lejanas que hay debajo del cielo, de all&#237; te recoger&#225; Jehov&#225; tu Dios, y de all&#225; te tomar&#225;; 5y te har&#225; volver Jehov&#225; tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y ser&#225; tuya; y te har&#225; bien, y te multiplicar&#225; m&#225;s que a tus padres. 6Y circuncidar&#225; Jehov&#225; tu Dios tu coraz&#243;n, y el coraz&#243;n de tu descendencia, para que ames a Jehov&#225; tu Dios con todo tu coraz&#243;n y con toda tu alma, a fin de que vivas. 7Y pondr&#225; Jehov&#225; tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron. 8Y t&#250; volver&#225;s, y oir&#225;s la voz de Jehov&#225;, y pondr&#225;s por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. 9Y te har&#225; Jehov&#225; tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehov&#225; volver&#225; a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se goz&#243; sobre tus padres, 10cuando obedecieres a la voz de Jehov&#225; tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehov&#225; tu Dios con todo tu coraz&#243;n y con toda tu alma.</div><div class="p"> 11Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado dif&#237;cil para ti, ni est&#225; lejos. 12No est&#225; en el cielo, para que digas: &#191;Qui&#233;n subir&#225; por nosotros al cielo, y nos lo traer&#225; y nos lo har&#225; o&#237;r para que lo cumplamos? 13Ni est&#225; al otro lado del mar, para que digas: &#191;Qui&#233;n pasar&#225; por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga o&#237;r, a fin de que lo cumplamos? 14Porque muy cerca de ti est&#225; la palabra, en tu boca y en tu coraz&#243;n, para que la cumplas.#Ro. 10.6-8.</div><div class="p"> 15Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16porque yo te mando hoy que ames a Jehov&#225; tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehov&#225; tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesi&#243;n de ella. 17Mas si tu coraz&#243;n se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18yo os protesto hoy que de cierto perecer&#233;is; no prolongar&#233;is vuestros d&#237;as sobre la tierra adonde vais, pasando el Jord&#225;n, para entrar en posesi&#243;n de ella. 19A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendici&#243;n y la maldici&#243;n; escoge, pues, la vida, para que vivas t&#250; y tu descendencia; 20amando a Jehov&#225; tu Dios, atendiendo a su voz, y sigui&#233;ndole a &#233;l; porque &#233;l es vida para ti, y prolongaci&#243;n de tus d&#237;as; a fin de que habites sobre la tierra que jur&#243; Jehov&#225; a tus padres, Abraham,#Gn. 12.7. Isaac#Gn. 26.3. y Jacob,#Gn. 28.13. que les hab&#237;a de dar.</div>
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 <div class="chapter ch15" data-usfm="1CO.15">
 <div class="label">15</div><div class="s">La resurrecci&#243;n de los muertos</div><div class="p"> 1Adem&#225;s os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual tambi&#233;n recibisteis, en el cual tambi&#233;n persever&#225;is; 2por el cual asimismo, si reten&#233;is la palabra que os he predicado, sois salvos, si no cre&#237;steis en vano.</div><div class="p"> 3Porque primeramente os he ense&#241;ado lo que asimismo recib&#237;: Que Cristo muri&#243; por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;#Is. 53.5-12. 4y que fue sepultado, y que resucit&#243; al tercer d&#237;a, conforme a las Escrituras;#Sal. 16.8-10; Os. 6.2. 5y que apareci&#243; a Cefas,#Lc. 24.34. y despu&#233;s a los doce.#Mt. 28.16-17; Mr. 16.14; Lc. 24.36; Jn. 20.19. 6Despu&#233;s apareci&#243; a m&#225;s de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven a&#250;n, y otros ya duermen. 7Despu&#233;s apareci&#243; a Jacobo; despu&#233;s a todos los ap&#243;stoles; 8y al &#250;ltimo de todos, como a un abortivo, me apareci&#243; a m&#237;.#Hch. 9.3-6. 9Porque yo soy el m&#225;s peque&#241;o de los ap&#243;stoles, que no soy digno de ser llamado ap&#243;stol, porque persegu&#237; a la iglesia de Dios.#Hch. 8.3. 10Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado m&#225;s que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11Porque o sea yo o sean ellos, as&#237; predicamos, y as&#237; hab&#233;is cre&#237;do.</div><div class="p"> 12Pero si se predica de Cristo que resucit&#243; de los muertos, &#191;c&#243;mo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrecci&#243;n de muertos? 13Porque si no hay resurrecci&#243;n de muertos, tampoco Cristo resucit&#243;. 