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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bk1KI">
 <div class="chapter ch10" data-usfm="1KI.10">
 <div class="label">10</div><div class="s">La reina de Sab&#225; visita a Salom&#243;n</div><div class="r">(2 Cr. 9.1-12)</div><div class="p"> 1Oyendo la reina de Sab&#225;#Mt. 12.42; Lc. 11.31. la fama que Salom&#243;n hab&#237;a alcanzado por el nombre de Jehov&#225;, vino a probarle con preguntas dif&#237;ciles. 2Y vino a Jerusal&#233;n con un s&#233;quito muy grande, con camellos cargados de especias, y oro en gran abundancia, y piedras preciosas; y cuando vino a Salom&#243;n, le expuso todo lo que en su coraz&#243;n ten&#237;a. 3Y Salom&#243;n le contest&#243; todas sus preguntas, y nada hubo que el rey no le contestase. 4Y cuando la reina de Sab&#225; vio toda la sabidur&#237;a de Salom&#243;n, y la casa que hab&#237;a edificado, 5asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le serv&#237;an, sus maestresalas, y sus holocaustos que ofrec&#237;a en la casa de Jehov&#225;, se qued&#243; asombrada.</div><div class="p"> 6Y dijo al rey: Verdad es lo que o&#237; en mi tierra de tus cosas y de tu sabidur&#237;a; 7pero yo no lo cre&#237;a, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aun se me dijo la mitad; es mayor tu sabidur&#237;a y bien, que la fama que yo hab&#237;a o&#237;do. 8Bienaventurados tus hombres, dichosos estos tus siervos, que est&#225;n continuamente delante de ti, y oyen tu sabidur&#237;a. 9Jehov&#225; tu Dios sea bendito, que se agrad&#243; de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehov&#225; ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia. 10Y dio ella al rey ciento veinte talentos de oro, y mucha especier&#237;a, y piedras preciosas; nunca vino tan gran cantidad de especias, como la reina de Sab&#225; dio al rey Salom&#243;n.</div><div class="p"> 11La flota de Hiram que hab&#237;a tra&#237;do el oro de Ofir, tra&#237;a tambi&#233;n de Ofir mucha madera de s&#225;ndalo, y piedras preciosas. 12Y de la madera de s&#225;ndalo hizo el rey balaustres para la casa de Jehov&#225; y para las casas reales, arpas tambi&#233;n y salterios para los cantores; nunca vino semejante madera de s&#225;ndalo, ni se ha visto hasta hoy.</div><div class="p"> 13Y el rey Salom&#243;n dio a la reina de Sab&#225; todo lo que ella quiso, y todo lo que pidi&#243;, adem&#225;s de lo que Salom&#243;n le dio. Y ella se volvi&#243;, y se fue a su tierra con sus criados.</div><div class="s">Riquezas y fama de Salom&#243;n</div><div class="r">(2 Cr. 9.13-24)</div><div class="p"> 14El peso del oro que Salom&#243;n ten&#237;a de renta cada a&#241;o, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro; 15sin lo de los mercaderes, y lo de la contrataci&#243;n de especias, y lo de todos los reyes de Arabia, y de los principales de la tierra. 16Hizo tambi&#233;n el rey Salom&#243;n doscientos escudos grandes de oro batido; seiscientos siclos de oro gast&#243; en cada escudo. 17Asimismo hizo trescientos escudos de oro batido, en cada uno de los cuales gast&#243; tres libras de oro; y el rey los puso en la casa del bosque del L&#237;bano. 18Hizo tambi&#233;n el rey un gran trono de marfil, el cual cubri&#243; de oro pur&#237;simo. 19Seis gradas ten&#237;a el trono, y la parte alta era redonda por el respaldo; y a uno y otro lado ten&#237;a brazos cerca del asiento, junto a los cuales estaban colocados dos leones. 20Estaban tambi&#233;n doce leones puestos all&#237; sobre las seis gradas, de un lado y de otro; en ning&#250;n otro reino se hab&#237;a hecho trono semejante. 21Y todos los vasos de beber del rey Salom&#243;n eran de oro, y asimismo toda la vajilla de la casa del bosque del L&#237;bano era de oro fino; nada de plata, porque en tiempo de Salom&#243;n no era apreciada. 22Porque el rey ten&#237;a en el mar una flota de naves de Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez cada tres a&#241;os ven&#237;a la flota de Tarsis, y tra&#237;a oro, plata, marfil, monos y pavos reales.