Más Sabio y Más FelizMuestra

Sea real En el mundo en que vivieron y trabajaron Cristo y los apóstoles, la esclavitud no era solo tolerada sino ampliamente utilizada. En las grandes ciudades donde se plantó el cristianismo, seguramente había centenares de miles de esclavos, y muchos de ellos estuvieron entre los primeros creyentes. Pablo les escribió que obtuvieran la libertad si podían, pero que aprendieran a aceptar su vida y a sacarle el máximo provecho a su situación. Si usted realmente cree que es un príncipe del cielo y un billonario espiritual, no tiene que sentir que debe tenerlo todo en este momento. No hay nada fundamentalmente malo en querer ser alguien. Todos anhelamos ser importantes. Ese deseo se vuelve enfermizo cuando se nos agota la paciencia. Conozco muchas personas que se comprometen en deudas que no pueden pagar, tratando de ser lo que no son. Usted tiene gran libertad para que elija cómo quiere que sea su vida ahora y para que acepte su situación presente. “Más vale el despreciado que tiene quien lo sirva, que el jactancioso que carece de pan” (Proverbios 12:9).