Padres y Madres: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaMuestra

Madres: Trátelo bien Los comportamientos de los casados son aprendidos. Los recién casados suponen que las necesidades de su pareja son idénticos a los suyos, pero no lo son; por eso Dios les da instrucciones diferentes. Las mujeres pueden pensar que los esposos anhelan el amor por encima de todo, pero eso no es lo principal; este es el secreto: la necesidad más grande de su esposo es el respeto. El amor es bueno, pero el respeto es oxígeno para el alma de un hombre. Podemos tener cuerpo más grande y ser físicamente más fuertes que nuestras esposas pero, aun así, toda mujer tiene la capacidad de derribar a un hombre. Sólo con sus palabras puede hacer que nos sintamos estúpidos y pequeños. En cambio, nosotros necesitamos su ayuda para llegar a ser los líderes que Dios quiere que seamos. “La mujer respete a su marido” (Efesios 5:33). ¿Quiere que el hombre de su casa guie, provea y asuma la responsabilidad? La manera en que usted le hable propiciará el ambiente; el sarcasmo y el menosprecio le pueden quebrantar el espíritu. Ningún hombre puede liderar a menos que la mujer esté dispuesta a tomar el riesgo de ser seguidora. Un hombre que se siente como un enano en su hogar encontrará excusas para permanecer lejos. Un hombre que se siente como un rey corre a casa cada día para cuidar y proteger a su reina y a la familia real.