Descubre El Poder De La BibliaMuestra

¿Cómo lees la Palabra de una manera que perdure?

Cuando creemos en la Palabra y la aplicamos en nuestra vida, cuando caminamos en ella y la hacemos completamente nuestra, cuando 'inundamos' nuestra mente con ella y la 'sembramos' en nuestro corazón, ¡comenzamos a caminar en una vida inigualable!

Por lo tanto, 'alimenta' a tu hombre interior, para que la verdad acerca de ti en Cristo pueda comenzar a ser más visible en tu vida.

En Josué 1:8 dice:

“Recita siempre el libro de la Ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito”.

Debes meditar en ella 'día y noche'.

¿Sabes por qué la Biblia dice esto? Porque es después de hacerlo que la Palabra empieza a perdurar en nosotros. A medida que tomas la Palabra con frecuencia, empiezas a pensar en nada más que ella y comienzas a renovar tu mente. Aprendes a pensar como Dios. Llegas a conocer Su voluntad y lo que has recibido de Él: Qué identidad y autoridad (¡lee nuestros planes sobre ello!).

Por supuesto, no lees literalmente la Biblia día y noche, aquí se trata de la forma en que lees la Biblia y cómo ella tiene su efecto en tu corazón. Queremos hacer esto práctico para ti. Aquí te dejamos algunos ejemplos que pueden ayudarte a dejar que lo que estás leyendo se hunda en tu corazón.

Antes que nada: Preparar el suelo

Asegúrate de que tu corazón sea buena tierra para sembrar, como lo ilustra la parábola del sembrador en Marcos 4:14-20. Solo la buena tierra puede dar frutos al treinta, sesenta o cien por uno. Preparas un buen terreno creando espacio para nada más que la Palabra, sin dejar lugar a otras doctrinas, ideologías, creencias o filosofías mundanas.

Ejemplo 1: Recitar

Escoge un versículo o pasaje de la Biblia que te hable.
Escribe ese versículo o pasaje en un papel.
Di en voz alta cada palabra que escribas.
Repite esto varias veces.

Ejemplo 2: Memorizar

Siempre pide al Espíritu Santo que te ayude a memorizar. Él enseña y trae a la memoria (Juan 14:26).

Escoge un versículo de la Biblia y repite cada palabra. Repítelo tantas veces como puedas hasta que puedas recitar fácilmente el pasaje sin pensarlo.

¡Deja que lo que has aprendido se incube dentro de ti durante al menos una semana! Escribe el verso en un post-it y pégalo en un espejo para que lo veas todos los días. Hazlo hasta que puedas soñarlo, por así decirlo, y el verso se almacene en tu memoria a largo plazo.

Ejemplo 3: Estudiar la Biblia

Escoge una historia o pasaje de la Biblia y escríbelo oración por oración. Mira todas las referencias que pertenecen al pasaje y anótalas también, incluyendo sus referencias. Busca el contexto, los antecedentes y el escritor para tener una visión completa del cómo y el cuándo.

Elige lo que más te funcione

Estas tres formas son solo ejemplos y herramientas para ayudarte. Por supuesto, puedes desarrollar y aplicar tus propios métodos. Haz lo que te funcione. Mantente activa e intensamente ocupado con la Palabra de Dios. Eso produce profundidad y más conocimiento y sabiduría.

¡Muchas bendiciones!

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Este plan bíblico se basa en una parte del libro sin costo “Viviendo en Plenitud".