El viaje del legadoMuestra

Bendecido para ser bendición

Todo el mundo entiende la diferencia entre una mano abierta y un puño apretado. La primera da la bienvenida, mientras que la otra simboliza la violencia y la ira. El Dr. Billy Graham dijo una vez, "Dios nos da dos manos: una para recibir y una para dar". En el viaje del legado, ambas manos deben permanecer abiertas.

La Biblia enfatiza las manos abiertas en Génesis. Cuando Dios llama a Abram (más tarde conocido como Abraham) a una nueva Tierra, Dios le prometió hacer de él una gran nación. Pero también dijo que las bendiciones de Abraham bendecirían a otros. Abraham fue bendecido para ser bendición.

Somos bendecidos para bendecir también a otros. Por eso nos movemos del Ahora al Después y del Nosotros a Ellos. Dios lo lleva a usted de luchar por sobrevivir a una increíble generosidad que cambia su árbol genealógico y transforma el mundo.

En El Espíritu de las Disciplinas, Dallas Willard explica que si los creyentes creen en la mentira que la riqueza es mala, regalarán todo. Nada quedará para el Reino de Dios, mientras que el otro lado será bien financiado para ampliar el alcance de la oscuridad.

Si los cristianos eludimos nuestra responsabilidad, dejaremos un enorme vacío. No se comprarán mosquiteros. No se cavarán pozos. No se proporcionarán vacunas. Niños no serán alimentados. Necesidades no serán cubiertas porqué Satanás simplemente no hace esas cosas por la gente.

Margaret Thatcher, la fallecida primer ministro británico, dijo una vez: "nadie recordaría al buen samaritano si sólo hubiese tenido buenas intenciones. Él también tenía dinero". Administrar el dinero de una forma agradable a Dios requiere sabiduría, pero también requiere una mano abierta.

Como Abraham, usted fue bendecido para ser una bendición. Pídale a Dios que le muestre cómo debe verse esto en su vida, y cómo se debe vivirlo en su viaje del legado.

Dios es el dueño de todo. Nosotros somos los administradores. Todo, nuestro tiempo, talentos, recursos y relaciones, son regalos de Dios, y Él nos hará responsables de cómo los utilizamos. El viaje del legado lo sumerge profundamente en la Palabra de Dios, revelando Su perspectiva sobre la riqueza, su legado personal y familiar, y cómo Él quiere usarlo para Su reino. Para saber más visite daveramsey.com/legacy.