</div><div class="p"> 23As&#237; exced&#237;a el rey Salom&#243;n a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabidur&#237;a. 24Toda la tierra procuraba ver la cara de Salom&#243;n, para o&#237;r la sabidur&#237;a que Dios hab&#237;a puesto en su coraz&#243;n. 25Y todos le llevaban cada a&#241;o sus presentes: alhajas de oro y de plata, vestidos, armas, especias arom&#225;ticas, caballos y mulos.</div><div class="s">Salom&#243;n comercia en caballos y en carros</div><div class="r">(2 Cr. 1.14-17; 9.25-28)</div><div class="p"> 26Y junt&#243; Salom&#243;n carros y gente de a caballo; y ten&#237;a mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes,#1 R. 4.26. los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusal&#233;n. 27E hizo el rey que en Jerusal&#233;n la plata llegara a ser como piedras,#Dt. 17.17. y los cedros como cabrah&#237;gos de la Sefela en abundancia. 28Y tra&#237;an de Egipto caballos y lienzos a Salom&#243;n;#Dt. 17.16. porque la compa&#241;&#237;a de los mercaderes del rey compraba caballos y lienzos. 29Y ven&#237;a y sal&#237;a de Egipto, el carro por seiscientas piezas de plata, y el caballo por ciento cincuenta; y as&#237; los adquir&#237;an por mano de ellos todos los reyes de los heteos, y de Siria.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bk1KI">
 <div class="chapter ch11" data-usfm="1KI.11">
 <div class="label">11</div><div class="s">Apostas&#237;a y dificultades de Salom&#243;n</div><div class="p"> 1Pero el rey Salom&#243;n am&#243;, adem&#225;s de la hija de Fara&#243;n, a muchas mujeres extranjeras;#Dt. 17.17. a las de Moab, a las de Am&#243;n, a las de Edom, a las de Sid&#243;n, y a las heteas; 2gentes de las cuales Jehov&#225; hab&#237;a dicho a los hijos de Israel: No os llegar&#233;is a ellas, ni ellas se llegar&#225;n a vosotros; porque ciertamente har&#225;n inclinar vuestros corazones tras sus dioses.#Ex. 34.16; Dt. 7.3-4. A estas, pues, se junt&#243; Salom&#243;n con amor. 3Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su coraz&#243;n. 4Y cuando Salom&#243;n era ya viejo, sus mujeres inclinaron su coraz&#243;n tras dioses ajenos, y su coraz&#243;n no era perfecto con Jehov&#225; su Dios, como el coraz&#243;n de su padre David. 5Porque Salom&#243;n sigui&#243; a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, &#237;dolo abominable de los amonitas. 6E hizo Salom&#243;n lo malo ante los ojos de Jehov&#225;, y no sigui&#243; cumplidamente a Jehov&#225; como David su padre. 7Entonces edific&#243; Salom&#243;n un lugar alto a Quemos, &#237;dolo abominable de Moab, en el monte que est&#225; enfrente de Jerusal&#233;n, y a Moloc, &#237;dolo abominable de los hijos de Am&#243;n. 8As&#237; hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrec&#237;an sacrificios a sus dioses.</div><div class="p"> 9Y se enoj&#243; Jehov&#225; contra Salom&#243;n, por cuanto su coraz&#243;n se hab&#237;a apartado de Jehov&#225; Dios de Israel, que se le hab&#237;a aparecido dos veces, 10y le hab&#237;a mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas &#233;l no guard&#243; lo que le mand&#243; Jehov&#225;. 11Y dijo Jehov&#225; a Salom&#243;n: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mand&#233;, romper&#233; de ti el reino, y lo entregar&#233; a tu siervo. 12Sin embargo, no lo har&#233; en tus d&#237;as, por amor a David tu padre; lo romper&#233; de la mano de tu hijo. 13Pero no romper&#233; todo el reino, sino que dar&#233; una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusal&#233;n, la cual yo he elegido.</div><div class="p"> 14Y Jehov&#225; suscit&#243; un adversario a Salom&#243;n: Hadad edomita, de sangre real, el cual estaba en Edom. 15Porque cuando David estaba en Edom, y subi&#243; Joab el general del ej&#233;rcito a enterrar los muertos, y mat&#243; a todos los varones de Edom 16(porque seis meses habit&#243; all&#237; Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado con todo el sexo masculino en Edom), 17Hadad huy&#243;, y con &#233;l algunos varones edomitas de los siervos de su padre, y se fue a Egipto; era entonces Hadad muchacho peque&#241;o. 18Y se levantaron de Madi&#225;n, y vinieron a Par&#225;n; y tomando consigo hombres de Par&#225;n, vinieron a Egipto, a Fara&#243;n rey de Egipto, el cual les dio casa y les se&#241;al&#243; alimentos, y aun les dio tierra. 