«Versículos Determinantes Para Tu Vida Y La Humanidad»Muestra
«Un pueblo que sería de bendición a otros»
Génesis 12:1-3 es uno de los pasajes más importantes en la Biblia. Estos pasajes marcan un nuevo comienzo en el trato de Dios con el hombre. Dios eligió un hombre, Abraham, para comenzar un pueblo que Dios usaría para bendecir a todas las personas.
En el verso 1, analizado el día de ayer, Dios mandó a Abraham que dejara todo. En los siguientes dos versos, Dios le da siete promesas, cada promesa se encuentra preñada de implicaciones. Miremos esas promesas. Hay cuatro en el verso 2, que examinaremos aquí, y tres más en el verso 3 que analizaremos mañana.
«Haré de ti una gran nación», vaya promesa, consideremos que Abraham tenía 75 años sin hijos y con una esposa estéril. Pero esto es justamente como Dios actúa, pues se deleita en hacer lo imposible. Y en contra de todas las posibilidades, eso sucedió. De hecho, la nación de Israel todavía existe, unos 4000 años más tarde, con un poder e influencia mucho más allá de su tamaño.
«Te bendeciré», Dios bendijo ricamente a Abraham, por el resto de su vida. De hecho, se convirtió en el hombre más importante en el Antiguo Testamento, y aparece en el Nuevo Testamento más que cualquier otra figura del Antiguo Testamento. Abraham es el padre de los judíos y un gran ejemplo de fe, en la Biblia entera. Si, Dios lo bendijo a él.
«Y haré tu nombre grande» ¿Sucedió esto? Si. Este hombre desconocido, nómada, sin hijo, es conocido y reverenciado a través del mundo hoy, cuatro mil años después, por cristianos, judíos y musulmanes. Cuando nos exaltamos a nosotros mismos, como la gente de Babel en Génesis 11, quienes gritaron, «Hagamos un nombre por nosotros mismos», entonces Dios nos humilla. Cuando nos humillamos a nosotros mismos, entonces Dios nos exalta. Sucede así todo el tiempo.
«Serás una bendición», Dios bendijo a Abraham para que él pueda bendecir a otros. Por eso él nos bendice a ti y a mí, para que también podamos ser una bendición para otros. Tú eres un río, no un reservorio. Cada día, busca gente para bendecir. Mira para brindar el amor y la esperanza de Dios a la gente que encuentres.
Escrituras
Acerca de este Plan
Me escondo de tantas maneras, algunas son inconscientes. Me escondo tan bien, que algunas veces resulta que me escondo de mí mismo. ¿Qué pasa contigo? ¿Cómo te escondes? Aquí están las buenas noticias: puedes parar de esconderte. Esconderse es una estrategia humana fundamental para manejar el pecado. Sin embargo, la estrategia de Dios es mejor. Confiesa tu pecado y recibe la gracia abundante de Dios. No tengas más temor, recibe el perfecto amor de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells y a El Centro Network por proporcionar este plan. Para más información de estas organizaciones ingresa a http://www.jeffhwells.com y http://elcentronetwork.com