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Libérame de las prisiones mentales: Impaciencia
Cuando uno es niño, siempre está esperando algo. Espera el día en que tenga la edad suficiente para ingresar al equipo, espera obtener la licencia de conducción, espera el baile de graduación, espera que lo acepten en la universidad a la que desea, espera tener suficiente dinero para comprar un automóvil.
Es bueno que fijemos la atención en una meta; es malo que estemos tan absortos en lo que queremos que ya no disfrutemos del lugar en el que estamos en este momento. ¿Qué anhela usted en este momento? ¿Lo está volviendo loco la espera? ¿La "lentitud" de Dios le hace dudar de su amor?, ¿de su poder?, ¿de su sabiduría?
David tuvo que esperar siete años después de su coronación para ser plenamente aceptado como rey de Israel. Durante parte de ese tiempo tuvo que vivir en el exilio, esperando, esperando, esperando a que Dios hiciera algo. Aprendió por experiencia que vale la pena esperar los caminos de Dios. “Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. ¡Espera en Jehová! ¡Esfuérzate y aliéntese tu corazón! ¡Sí, espera en Jehová!” (Salmo 27:13,14).
¿Ha escuchado el antiguo dicho de oler las rosas? Camine un poco más lento; mire un poco más a su alrededor. Fíjese en las personas que lo rodean: algunas fueron enviadas directamente por Dios. Escuche primero, hable después. Déjele buena propina al mesero. Abrace a la gente. Deje que maduren los planes de Dios, sabiendo que son buenos planes.
Escrituras
Acerca de este Plan
La Palabra de Dios tiene respuestas a los temas que nos preocupan y no ayuda a liberarnos de los enredos y cargas que hacen tan dura nuestra vida. Este plan de lecturas le ayudará a usted a entrar, apreciar, y usar, el poder y la sabiduría que Dios ha puesto en su Palabra.
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Nos gustaría agradecer al Ministerio Tiempo de Gracia por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://timeofgrace.org/espanol