19Y hall&#243; Hadad gran favor delante de Fara&#243;n, el cual le dio por mujer la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes. 20Y la hermana de Tahpenes le dio a luz su hijo Genubat, al cual destet&#243; Tahpenes en casa de Fara&#243;n; y estaba Genubat en casa de Fara&#243;n entre los hijos de Fara&#243;n. 21Y oyendo Hadad en Egipto que David hab&#237;a dormido con sus padres, y que era muerto Joab general del ej&#233;rcito, Hadad dijo a Fara&#243;n: D&#233;jame ir a mi tierra. 22Fara&#243;n le respondi&#243;: &#191;Por qu&#233;? &#191;Qu&#233; te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? &#201;l respondi&#243;: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.</div><div class="p"> 23Dios tambi&#233;n levant&#243; por adversario contra Salom&#243;n a Rez&#243;n hijo de Eliada, el cual hab&#237;a huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba. 24Y hab&#237;a juntado gente contra &#233;l, y se hab&#237;a hecho capit&#225;n de una compa&#241;&#237;a, cuando David deshizo a los de Soba. Despu&#233;s fueron a Damasco y habitaron all&#237;, y le hicieron rey en Damasco. 25Y fue adversario de Israel todos los d&#237;as de Salom&#243;n; y fue otro mal con el de Hadad, porque aborreci&#243; a Israel, y rein&#243; sobre Siria.</div><div class="p"> 26Tambi&#233;n Jeroboam hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salom&#243;n, cuya madre se llamaba Zer&#250;a, la cual era viuda, alz&#243; su mano contra el rey. 27La causa por la cual este alz&#243; su mano contra el rey fue esta: Salom&#243;n, edificando a Milo, cerr&#243; el portillo de la ciudad de David su padre. 28Y este var&#243;n Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salom&#243;n al joven que era hombre activo, le encomend&#243; todo el cargo de la casa de Jos&#233;. 29Aconteci&#243;, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusal&#233;n, le encontr&#243; en el camino el profeta Ah&#237;as silonita, y este estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo. 30Y tomando Ah&#237;as la capa nueva que ten&#237;a sobre s&#237;, la rompi&#243; en doce pedazos, 31y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque as&#237; dijo Jehov&#225; Dios de Israel: He aqu&#237; que yo rompo el reino de la mano de Salom&#243;n, y a ti te dar&#233; diez tribus; 32y &#233;l tendr&#225; una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusal&#233;n, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel; 33por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Am&#243;n; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre. 34Pero no quitar&#233; nada del reino de sus manos, sino que lo retendr&#233; por rey todos los d&#237;as de su vida, por amor a David mi siervo, al cual yo eleg&#237;, y quien guard&#243; mis mandamientos y mis estatutos. 35Pero quitar&#233; el reino de la mano de su hijo, y lo dar&#233; a ti, las diez tribus. 36Y a su hijo dar&#233; una tribu, para que mi siervo David tenga l&#225;mpara todos los d&#237;as delante de m&#237; en Jerusal&#233;n, ciudad que yo me eleg&#237; para poner en ella mi nombre. 37Yo, pues, te tomar&#233; a ti, y t&#250; reinar&#225;s en todas las cosas que deseare tu alma, y ser&#225;s rey sobre Israel. 38Y si prestares o&#237;do a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estar&#233; contigo y te edificar&#233; casa firme, como la edifiqu&#233; a David, y yo te entregar&#233; a Israel. 39Y yo afligir&#233; a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre. 40Por esto Salom&#243;n procur&#243; matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levant&#243; y huy&#243; a Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salom&#243;n.</div><div class="s">Muerte de Salom&#243;n</div><div class="r">(2 Cr. 9.29-31)</div><div class="p"> 41Los dem&#225;s hechos de Salom&#243;n, y todo lo que hizo, y su sabidur&#237;a, &#191;no est&#225; escrito en el libro de los hechos de Salom&#243;n? 42Los d&#237;as que Salom&#243;n rein&#243; en Jerusal&#233;n sobre todo Israel fueron cuarenta a&#241;os. 43Y durmi&#243; Salom&#243;n con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y rein&#243; en su lugar Roboam su hijo.</div>
