Ora por los musulmanes durante el RamadánEjemplo

Ora según te guíe el Señor al leer el versículo de hoy.

«Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que cambian sus rostros para mostrar que están ayunando. Les aseguro que estos ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará» (Mateo 6:16-18).

Ora por sabiduría

Los musulmanes y los cristianos usan la misma palabra árabe para referirse al ayuno. Y al igual que lo que aprendimos ayer sobre la oración, los significados son fundamentalmente diferentes. El ayuno musulmán se define con rigidez: nada de comida, agua, sexo, cigarrillo desde el amanecer hasta el atardecer. El ayuno cristiano puede tomar muchas más formas. El ayuno musulmán es obligatorio (o ampliamente promovido) en países musulmanes durante el Ramadán. Jesús enseñó: «Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto…» (Mateo 6:16-18). Hoy oramos para que los musulmanes encuentren las enseñanzas de Jesús sobre el ayuno en el Sermón del Monte y sean desafiados a seguir investigando sus enseñanzas.

Por los creyentes

Jesús, te agradecemos por enseñarnos que la admiración de otros es una recompensa pobre por ayunar. Padre, te agradecemos por ver lo que está en lo secreto. Nada está oculto de ti. Por favor, ayuda a los creyentes que han salido del islam a no rechazar el ayuno porque les recuerda al islam. En cambio, que vean el ejemplo y las palabras de Jesús que nos llaman a ayunar. «Pero llegará el día en que se les quitará el novio y ese día sí ayunarán» (Marcos 2:20). Señor, oramos para que tus hijos ayunen, anhelando el día en que el novio venga a llevarlos al lugar que tiene preparado para ellos. Que los creyentes sean satisfechos solo al comer el pan de Jesús.

Por los perdidos

Que todos los que ayunan para que otros los vean hallen que su ayuno es vacío. Gracias, Padre, por ver los pensamientos y motivaciones del corazón. A aquellos que simplemente están obedeciendo a sus padres o su cultura, despiértalos de su sueño, abre sus ojos para que vean a Dios. A aquellos que anhelan profundamente agradar a Dios, pero no conocen quién es él, por favor, permite que conozcan a un creyente que hable de Jesús o que lea el evangelio en línea. Oramos por el verdadero ayuno que ansía conocer a Dios como está revelado en Jesucristo por su Espíritu.

Por la iglesia

Oramos para que la iglesia entre estas personas sea un ejemplo del verdadero ayuno que agrada a Dios (Isaías 58:6-7):

• Romper las cadenas de injusticia en sus propias vidas e inspirar a los perdidos a su alrededor a romper sus propias cadenas de injusticia.
• Poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura.
• Compartir su pan con el hambriento.
• Dar refugio a los pobres sin techo.
• Vestir al desnudo.

A medida que los creyentes hacen esto, multiplica los discípulos, líderes e iglesias que viven estos versículos para la gloria de Dios y para el crecimiento de su iglesia en este lugar.

Por áreas de influencia

Lugares de comunidad

Ora por los lugares comunitarios donde los musulmanes se reúnen a romper el ayuno hoy. Ora para que las familias y amigos que se reúnen tengan conversaciones significativas que despierten un hambre espiritual entre ellos para buscar más.
Ora para que las familias que se reúnen después de un día de ayuno religioso para darse un festín de comida y, desafortunadamente, de conflictos familiares, reflexionen cuál debería ser el fruto del ayuno. Ora por oportunidades para que aquellos con corazones blandos conozcan un cristiano que pueda compartir sobre el ayuno cristiano.

Declaración de la Escritura

Oramos por la promesa del resto de Isaías 58:8-12 sobre esta tierra.

Que la luz de este pueblo despunte como la aurora y al instante llegue la sanidad en esta tierra. Oramos para que la justicia abra camino y que la gloria del Señor los siga. Oramos para que muchos te llamen y que tú respondas: «¡Aquí estoy!».

Señor, guía a la gente de esta tierra contínuamente y sacia sus deseos en tierras resecas. Fortalece sus huesos. Que las personas en este lugar sean como un jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.

«Tu pueblo reconstruirá las ruinas antiguas y levantará los cimientos de antaño…”» (Isaías 58:12). Señor, oramos por muchas generaciones espirituales de discípulos (discípulos que hagan discípulos que hagan discípulos) en esta tierra. Amén.