Alimento Que EdificaMuestra

La Verdadera Riqueza
La verdadera riqueza no se mide por el mucho dinero o los muchos bienes que tenga una persona; existen muchos "pobres" que en realidad son ricos, y muchos "ricos" que en realidad viven en miseria.
Las personas del mundo pueden alardear de la prosperidad económica y de la prosperidad que quizá en otras áreas puedan poseer; sin embargo, no se dan cuenta que el tesoro de su corazón, que el amor a sus bienes y riquezas, a lo que consideran "éxito", es precisamente la maldición que los separa cada vez más de Dios.
Puede ser que alguien posea muchos bienes y riquezas, prosperidad y éxito conforme a lo que el mundo interpreta como tal; sin embargo, vivir apartado de Dios y de su Hijo Jesús, es lo mismo que estar muerto en vida, lo mismo que vivir en desgracia sin un futuro ni una esperanza segura.
No importa cuánto proclamen a Dios con sus labios ni cuán prosperados crean que lo son; mientras vivan movidos por su pecaminosidad y rebelión contra Él, son considerados sus enemigos, la peor desgracia. No hay miseria más grande que vivir apartado de la voluntad de Dios.
Tenerlo "todo" sin tener a Cristo Jesús, es lo mismo que no tener nada; como las flores del campo ese "todo" es temporal. La verdadera riqueza está en Jesucristo, riqueza eterna que garantiza la vida abundante y prospera que tenemos por Gracia en su Nombre.
La herencia contenida en el Nombre de Jesús, en la salvación y la vida eterna que nos ha otorgado y que por fe nos cimenta en el Reino de los Cielos, es una riqueza invaluable e incomparable, ¿Comprendes? ¡Somos ricos!
¿Cómo no avanzar confiados aún estando en este mundo? Por Jesucristo, fuimos adoptados como hijos de Dios; hemos sido rescatados por gracia y por fe en su Nombre, de las tinieblas, del pecado, la muerte y la maldición. Estamos en amistad con Dios, somos sus amigos, somos sus hijos. ¿De qué vamos a temer? ¿Qué podemos necesitar? El Eterno Dios, Creador y Dueño de todo, es nuestro Padre; Él tiene el control de nuestra vida, estamos en sus manos. ¡Gocémonos, su Bendita Gracia nos cubre!
Acerca de este Plan

Como hijos de Dios, no podemos vivir un solo día sin el alimento que nutre la nueva vida que hemos recibido en el Nombre de Jesucristo; no hay forma alguna en que podamos honrar a nuestro Padre, si no es a través del Poder regenerador que produce su Palabra. Confío en que este plan será de edificación para ti, que se haga conforme a la voluntad de nuestro buen Dios, con cada exhortación, mandato y promesa para tu vida. Amén.
More
Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/confiadosenJesucristo
Planes relacionados

Los Lenguajes Del Amor Para Matrimonios

Cuando Dios Dice: "Todavía No"

La Mente De Cristo

Listo Para Servir

"Un Encuentro Real Con El Espíritu Santo: Del Anhelo a La Llenura Transformadora"

Cuando El Propósito Es Probado

Jesús: El Hombre Perfecto

El Fruto Del Espíritu Santo

Fruto, raíz y corazón: Lo que llevas dentro sale afuera