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 <div class="book bk1KI">
 <div class="chapter ch12" data-usfm="1KI.12">
 <div class="label">12</div><div class="s">Rebeli&#243;n de Israel</div><div class="r">(2 Cr. 10.1&#8212;11.4)</div><div class="p"> 1Roboam fue a Siquem, porque todo Israel hab&#237;a venido a Siquem para hacerle rey. 2Y aconteci&#243; que cuando lo oy&#243; Jeroboam hijo de Nabat, que a&#250;n estaba en Egipto, adonde hab&#237;a huido de delante del rey Salom&#243;n, y habitaba en Egipto, 3enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregaci&#243;n de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo: 4Tu padre agrav&#243; nuestro yugo, mas ahora disminuye t&#250; algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos. 5Y &#233;l les dijo: Idos, y de aqu&#237; a tres d&#237;as volved a m&#237;. Y el pueblo se fue.</div><div class="p"> 6Entonces el rey Roboam pidi&#243; consejo de los ancianos que hab&#237;an estado delante de Salom&#243;n su padre cuando viv&#237;a, y dijo: &#191;C&#243;mo aconsej&#225;is vosotros que responda a este pueblo? 7Y ellos le hablaron diciendo: Si t&#250; fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondi&#233;ndoles buenas palabras les hablares, ellos te servir&#225;n para siempre. 8Pero &#233;l dej&#243; el consejo que los ancianos le hab&#237;an dado, y pidi&#243; consejo de los j&#243;venes que se hab&#237;an criado con &#233;l, y estaban delante de &#233;l. 9Y les dijo: &#191;C&#243;mo aconsej&#225;is vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? 10Entonces los j&#243;venes que se hab&#237;an criado con &#233;l le respondieron diciendo: As&#237; hablar&#225;s a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agrav&#243; nuestro yugo, mas t&#250; dismin&#250;yenos algo; as&#237; les hablar&#225;s: El menor dedo de los m&#237;os es m&#225;s grueso que los lomos de mi padre. 11Ahora, pues, mi padre os carg&#243; de pesado yugo, mas yo a&#241;adir&#233; a vuestro yugo; mi padre os castig&#243; con azotes, mas yo os castigar&#233; con escorpiones.</div><div class="p"> 12Al tercer d&#237;a vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, seg&#250;n el rey lo hab&#237;a mandado, diciendo: Volved a m&#237; al tercer d&#237;a. 13Y el rey respondi&#243; al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le hab&#237;an dado; 14y les habl&#243; conforme al consejo de los j&#243;venes, diciendo: Mi padre agrav&#243; vuestro yugo, pero yo a&#241;adir&#233; a vuestro yugo; mi padre os castig&#243; con azotes, mas yo os castigar&#233; con escorpiones. 15Y no oy&#243; el rey al pueblo; porque era designio de Jehov&#225; para confirmar la palabra que Jehov&#225; hab&#237;a hablado por medio de Ah&#237;as silonita a Jeroboam hijo de Nabat.</div><div class="p"> 16Cuando todo el pueblo vio que el rey no les hab&#237;a o&#237;do, le respondi&#243; estas palabras, diciendo: &#191;Qu&#233; parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isa&#237;. &#161;Israel, a tus tiendas!#2 S. 20.1. &#161;Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas. 17Pero rein&#243; Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Jud&#225;. 18Y el rey Roboam envi&#243; a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedre&#243; todo Israel, y muri&#243;. Entonces el rey Roboam se apresur&#243; a subirse en un carro y huir a Jerusal&#233;n. 19As&#237; se apart&#243; Israel de la casa de David hasta hoy. 20Y aconteci&#243; que oyendo todo Israel que Jeroboam hab&#237;a vuelto, enviaron a llamarle a la congregaci&#243;n, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino solo la tribu de Jud&#225;.</div><div class="p"> 21Y cuando Roboam vino a Jerusal&#233;n, reuni&#243; a toda la casa de Jud&#225; y a la tribu de Benjam&#237;n, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, con el fin de hacer guerra a la casa de Israel, y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salom&#243;n. 22Pero vino palabra de Jehov&#225; a Sema&#237;as var&#243;n de Dios, diciendo: 23Habla a Roboam hijo de Salom&#243;n, rey de Jud&#225;, y a toda la casa de Jud&#225; y de Benjam&#237;n, y a los dem&#225;s del pueblo, diciendo: 24As&#237; ha dicho Jehov&#225;: No vay&#225;is, ni pele&#233;is contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa, porque esto lo he hecho yo. