¿Quién Mató a Jesús?Muestra

Judas

Uno de los doce discípulos, el que se llamaba Judas Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes y les dijo: ¿Cuánto me quieren dar, y yo les entrego a Jesús? Ellos le pagaron treinta monedas de plata. Y desde entonces Judas anduvo buscando el momento más oportuno para entregarles a Jesús. Mateo 26:14-16

Que doloroso para Jesús saber que uno de sus amigos, uno de sus discípulos, parte de la familia, lo iba a traicionar. Hay que recordar que Judas estuvo con su maestro en todo momento, cuando fue elegido, cundo Jesús confió en darle un puesto como tesorero y en presencia de milagros sorprendentes. Si nos ponemos a pensar, Judas era de gran confianza para Jesús.

Esto nos enseña que habrá personas que nos darán sus hombros, pero llegará un punto en el que buscarán algún error tuyo, tendrán envidia, celos, hablarán a tus espaldas y terminarán traicionando tu amistad. Judas, cuando aceptó las treinta monedas de plata, aceptó la muerte de Jesús al entregarlo, él era consciente de lo que pasaría. Pero, si sabía, ¿Cómo pudo hacer eso? Porque el diablo ya estaba en él.

Si Judas no hubiera entregado a Jesús, no existiría una sentencia de muerte y así no moriría en la cruz. La culpa lo gobernó. Cuando supo que habían condenado a muerte a Jesús, se sintió muy mal por haberlo traicionado. Entonces fue a donde estaban los sacerdotes principales y los líderes del país, les devolvió las treinta monedas de plata, y les dijo: He pecado contra Dios porque entregué a Jesús, y él es inocente. Ellos le contestaron: ¡Y eso qué nos importa! ¡Es problema tuyo! Entonces Judas tiró las monedas en el templo, y fue y se ahorcó. Mt 27:3-5 Entonces, ¿Judas mató a Jesús? Sabemos que todo esto era necesario, que Judas entregará a Jesús, solo así se ocasionaría su muerte; si no hubiera pasado eso, ocurriría de otra manera; además se tenía que cumplir la profecía. Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Zacarías 11:12.

A veces somos Judas y no nos damos cuenta. Entregamos a Jesús con nuestra mala conducta, nuestras acciones pecaminosas, al aceptar las tentaciones. Vendemos a Jesús cuando aceptamos las treinta piezas de plata de satanás, lo que más nos gusta. O a veces hablamos a las espaldas de alguien o juzgamos. Luego viene el remordimiento y decimos ¿Por qué lo hice? Evitemos ser Judas y juntarnos con los Judas de alrededor.

Y tú, ¿Has entregado a Jesús?

Recuerda: Dios te ama ♥️ y eres especial para él.

Yo soy su hij@

SHALOM