No Tengas Miedo: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaEjemplo

Tengo miedo de Dios Está muy bien y es bueno escuchar las bellas promesas sobre todo lo bueno que tienen los creyentes y sobre su futuro, que será aun mejor. Pero, ¿qué pasa si usted no está seguro de si alguna vez ha sido creyente? O, lo que es peor, ¿qué pasa si alguna vez usted fue un creyente y feligrés activo pero luego perdió el interés? ¿Qué pasa si usted ha cerrado sus sentimientos acerca de Dios durante mucho tiempo? ¿Qué sucede si realmente a usted le aterra enfrentarse al hecho de que ha ignorado y desafiado a su Creador, Dueño y el Juez? ¿Qué pasa si tiene miedo de que cualquier palabra religiosa que ahora salga ahora de su boca vaya a sonar patética, egoísta e hipócrita? Permita que el miedo se convierta en arrepentimiento; permita que de su boca y de su corazón salgan estas palabras: “Señor, no me reprendas en tu enojo ni me castigues en tu furor. Pues en mí se han clavado tus flechas; ¡tu mano has descargado sobre mí!” (Salmo 38:1,2). La culpa y el miedo que usted siente no son una prueba de que está condenado. Esos sentimientos son una prueba de que el Señor lo está haciendo sentir incómodo con sus pecaminosas decisiones. Esas son buenas noticias para usted: antes de que Dios lo pueda llenar con su bondad, tiene que dejarlo vacío de su orgullo.