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra de Jehov&#225;.</div><div class="s">El pecado de Jeroboam</div><div class="p"> 25Entonces reedific&#243; Jeroboam a Siquem en el monte de Efra&#237;n, y habit&#243; en ella; y saliendo de all&#237;, reedific&#243; a Penuel. 26Y dijo Jeroboam en su coraz&#243;n: Ahora se volver&#225; el reino a la casa de David, 27si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehov&#225; en Jerusal&#233;n; porque el coraz&#243;n de este pueblo se volver&#225; a su se&#241;or Roboam rey de Jud&#225;, y me matar&#225;n a m&#237;, y se volver&#225;n a Roboam rey de Jud&#225;. 28Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante hab&#233;is subido a Jerusal&#233;n; he aqu&#237; tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto.#Ex. 32.4. 29Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan. 30Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta Dan. 31Hizo tambi&#233;n casas sobre los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Lev&#237;. 32Entonces instituy&#243; Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince d&#237;as del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Jud&#225;; y sacrific&#243; sobre un altar. As&#237; hizo en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que hab&#237;a hecho. Orden&#243; tambi&#233;n en Bet-el sacerdotes para los lugares altos que &#233;l hab&#237;a fabricado. 33Sacrific&#243;, pues, sobre el altar que &#233;l hab&#237;a hecho en Bet-el, a los quince d&#237;as del mes octavo, el mes que &#233;l hab&#237;a inventado de su propio coraz&#243;n;#Lv. 23.33-34. e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subi&#243; al altar para quemar incienso.</div>
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 <div class="chapter ch13" data-usfm="1KI.13">
 <div class="label">13</div><div class="s">Un profeta de Jud&#225; amonesta a Jeroboam</div><div class="p"> 1He aqu&#237; que un var&#243;n de Dios por palabra de Jehov&#225; vino de Jud&#225; a Bet-el; y estando Jeroboam junto al altar para quemar incienso, 2aquel clam&#243; contra el altar por palabra de Jehov&#225; y dijo: Altar, altar, as&#237; ha dicho Jehov&#225;: He aqu&#237; que a la casa de David nacer&#225; un hijo llamado Jos&#237;as, el cual sacrificar&#225; sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti quemar&#225;n huesos de hombres.#2 R. 23.15-16. 3Y aquel mismo d&#237;a dio una se&#241;al, diciendo: Esta es la se&#241;al de que Jehov&#225; ha hablado: he aqu&#237; que el altar se quebrar&#225;, y la ceniza que sobre &#233;l est&#225; se derramar&#225;. 4Cuando el rey Jeroboam oy&#243; la palabra del var&#243;n de Dios, que hab&#237;a clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: &#161;Prendedle! Mas la mano que hab&#237;a extendido contra &#233;l, se le sec&#243;, y no la pudo enderezar. 5Y el altar se rompi&#243;, y se derram&#243; la ceniza del altar, conforme a la se&#241;al que el var&#243;n de Dios hab&#237;a dado por palabra de Jehov&#225;. 6Entonces respondiendo el rey, dijo al var&#243;n de Dios: Te pido que ruegues ante la presencia de Jehov&#225; tu Dios, y ores por m&#237;, para que mi mano me sea restaurada. Y el var&#243;n de Dios or&#243; a Jehov&#225;, y la mano del rey se le restaur&#243;, y qued&#243; como era antes. 7Y el rey dijo al var&#243;n de Dios: Ven conmigo a casa, y comer&#225;s, y yo te dar&#233; un presente. 8Pero el var&#243;n de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa, no ir&#237;a contigo, ni comer&#237;a pan ni beber&#237;a agua en este lugar. 9Porque as&#237; me est&#225; ordenado por palabra de Jehov&#225;, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni regreses por el camino que fueres. 10Regres&#243;, pues, por otro camino, y no volvi&#243; por el camino por donde hab&#237;a venido a Bet-el.