14Y si Cristo no resucit&#243;, vana es entonces nuestra predicaci&#243;n, vana es tambi&#233;n vuestra fe. 15Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que &#233;l resucit&#243; a Cristo, al cual no resucit&#243;, si en verdad los muertos no resucitan. 16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucit&#243;; 17y si Cristo no resucit&#243;, vuestra fe es vana; a&#250;n est&#225;is en vuestros pecados. 18Entonces tambi&#233;n los que durmieron en Cristo perecieron. 19Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los m&#225;s dignos de conmiseraci&#243;n de todos los hombres.</div><div class="p"> 20Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21Porque por cuanto la muerte entr&#243; por un hombre, tambi&#233;n por un hombre la resurrecci&#243;n de los muertos. 22Porque as&#237; como en Ad&#225;n todos mueren, tambi&#233;n en Cristo todos ser&#225;n vivificados. 23Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 24Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25Porque preciso es que &#233;l reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.#Sal. 110.1. 26Y el postrer enemigo que ser&#225; destruido es la muerte. 27Porque todas las cosas las sujet&#243; debajo de sus pies.#Sal. 8.6. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a &#233;l, claramente se except&#250;a aquel que sujet&#243; a &#233;l todas las cosas. 28Pero luego que todas las cosas le est&#233;n sujetas, entonces tambi&#233;n el Hijo mismo se sujetar&#225; al que le sujet&#243; a &#233;l todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.</div><div class="p"> 29De otro modo, &#191;qu&#233; har&#225;n los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? &#191;Por qu&#233;, pues, se bautizan por los muertos? 30&#191;Y por qu&#233; nosotros peligramos a toda hora? 31Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Se&#241;or Jesucristo, que cada d&#237;a muero. 32Si como hombre batall&#233; en &#201;feso contra fieras, &#191;qu&#233; me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque ma&#241;ana moriremos.#Is. 22.13. 33No err&#233;is; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 34Velad debidamente, y no pequ&#233;is; porque algunos no conocen a Dios; para verg&#252;enza vuestra lo digo.</div><div class="p"> 35Pero dir&#225; alguno: &#191;C&#243;mo resucitar&#225;n los muertos? &#191;Con qu&#233; cuerpo vendr&#225;n? 36Necio, lo que t&#250; siembras no se vivifica, si no muere antes. 37Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; 38pero Dios le da el cuerpo como &#233;l quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. 39No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. 40Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. 41Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.</div><div class="p"> 42As&#237; tambi&#233;n es la resurrecci&#243;n de los muertos. Se siembra en corrupci&#243;n, resucitar&#225; en incorrupci&#243;n. 43Se siembra en deshonra, resucitar&#225; en gloria; se siembra en debilidad, resucitar&#225; en poder. 44Se siembra cuerpo animal, resucitar&#225; cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. 45As&#237; tambi&#233;n est&#225; escrito: Fue hecho el primer hombre Ad&#225;n alma viviente;#Gn. 2.7. el postrer Ad&#225;n, esp&#237;ritu vivificante. 46Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Se&#241;or, es del cielo. 48Cual el terrenal, tales tambi&#233;n los terrenales; y cual el celestial, tales tambi&#233;n los celestiales. 49Y as&#237; como hemos tra&#237;do la imagen del terrenal, traeremos tambi&#233;n la imagen del celestial. 50Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupci&#243;n hereda la incorrupci&#243;n.</div><div class="p"> 51He aqu&#237;, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocar&#225; la trompeta, y los muertos ser&#225;n resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.#1 Ts. 4.15-17. 53Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupci&#243;n, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupci&#243;n, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplir&#225; la palabra que est&#225; escrita: Sorbida es la muerte en victoria.#Is. 25.8. 55&#191;D&#243;nde est&#225;, oh muerte, tu aguij&#243;n? &#191;D&#243;nde, oh sepulcro, tu victoria?#Os. 13.14. 56ya que el aguij&#243;n de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Se&#241;or Jesucristo.</div><div class="p"> 58As&#237; que, hermanos m&#237;os amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Se&#241;or siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Se&#241;or no es en vano.</div>
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