</div><div class="p"> 11Moraba entonces en Bet-el un viejo profeta, al cual vino su hijo y le cont&#243; todo lo que el var&#243;n de Dios hab&#237;a hecho aquel d&#237;a en Bet-el; le contaron tambi&#233;n a su padre las palabras que hab&#237;a hablado al rey. 12Y su padre les dijo: &#191;Por qu&#233; camino se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde hab&#237;a regresado el var&#243;n de Dios que hab&#237;a venido de Jud&#225;. 13Y &#233;l dijo a sus hijos: Ensilladme el asno. Y ellos le ensillaron el asno, y &#233;l lo mont&#243;. 14Y yendo tras el var&#243;n de Dios, le hall&#243; sentado debajo de una encina, y le dijo: &#191;Eres t&#250; el var&#243;n de Dios que vino de Jud&#225;? &#201;l dijo: Yo soy. 15Entonces le dijo: Ven conmigo a casa, y come pan. 16Mas &#233;l respondi&#243;: No podr&#233; volver contigo, ni ir&#233; contigo, ni tampoco comer&#233; pan ni beber&#233; agua contigo en este lugar. 17Porque por palabra de Dios me ha sido dicho: No comas pan ni bebas agua all&#237;, ni regreses por el camino por donde fueres. 18Y el otro le dijo, minti&#233;ndole: Yo tambi&#233;n soy profeta como t&#250;, y un &#225;ngel me ha hablado por palabra de Jehov&#225;, diciendo: Tr&#225;ele contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua. 19Entonces volvi&#243; con &#233;l, y comi&#243; pan en su casa, y bebi&#243; agua.</div><div class="p"> 20Y aconteci&#243; que estando ellos en la mesa, vino palabra de Jehov&#225; al profeta que le hab&#237;a hecho volver. 21Y clam&#243; al var&#243;n de Dios que hab&#237;a venido de Jud&#225;, diciendo: As&#237; dijo Jehov&#225;: Por cuanto has sido rebelde al mandato de Jehov&#225;, y no guardaste el mandamiento que Jehov&#225; tu Dios te hab&#237;a prescrito, 22sino que volviste, y comiste pan y bebiste agua en el lugar donde Jehov&#225; te hab&#237;a dicho que no comieses pan ni bebieses agua, no entrar&#225; tu cuerpo en el sepulcro de tus padres. 23Cuando hab&#237;a comido pan y bebido, el que le hab&#237;a hecho volver le ensill&#243; el asno. 24Y y&#233;ndose, le top&#243; un le&#243;n en el camino, y le mat&#243;; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno junto a &#233;l, y el le&#243;n tambi&#233;n junto al cuerpo. 25Y he aqu&#237; unos que pasaban, y vieron el cuerpo que estaba echado en el camino, y el le&#243;n que estaba junto al cuerpo; y vinieron y lo dijeron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba.</div><div class="p"> 26Oy&#233;ndolo el profeta que le hab&#237;a hecho volver del camino, dijo: El var&#243;n de Dios es, que fue rebelde al mandato de Jehov&#225;; por tanto, Jehov&#225; le ha entregado al le&#243;n, que le ha quebrantado y matado, conforme a la palabra de Jehov&#225; que &#233;l le dijo. 27Y habl&#243; a sus hijos, y les dijo: Ensilladme un asno. Y ellos se lo ensillaron. 28Y &#233;l fue, y hall&#243; el cuerpo tendido en el camino, y el asno y el le&#243;n que estaban junto al cuerpo; el le&#243;n no hab&#237;a comido el cuerpo, ni da&#241;ado al asno. 29Entonces tom&#243; el profeta el cuerpo del var&#243;n de Dios, y lo puso sobre el asno y se lo llev&#243;. Y el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle. 30Y puso el cuerpo en su sepulcro; y le endecharon, diciendo: &#161;Ay, hermano m&#237;o! 31Y despu&#233;s que le hubieron enterrado, habl&#243; a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro en que est&#225; sepultado el var&#243;n de Dios; poned mis huesos junto a los suyos. 32Porque sin duda vendr&#225; lo que &#233;l dijo a voces por palabra de Jehov&#225; contra el altar que est&#225; en Bet-el, y contra todas las casas de los lugares altos que est&#225;n en las ciudades de Samaria.</div><div class="p"> 33Con todo esto, no se apart&#243; Jeroboam de su mal camino, sino que volvi&#243; a hacer sacerdotes de los lugares altos de entre el pueblo, y a quien quer&#237;a lo consagraba para que fuese de los sacerdotes de los lugares altos. 34Y esto fue causa de pecado a la casa de Jeroboam, por lo cual fue cortada y ra&#237;da de sobre la faz de la tierra.</div>
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El Espíritu Santo en 1 y 2 de ReyesEjemplo

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